MONÓLOGO DE ALSINA

Monólogo de Alsina: "Toxo, Méndez y Rosell se han apuntado al 'hasta un'"

A las ocho de la mañana, las siete en Canarias. Les digo una cosa. Esto en los anuncios se utiliza mucho. En los anuncios que hablan de ofertas y descuentos. No se dice: “tendrá usted un descuento del 5 %” sino “puede tener usted hasta un cinco % de descuento”. Hasta un. Puede ser eso o puede ser menos.

ondacero.es

Madrid | 12.05.2015 07:55

Toxo, Méndez y Rosell se han apuntado al“hasta un”. Los dos sindicatos mayoritarios y la principal patronal de España. Han estado meses negociando —o mareando la perdiz— cuanto deben subir los sueldos este año y el que viene. He dicho “subir los sueldos” y es cuando usted ha empezado a prestar atención. Normal, del salario que tenemos depende, en buena medida, ¿verdad?, la vida que llevamos, o que nos da para llevar. Salarios. La noticia que se confirmó anoche es que hay acuerdo para subir salarios. Pero…de inmediato tengo que hacerle unas cuantas advertencias porque no a todos los asalariados nos afecta. Que usted tenga un salario no significa que forme parte de los varios millones de trabajadores que, se calcula, que están concernidos (afectados) por este acuerdo entre patronal y sindicatos. Si su convenio ya se firmó, eso es lo que hay. Y en términos generales, la mayoría de los trabajadores que han pactado este año sus condiciones laborales tienen subidas inferiores a ese 1 % que ahora se fija como referencia.  

Esto del pacto salarial es una recomendación general que dan los llamados agentes sociales para las negociaciones de los convenios colectivos. Hacen sus números, ven cómo va la economía en general, atienden a lo que el gobierno de turno les dice sobre expectativas y ajustes y llegan a alguna conclusión, cuando llegan. En los últimos años, por ejemplo, la conclusión era siempre una: congelación. El país está en recesión, no es momento de subir los sueldos. Y tanto: la consigna era congelar pero usted y yo sabemos que, en la práctica, lo que ha pasado es que aquí le han bajado el suelo a todo el mundo. Igual que cada casa real tiene su propio lema, aquí todas las casas (o la abrumadora mayoría de las casas) han tenido el mismo: Toca apañarse con menos. 

Patronal y sindicatos emiten su receta, el pacto de salarios, y aunque sólo es recomendación la aplican sectores industriales donde hay grandes plantillas y marca una especie de pauta general de por dónde van a ir los salarios. Un 1 % de subida no nos va a cambiar la vida, es verdad, pero es el primer indicio sólido que se nos presenta de que una situación económica general más favorable puede repercutir en el sueldo de los trabajadores. Aquello que dijo Rosell, el presidente de la patronal hace ya un año: en las empresas donde las cosas vayan bien, lo suyo es plantearse subidas salariales que aflojen esta presión que desde hace años soportan los asalariados. Si miramos el dato concreto (1% para este año, hasta un 1,5 % para el próximo) no vamos a tocar las castañuelas, pero si miramos de dónde venimos puede que al menos dé para confiar en que sí, los salarios pueden subir al cabo de una recesión y una crisis en que las condiciones han empeorado para casi todos.  

La mejora de los salarios es una de las claves que el Partido Conservador británico detecta en su magnífico resultado electoral de la semana pasada. 

De la política nuestra de cada día, algo se mueve otra vez en Andalucía. 
 
En la película que Ciudadanos tiene ahora mismo en la cabeza, debería estar sonando la música. Esa música que suena en las películas de terror cuando van a matar a la chica. “Cometiste el error de quedarte sola y van a por ti, bonita”.  

La chica se llama Manuel, va a cumplir setenta años, y es diputado. Manuel Chaves. El nombre que se le ha puesto entre ceja y ceja a Albert Rivera y a cuya defunción política efectiva está supeditado el acuerdo para la investidura de Susana en Andalucía. Chaves, ex presidente autonómico imputado y a la espera de que un juez del Supremo le diga si hay o no hay tema, ha sido elegido por Ciudadanos como peso que levanta la barrera: el peaje que ha de pagar Susana, la cabeza que quiere exhibir Rivera clavada en una pica a la puerta de San Telmo. Lo dijo aquí el jueves pasado el líder de Ciudadanos: que ponga Susana fecha y hora a la cremación pública de Chaves, sólo así se desbloquea esto.  Los demás aforados imputados nunca han importado gran cosa ni a Ciudadanos ni a Podemos ni al PP. Zarrías, Moreno, Viera. Son menos conocidos fuera de Andalucía. Son menos conocidos y venden poco. Chaves sí, Chaves es caza mayor. La cabeza del oso disecada en el despacho del joven Rivera con un lema que diga: “Así negocio”. 
 
Por poner tanto empeño en el chavicidio ha acusado la menguante Susana al emergente Albert de estar haciendo postureo. “Menos ponerse estupendo”, le ha venido a decir, “que el líder de Ciudadanos en Andalucía lleva ocho años de teniente de alcalde en un gobierno municipal del PSOE”. Que Susana te acuse de postureo es como que Varoufakis te recrimine exceso de autoestima. Ella es la reina. Pero razón no le falta cuando insiste en que todo estaría siendo distinto si Podemos, Ciudadanos y también el PP no tuvieran en la cabeza la lectura que sus votantes potenciales harán de la postura que tengan. Oye, no haberte pedido candidata pudiendo seguir siendo presidenta.  

Están todos los partidos en modo calculator, es verdad. Mirando a ver qué interesa hacer, qué interesa decir, a quién interesa atizar.  

Soraya Sáenz de Santamaría le ha arreado a Albert Rivera por decir que está abierto a pactar con todo el mundo. ¡Defina su política de pactos, hombre! En realidad, esto que dice Rivera (que está abierto a pactar con todos y con ninguno) no es muy distinto de lo que dice Cristina Cifuentes en Madrid. Que no descarta nada. O Esperanza Aguirre, que llegó a decir que ella está dispuesta a alcanzar acuerdos con todos los partidos, incluyendo Podemos. 

Y es verdad que todos ellos, pasado el 24, sondearán a todos a ver cómo respiran y qué se puede hacer. De modo que a todo esto que están diciendo ahora hay que darle la relevancia justa. Que es poca tirando a ninguna.