Carlos de Toledo rememora como la plazoleta de su pueblo se llenaba de gente con motivo del cine de verano. Nos cuenta que las proyecciones se realizaban sobe “una sábana que ponían unos gitanos que venían”. Además de la película, que “valían 25 pesetas”, Carlos recuerda que “te daban una tira para una rifa donde sorteaban botellitas de coñac, de anís…”.
Encarna de Salamanca nos cuenta una anécdota que le ocurrió en 1974 cuando fue con su novio al cine-teatro ‘Liceo’ para ver la película ‘Los crímenes del museo de cera’. Recuerda que el cine “abría sus puertas para que pudiese entrar el fresco” y en un momento de tensión, la corriente hizo que se levantasen las cortinas y, del susto, su novio “saltó casi hasta la primera fila”.
Desde Madrid nos llama Federico, quien recuerda como de pequeño ayudaba en el cine que había en la hoy conocida como Villa de Vallecas y del que su abuelo era socio. “Tenía acceso gratuito pero lo pagaba con creces”, asegura nuestro oyente, quien además apunta que una de las películas que más le impresionó fue ‘2001: Odisea en el espacio’.
Escucha estas y otras historias en el siguiente podcast.