Esta semana perfilamos la final del tercer torneo. Importancia del calendario de nuestro fútbol El Real Madrid. La Real Sociedad del Atlético y el Barça desean ocupar plaza en Sevilla el 26 de abril. Y la verdad es que no todos calculan igual. La Real va exigida. Barça y Madrid están entregados al poliamor, podemos decir. Pero es el Atlético el que se ha quedado con una sola opción, sin contar el Mundialito.
Tras muchos meses de guapo subido. Tres lustros lleva Simeone siendo el mariscal de todo su ejército, soldados rasos, cargos intermedios y una cúpula protectora que le paga como a nadie. Le escogieron como salvador, le engordaron de poder y hoy están presos de su magnetismo y de su contrato. Sí, cada curso hay recompensa, recompensa, Champions. El Mesías sigue caminando. Las gradas del Metropolitano tienen mucho que decir.
Si el índice de popularidad siempre ha estado flotando entre nubes, ya van saliendo muchos del armario que reclaman un poncho lismo, un periodo de avance, o al menos un periodo de reflexión. Lo del estilo tiene su debate, como lo de verlo siempre marcando agenda sin que nadie sea capaz de disentir o de influir. Sus segundos, sus asistentes, sus vicios, sus Pepito Grillo, todos han sido sometidos a la rotación forzosa. El último, pues, el director deportivo caído en desgracia y con el pulgar hacia abajo de Diego Pablo, pese haberle servido en bandeja de plata una de las plantillas más completas. Es cierto que el argentino es popular y populista.
Si la propiedad no levantó polvareda con lo del penalti de marras y los supuestos dos o tres toques, el míster ha sabido recoger la indignación de toda una afición, apropiársela y tamizar en una protesta fina pero muy contundente. Abro comillas. La UEFA hizo que quedáramos eliminados. La UEFA, organismo que cuenta en su comité Ejecutivo con el máximo accionista del club. El caso es que el balón tomará sus decisiones en las próximas 72 horas y que los rojiblancos necesitan algo, algo con tanta ilusión que tienen acumulada. El Cholo tendrá que pergeñar una buena trama y que no suene a la melodía conformista de siempre.
