Rosario de Barcelona nos recomienda visitar el cementerio de Canet de Mar, donde realizan una ruta por el mismo. "Tiene a uno de los más grandes de Cataluña, a Lluís Domènech i Montaner, y sus esculturas son fantásticas", asegura.
Desde Cádiz nos llama Teresa para hablar de un camposanto situado en el pueblo de Hallstatt, en Austria. "Es un pueblecito de cuento maravilloso, al pie de un lago", cuenta, y añade que el cementerio se encuentra "en lo alto de una montaña, con unas vistas increíbles". Destaca además que hay una capilla en la que podemos encontrar los cráneos de las personas que fueron enterradas allí: "los que pertenecieron a hombres se pintan con guirnaldas y hojas de color verde, y los de las mujeres con guirnaldas de flores", explica.
Nos vamos a Madrid para escuchar a Ana, que asegura que "no podemos hablar de cementerios sin mencionar Edimburgo". Y recuerda uno en especial, en el centro de la ciudad, que tiene dos curiosidades: por un lado, tiene "lápidas encerradas en jaulas", para que los ladrones de tumbas no robaran los cadáveres, y por otro, que "hay una parte que no se puede visitar porque ocurrieron muchos casos paranormales y el ayuntamiento decidió cerrarla".
Y Genoveva, de Alicante, nos habla de un camposanto de República Dominicana en el que encontró un epitafio curioso. Cuenta que un hombre muy enamorado de una chica, se suicidó y dejó por escrito que en su lápida, sin nombre, simplemente pusiera 'Murió por amor'. "Todo el que va al cementerio va a visitarle y le lleva flores", dice.