Hace dos años que una madre y una hija comenzaron a acudir a establecimientos en Gijón para contratar servicios y comprar productos por los que luego no iban a pagar.
Las dos mujeres realizaban consumiciones de unos 65 euros y llegaron a acumular más de 6.000 euros en diferentes locales. Las acusadas acordaban con los propietarios hosteleros que abonarían el pago de su cuenta el día 25 de cada mes.
La Fiscalía las ha condenado a 21 meses de prisión y a devolver todo el dinero de las costas procesales y a pagar una indemnización a los hosteleros.