Ana es enfermera y recuerda que un día le tocó una operación de traumatología. “Cuando empezaron a sacar los serruchos, martillos…yo no pude seguir en el quirófano, me tuve que salir”.
Laura no puede con la gente que come chicle y mucho menos si hacen pompas. “No lo soporto, me parece de una mala educación horrorosa”.
La abuela de Cinta se sacaba y ponía la dentadura con la lengua, cosa que ella no aguantaba. “Lo peor fue que se fue a dormir, dejó la dentadura en la mesita de noche y el perro se la llevo en la boca”.
Isabel asegura que no se sabe lo que es dentera hasta que se duerme con su hermana que se pasa toda la noche rechinando los dientes. “No sé cómo el marido la aguanta”.