Fernando Ónega cree que si los independentistas presos no renuncian al escaño facilitarán la investidura porque son cuatro votos menos en contra, pero si renuncian y corre la lista se lo ponen imposible a Sánchez, ya que tendría que pedir alguna abstención al PP.
Por otro lado, Carlos Alsina explica en su monólogo cómo el calendario para hacer presidente del Senado a Miquel Iceta era apretado y le ha salido mal la estrategia que había planteado. Dice que estando en campaña electoral para unas nuevas elecciones, a los partidos independentistas no les resulta rentable retratarse coronando como senador al adversario socialista que apoyó el 155 y evitó visitar a los reclusos preventivos en la cárcel. Esto hace que su investidura como presidente del Gobierno se complique y que, en el mejor de los casos, con los aliados previsibles le salen 175 votos a favor y falta uno, que tendría que cambiar de posición y o abstenerse en la segunda votación.