Monólogo de Alsina a las 7: "Se va Rajoy, el presidente que presumía de previsible en un país definitivamente imprevisible"
Ayer se fue Zidane y hoy se va a ir —le van a hacer irse— Rajoy. El presidente que presumía de previsible en un país definitivamente imprevisible. Hace veinticuatro horas, en este mismo lugar, nos preguntábamos si jugaría Rajoy la última carta que le quedaba para abortar la elección de Pedro Sánchez, Partido Socialista, como presidente del gobierno. La última carta era dimitir él.
Que no va a dimitir. Y es verdad, no dimitió. A pesar de que toda la tarde estuvieron martilleando con la hipótesis de que Rajoy renunciara, se quedara unos días en funciones y el Congreso invistiera a un nuevo presidente, o presidenta, que fuera de su mismo partido. La hipótesis Soraya. Que fue decayendo porque Moncloa pinchó el globo a media tarde. Y porque Cospedal acabó saliendo a decir de viva voz que abandonase todo el mundo la esperanza de que Rajoy renunciara. Esperanza, por cierto, que en algunos momentos pareció que tenía, sobre todo, el Partido Socialista. Como si la moción de censura se hubiera presentado sin previsión, en realidad, de ganarla, y sólo en los tres últimos días se hubiera ido haciendo Sánchez a la idea de que el domingo puede estar gobernando España. Salvo que Rajoy renunciara.
Rajoy mantuvo su cara a cara con Sánchez cuando ya sabía que su continuidad en el cargo estaba sentenciada. Y que los cinco diputados del PNV iban a sumarse al PSOE, Podemos y los independentistas catalanes para hacerle presidente. Se hizo esperar el anuncio oficial del PNV. En la octava hora del debate.
A media mañana ya sabía Rajoy que su amigo Ortúzar le dejaba caer y ya sabía Sánchez que le tocaba ponerse en serio a la tarea de gobernar un país. Enorme tarea que encara en condiciones muy precarias. Para tumbar a Rajoy le ha resultado relativamente fácil concitar la voluntad de nacionalistas, independentistas y Podemos (tampoco Iglesias se ha convertido de la noche a la mañana en el mejor amigo de Pedro Sánchez), pero para gobernar él no va a concitar tanta adhesión inquebrantable. Esquerra y el PDeCAT evidenciaron que prefieren al PSOE en la Moncloa que al PP y que lo prefieren porque ven factible, con los socialistas gobernando, alcanzar el derecho de autodeterminación para Cataluña. Por más que Sánchez tenga dicho que eso no está sobre la mesa.
El cambio de gobierno central lo reciben con sastisfacción los independentistas catalanes. Sánchez se ofrece a tender puentes y dialogar mucho. Pero dentro de la Constitución y el Estatuto. En eso no hay cambio de política.
Rivera se estrenó como opositor al nuevo gobierno Sánchez recriminándole que haya buscado el apoyo del independentismo catalán. Y animando a los independentistas a disfrutar del gobierno frankenstein.
Lo que hoy empieza para España es una etapa política inédita e inesperada.
Lo que hoy empieza para Sánchez es la responsabiliad de las decisiones de gobierno.
Alcanzado el objetivo que se había marcado en la vida —y alcanzado contra pronóstico y después de haber sido enterrado prematuramente por sus adversarios políticos, sobre todo los que tiene en su propio partido—, Pedro Sánchez va a ser presidente y va a tomar las decisiones él. Y va a ser controlado él, como gobernante, por un Parlamento en el que PP y Ciudadanos suman casi 170 escaños.
Si usted acaba de regresar, por ejemplo, de un viaje de diez días a algún destino exótico y ha estado desconectado de la actualidad de nuestro país, imagino que se habrá quedado a cuadros. Se fue sabiendo que Rajoy tenía garantizada su permanencia tras aquel cuponazo que negoció con el PNV hace un año y medio y vuelve sabiendo que está a punto de ser relevado en el cargo.
Éstos son los títulos de la prensa esta mañana, atienda:
• La Razón: 'El caos tumba a Rajoy'. Habla de la puñalada del PNV y rechaza que la responsabilidad sea de Rajoy por no dimitir. Es de Sánchez por su ambición, dice.
• El País: Sanchez se asegura lo votos para ser presidente. Rajoy se niega a dimitir para facilitar otras salidas. Critica al aún presidente por no haber renunciado y al nuevo presidente por no concretar las nuevas elecciones.
• El Mundo: Rajoy se niega a dimitir y facilita el gobierno temerario de Sánchez. Éste negociará con los separatistas. Le pide al presidente que dimita hoy.
• El Confidencial: Sánchez cierra la era Rajoy con un traspaso express y solo 84 diputados para gobernar.
• El Independiente: Rajoy no dimite para no acelerar el debate sobre su sucesión. Articulo de Casimiro Garcia Abadillo y Victoria Prego: 'Señor Rajoy, por el bien de España debe irse'.
• ABC: El PNV alumbra Frankenstein y Rajoy no dimite.
• La Vanguardia: dos palabras: 'Cae Rajoy'. Sánchez promete distension a Cataluña y las cuentas a Euskadi.
• El Periódico: Sanchez tumba a Rajoy. Editorial: 'Un nuevo tiempo politico'. Reclama cambio de ciclo y subraya que Sanchez aboga por no esconderse detrás de las togas.
• El Diario: El PNV confirma el final de Rajoy.
• El Español: Rajoy caerá con oprobio.
• Publico: Sanchez y la Gurtel destierran a Rajoy de la Moncloa.
Hay periódicos espantados con lo que va a suceder hoy aquí, los hay encantados de que se acabe Rajoy, pero unos y otros coinciden en que esta situación inédita en la que hemos entrado abre nuevas incertidumbres, la principal de ellas si esta mayoría que le sirve hoy a Sánchez para llegar al gobierno le va a servir para gobernar, en qué condiciones y por cuánto tiempo.