Muy sostenible no parece que vaya a ser. ¿Previsión en Sevilla? Cuarenta y dos grados de máxima. Como tengan que tirar de aire acondicionado, dios quiera que no se entere Greta Thunberg.
Se reúne una lista larga de gobernantes del mundo con una legión de dirigentes de organizaciones internacionales y ONGs en el Palacio de Congresos sevillano, más conocido como Fibes, para deliberar sobre la financiación del desarrollo. Preside el rey y hablará Sánchez, que en esta cumbre, a diferencia de la del otro día en La Haya —la OTAN—, estará encantado de ocupar un lugar muy principal en la foto de familia y en cualquier otro lugar donde se hagan fotos. Después de todo, es el anfitrión. Y después de todo, Guterres (el de la ONU), Costa (el del Consejo Europeo), Von der Leyen (la de la Comisión), son gente con la que tiene más trato, más sintonía que con Trump o con su adjunto, el señor Rutte.
Aparte de ver cómo se combate el calor, y si el aire acondicionado resulta más o menos sostenible, tiene interés ver al presidente del Gobierno de España ilustrar a los asistentes sobre la financiación para el desarrollo. Quiero decir: él, que tiene pendiente en España la financiación singular aquella que pactó con Junqueras y con Illa; la financiación autonómica que iba a diseñar la señora Montero con todos los gobiernos regionales y que se quedó en la quita y nunca más se supo; la financiación municipal que le viene reclamando desde hace siete años la Federación de Municipios y Provincias, expondrá cómo avanzar con paso firme en la financiación de cualquier otra cosa.
Un presidente sin margen para presentar Presupuestos al Congreso, porque teme naufragar en el intento, sin voluntad alguna de someterse a una cuestión de confianza, porque naufragaría seguro, no parece que sea quien más galones acredita para resolver la financiación de nadie. Pero bueno, la cumbre tiene su interés y merece su espacio.
Y el recinto lo conoce bien el PSOE porque fue aquí donde hace siete meses Sánchez renovó su confianza en Santos Cerdán como su delegado para el día a día del partido. Renovado cuando ya se cernían sobre él algunas sospechas, gentileza de Víctor de Aldama, en aquel momento combatido por el coro oficial que secunda al Gobierno (hoy prefiere no acordarse el coro de todo aquello). Fue en Sevilla donde Cerdán cargó contra los pseudo medios y los bulos y donde su partido lo santificó, Santo Santos, como víctima de las mentiras ajenas y mártir de la causa de todos.
Fue en Sevilla donde Cerdán cargó contra los pseudo medios y los bulos y donde su partido lo santificó
Este es el hombre que presume de pagar impuestos. El hombre cuyo patrimonio es objeto de investigación por la UCO por si hubiera tenido ingresos que nunca declaró y por los que nunca tributó. Este es el hombre que se llama a sí mismo servidor público y predica contra quienes se aprovechan del sistema. Este es el hombre, en fin, de quien su jefe directísimo, Pedro Sánchez, dijo hace dos semanas que le había traicionado y que merecía ser suspendido de militancia. Por presunta corrupción.
Se le olvidó al presidente darle las gracias a la UCO, que es quien le ha abierto los ojos a él, a su partido, a su gobierno sobre la presunta corrupción que él nunca detectó. Ni la de Cerdán, ni la de Koldo, ni la de Ábalos. ¿Qué fue de aquel gerente que, al parecer, advirtió de los gastos desorbitados que pasaba Koldo en nombre de su jefe y que hoy permanece mudo recolocado en una empresa pública? Total, que dirá usted: para caliente, hoy, lo de Cerdán en el Supremo.
Total, que dirá usted: para caliente hoy, lo de Cerdán en el Supremo.
Clarividente, la vicesecretaria general del PSOE, superiora inmediata del secretario de organización, que también ha de agradecerle a la UCO que la sacara de su engaño. Aunque fuera con las manos abrasadas. Así empieza la semana. Otra mañana de ministros y asimilados pendientes de las alertas informativas en sus móviles. Por si saltara la sorpresa y Cerdán se animase a reconocer alguna cosa. O por si la Fiscalía se sumara a la petición de las acusaciones particulares y reclamara que el juez envíe a Cerdán a prisión preventiva, o por riesgo de fuga o por riesgo de destrucción de pruebas.
Ignoro si Cerdán, sabedor de ello, acudirá al Supremo con la muda dentro de la mochila. Por si acaso no convenciera al juez instructor su alegato de inocencia. Mientras Sánchez se ocupa en el Fibes donde santificó a Cerdán de la financiación del desarrollo, en el Supremo estará declarando 'el santo' sobre su financiación particular, presuntamente vía mordidas.
Mientras Sánchez se ocupa en el Fibes en el Supremo estará declarando 'el santo' sobre su financiación particular
El PSOE cruza los dedos para que la causa no termine versando sobre la financiación irregular, que esa es otra financiación que podría acabar complicándole la vida, o sus siete vidas, al presidente Sánchez. No porque hasta ahora haya encontrado la UCO indicio de irregularidades financieras en Ferraz o en el PSOE navarro, sino porque, teniendo investigados por corrupción a los dos secretarios de organización que han hecho y deshecho en Ferraz los últimos ocho años, tiene sentido que el juez se interese por despejar esa duda.
Sobre todo, a la vista de que los superiores y subalternos de Ábalos y Cerdán sostienen que ellos nunca se enteraron de nada. Si tan engañados los tuvieron a todos, ¿qué valor puede tener lo que esos superiores (Montero, Sánchez) o subalternos (responsables de áreas orgánicas) puedan proclamar ahora desde su alegada ignorancia?
En su caso, es el copropietario de una constructora llamada Servinabar. Y tras decir todo esto, Sánchez se fundió en un abrazo y María Jesús Montero se lo comió a besos.
