Monólogo de Alsina: "El pacto que alcanzaron Sánchez y Casado queda desinflado con la renuncia de Manuel Marchena"

Manuel Marchena es el nombre que habían pactado PSOE y PP como nuevo presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Manuel Marchena iba a sustituir a Carlos Lesmes. Iba. El pasteleo del PP y PSOE para repartirse los sillones del CGPJ se desmorona. Se desinfla el pastel.

Marchena ha decidido quitarse de en medio y renunciar a la posibilidad de que los vocales (que aún están sin elegir) de la cámara lo propongan a él como nuevo presidente del CGPJ.

Los motivos de la renuncia los conoceremos a lo largo de la mañana, pero adelanta María Peral -que es quien ha dado la noticia en 'El Español'- que es la manera que tiene el presidente de la sala II de reclamar la independencia del Poder Judicial. No quiere ser visto como el candidato del pasteleo, máxime después de que ayer trascendiera el whatsapp del señor Cosidó comunicando al resto de senadores lo bien que les había salido la jugada porque se habían asegurado el control de la sala II del Supremo por la puerta de atrás y la colocación de Marchena al frente del CGPJ.

Decía en ese whatsapp, entre otras cosas, que tener el control del CGPJ y tener a marchena en ese puesto, le venía muy bien al PP para asegurarse los nombramientos de tribunales que van a tener que juzgar casos que afectan a ese partido.

¿Hablaron con Marchena el PSOE y el PP para contarle que iba a ser el candidato a presidir el CGPJ? ¿Qué ha pasado para que ahora él decida que se quita de en medio? En la prensa se han publicado opiniones que animaban a Marchena a dar este paso. La de Fernando Ónega en Galicia. Invitándole a renunciar por el bien de la institución y por el propio bien profesional del señor Marchena.

La primera consecuencia que tiene esta noticia es que todo el pacto que tenían el señor Sánchez y Casado, en este momento está en cuestión. Los vocales aún no han sido elegidos y una pieza fundamental del acuerdo era que Marchena fuera presidente del Tribunal Supremo. Ese era el gran éxito que reclamaba el señor Catalá ante sus compañeros críticos del PP. Vamos a ver qué pasa ahora. Para empezar, van a tener que ponerse Sánchez y Casado que ponerse a ver qué nombre les gusta como presidente del Supremo; y entretanto igual no se renueva el CGPJ en la fecha en la que estaba previsto que se hiciera.

La renovación del CGPJ queda en cuestión. El pacto que alcanzaron Sánchez y Casado queda desinflado, y aquellos que dentro del PP eran muy críticos, estaban decepcionados, e incluso desolados, porque pensaban que el PSOE le había metido un gol a Casado, ahora pueden hacer todo lo posible para que los nombres que ya habían sonado para los puestos de vocales del CGPJ, empiecen a ser revisados.

El desenlace no va ser el que el PSOE y PP presumían.

El gobierno sigue innovando. Es el más innovador, con diferencia, de los que hemos tenido.

• Innovó firmando en la Moncloa, con solemnidad, pompa y un vídeo de circunstancias, un pacto que se llamó de legislatura y que fue saludado por la prensa más cercana como el acuerdo que iba a servir para gobernar hasta 2020. No sumaban los dos firmantes, Pedro y Pablo la mayoría absoluta de la cámara, no contenía el acuerdo un verdadero proyecto presupuestario, pero se infló todo lo que se pudo aquello con la máquina de meter aire de la Moncloa y se publicitó ante la opinión pública como la consolidación del proyecto político de Sánchez. De la mano de Iglesias, el camino quedaba despejado.

• Innovó de nuevo al anunciar una negociación con los grupos parlamentarios que no consta que llegara a comenzar, en serio, nunca. Se hizo circular la idea de que los independentistas vociferaban mucho en público pero estaban locos por pactar unos presupuestos en privado. El día que el gobierno catalán le firmó a Hacienda el recibí de los mil y pico millones para los próximos cuatro años, un veterano socialista que presume de acertar sus pronósticos comentó en privado que los Presupuestos eran cosa hecha. No se dan mil y pico millones sin tener amarrado lo otro, dijo. El veterano —a la vista está— se equivocaba. Bien es verdad que hace año y medio pronosticó que Susana Díaz vapulearía a Pedro Sánchez en las primarias.

• Sin acuerdo con los independentistas, la siguiente innovación del gobierno ha sido negarse a presentar unas cuentas públicas a la cámara. Con dos narices, que diría una castizo, Sánchez ha reescrito la lista de deberes del gobierno borrando la que ahora más le incomoda: la presentación del Presupuesto. Que alguien le haga saber, por favor, a Esther Peña, diputada por Burgos que ha sustituido de tapadillo a Oscar Puente como portavoz del PSOE, que no hace falta que siga con el cuentito éste de que se están negociando intensamente los Presupuestos de 2019 porque ese capítulo del serial ya pasó.

Ya no están en eso. Va con retraso la portavoz del partido y va con retraso la portavoz del gobierno. Celaá. Que el viernes pasado hacía esta novedosa aportación a la cultura política de entretiempo…

…y tres días después pudo escuchar ayer al verdadero portavoz del gobierno, que no es ella sino José Luis Ábalos, sugerir que el gobierno anda ya eligiendo domingo en el calendario; qué fecha le viene mejor (por ejemplo mayo) para llamar al personal a las urnas por si acaso las encuestas que maneja Tezanos no son tan buenas como se pretende.

Éste es el asunto. Que el gobierno tiene en su mano este elemento poderoso, como dice Ábalos (aquí de lo que se está hablando es de conservar el poder) que no se anuncia.