EL INDULTADO DE RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta a Kolinda, presidenta de Croacia: "Se ha convertido en la jefe de Estado más carismática y estrafalaria"

Procedemos al indulto de Kolinda Grabar-Kitarovic, aunque es más fácil identificar el expediente con la aclaración de presidenta de Croacia. Se ha podido reconocer a la indultada en los estadios de Rusia. Provista de la camiseta de cuadros rojos, como si fuera un sarampión patriótico. Y desaforada en la celebración de los goles y en la solemnidad del duelo, pues Kolinda abrazaba a los futbolistas después de la derrota como si fueran sus hijos regresando del frente.

Rubén Amón | @Ruben_Amon

Madrid | 20.07.2018 10:03

Se ha convertido Croacia en la selección más simpática del Mundial. Y se ha convertido Kolinda en la jefe de Estado más carismática y estrafalaria. Una mujer sin complejos en el hábitat del heteropatriarcado balompédico y político. Y una lideresa populista que ha hecho propio el eslogan lisérgico del dictador Salazar: Dios, patria y fútbol.

Católica practicante es Kolinda. Nacionalista también. Y futbolera no tanto por afición como por instinto político. La euforia del Mundial ha estimulado la autoestima de los croatas. Y ha edulcorado a la gran matriarca, hasta el extremo de presentárnosla simpática, exuberante, convertida incluso en timonel.

El fútbol es un modo como cualquier otro de hacer política. Y Kolinda ha sabido mixtificarlo con otros recursos emocionales. El orgullo nacional es más sano que inculcar el miedo al extranjero, pero ocurre que la calurosa señora Grabar-Kitarovic se distingue por una política de cierre de fronteras y de perfil xenófobo, no tan cerca de los colegas de Visegrado respecto a la eurofobia, pero parecida a ellos en la derivada religioso-moral y en las tentaciones oscurantistas.

Croacia tiene nombre de mujer. Klorinda se identifica con ella. Y se ha propuesto no ya devolver la prosperidad a su gente, sino atraerse a los croatas expatriados. Y resucitar un país pequeño que siempre se ha creído grande. Y que ha estado muy cerca de conseguir la mayor proeza de su joven historia, pero tanto le vale el subcampeonato a Kolinda para ganar las elecciones el año que viene. Un subidón, que diría Rajoy. Y que ya acreditan sus encuestas de popularidad.