Marisol, de Calzada de Calatrava, en Ciudad Real, asegura que nadie hace las albóndigas como las hacía su madre, "con la carne muy picadita, ajo, pimienta, huevo sin batir y pan". Reconoce que a ella no le salen tan buenas como a su madre, y sugiere que es porque su padre era carnicero y picaba la carne con un utensilio profesional.
Desde Vitoria nos llama Estíbaliz, que nos da una receta "para endulzar la Navidad". Se trata de unas rosquillas de su abuela "que quitan el sentido". Explica que se hacen con tres huevos, un "vaso largo" de azúcar, aceite y 500 gramos de harina, y destaca que es importante "tocar la masa para ver si está lista".
Nos vamos a Huesca, desde donde nos llama Carmen con su vino "poncho", típico de Aragón. Por un lado "se asa membrillo, pera y manzana cortada a rodajas, y luego se añaden higos, pasas, ciruelas pasas, orejones, nuez moscada y un kilo de azúcar por cada 10 litros de vino", enumera. Añade que se debe mezclar todo con el vino tinto y dejar hervir durante unos diez minutos. "Es algo extraordinario", asegura.
Y nuestra compañera Pilar Cernuda nos da la receta de su tocino de cielo. Cuenta que el truco es que el almíbar quede "a punto de bola", es decir, que al coger un poco con una cuchara y posarlo en una superficie, no se aplaste sino que se quede en forma de bola. Y señala además que su abuela "cocinaba maravillosamente bien y con el método antiguo", destacando su pavo relleno de foie casero.
