OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Naranjito contra la gaviota, una gresca que va a más"

Pónganse en su piel. O inténtenlo.

Carlos Alsina | @carlos__alsina

Madrid | 15.02.2018 08:04

Póngase en la piel de esta mujer. Madre de un adolescente. Él en clase, en el instituto, como cada día, cuando ella recibe el aviso —el móvil que suena, la radio que da la noticia— de que algo está sucediendo allí. Los coches de policía que están rodeando el instituto. El suceso que se está produciendo dentro. Un tipo que ha entrado con un rifle y varios cargadores y está disparando contra todo el mundo.

Pónganse en la piel de la madre y también del hijo. Y hagan suyo el alivio de ambos al reencontrarse fuera del centro escolar cuando el autor de los disparos ya había sido detenido.

Lo que pasó dentro lo han ido contando esta madrugada, conmocionados todavía, los profesores y estudiantes que han salido con vida. Terminaba ya la jornada escolar. La última hora lectiva. Un joven con la cara cubierta accede al instituto y hace que salte la alarma de incendios.

Alumnos y profesores comienzan a evacuar las aulas. Salen a los pasillos camino de las puertas de salida. Y allí está él, el joven armado, esperando para abrir fuego. El momento lo grabó uno de los estudiantes con su móvil. Tal vez lo grabaron varios. Es la característica de nuestro tiempo: todo lo que sucede queda documentado.

Éste es un alumno explicando que el tipo con el rifle disparaba a todas partes: hacia las puertas, las ventanas, hacia los estudiantes. Él no llegó a ver al asesino, pero sí vio el cuerpo de una de sus víctimas, un compañero muerto en el pasillo.

Y esta mujer es una maestra, de lengua...

…que explicaba esta madrugada a la NBC cómo una vez que comprenden que no es un incendio sino un código rojo, un ataque armado al instituto, actúan conforme al protocolo que recientemente se había actualizado: y que consiste en volver rápidamente a las aulas y esconderse donde se pueda.

Póngase, si puede, en la piel de todas estas personas. Escondidas, asustadas, sin saber si podrán contarlo.

El asesino se llama Nikolas Cruz, diecinueve años, antiguo alumno del instituto. Hay diecisiete asesinados. Tres personas en estado crítico. Numerosos heridos.

Decenas de familias deshechas.

Y una familia más, la del asesino —no le voy a pedir que se ponga en la piel de esa madre, de ese padre— también destrozada.

Vamos a otras cosas menos duras.

Lo más agradable de la mañana, la medalla. El bronce de Regino Hernández en los Juegos Olimpicos de invierno. Hacía 26 años que España no se estrenaba. La prueba de cross en snowboard. O el snowboard cross, que consiste en que te subes a la tabla y tienes que manejarte en una pista llena de baches, de saltos y de peraltes. Y a toda host… a toda velocidad. Porque tienes competencia. Seguro que va a disparar su número de aficionados a raíz de esta medalla histórica que ha conseguido Regino, el barbas.

Luego tenemos la cosa política nuestra de cada día. Naranjito contra la gaviota. Y la gaviota queriendo pegarle un viaje hoy a naranjito.

La gresca entre estos dos socios tan raros gana virulencia cada día que pasa. Hay que empezar a revisar eso de llamar a Ciudadanos el socio preferente del gobierno. Y hay que empezar a revisar también la idea de que hasta 2020 no hay elecciones generales.

Sí, es verdad que Rajoy ha repetido veinte veces que no piensa adelantar las elecciones. Que las legislaturas, salvo desastre absoluto, tienen que durar cuatro años. Lo dijo, sin ir más lejos, en este programa. Pero también dijo que podíamos estar seguros de que habría nuevos Presupuestos este año, ¿se acuerdan? Por si acaso él no se acuerda yo se lo pongo.

Habrá Presupuestos. Nuevos, se entiende. Porque prorrogados, en realidad, ya están. Este primer mes y medio del año lo hemos hecho sin cuentas nuevas. Y sin previsión, ahora mismo, de que se vayan a aprobar porque el gobierno no tiene apoyos con que sacar adelante ni esta ley ni ninguna otra.

Sin Ciudadanos no hay nada nuevo que legislar. Ninguna iniciativa del gobierno. Las leyes, de haber alguna nueva a la vista, serán a propuesta de la oposición, no del Ejecutivo. Cuya debilidad es manifiesta. Se puede gobernar a golpe de decreto ley, es verdad. Pero no se puede cambiar un país.

Hoy la guerra entre Rajoy y Rivera llega al Senado.

A esta comisión de investigación que está activa en la cámara alta y que tiene el mismo valor que la que existe en la cámara baja: ninguno. Investigar, desde luego, no investiga nada. Lo que hace es hacer desfilar por la tribuna a personas que puedan ser puestas en aprietos por los portavoces de los grupos. La comisión del Congreso es un dolor de cabeza para el PP, porque el partido cuya financiación se examina es el PP. La del Senado la crearon los populares para vengarse de los demás grupos y aprovechando que en la cámara alta tienen mayoría absoluta. Sólo se la ha tomado en serio el PP, los demás senadores la han boicoteado. Pero es ésta comisión el instrumento elegido por Rajoy para apretarle las tuercas a Rivera.

Hoy van a desfilar por la comisión militantes de Ciudadanos que son poco partidarios de Rivera y el autor de un libro que se titula “Rivera es un lagarto V”. Como Daiana, ¿se acuerdan?, que se comía las ratas sin masticarlas siquiera.

Al senador Aznar le ha encargado Rajoy que cruja a Ciudadanos a base de sospechas sobre sus finanzas. Y a Maíllo le ha puesto Rajoy el cuchillo en la boca para que salga a romperse la cara con Rivera.

En realidad, como sabe Maíllo, el Tribunal de Cuentas no denuncia ilegalidades, lo que hace es reclamar más información o afearle a los partidos que presenten una contabilidad defectuosa. Y la contabilidad de Ciudadanos, es verdad, le pareció incompleta y defectuosa al Tribunal. Sin que quepa extraer de eso que haya una caja B de color naranja, por ejemplo. Es una operación arriesgada para el PP usar la financiación irregular como argumento para criticar a los demás, pero en la guerra, está visto, todo vale. Y esta guerra empezó el 22 de diciembre, cuando Ciudadanos triunfó en Cataluña a costa del PP, que se vino abajo. Y Rivera entendió que era el momento para cambiar de piel, que diría el guionista de “V”: menos aparecer como aliado del gobierno y más como oposición para madrugarle el voto.

Sin pretenderlo, Maillo le ha hecho un favor a Rivera al reprocharle ayer que parezca el líder de la oposición en lugar del socio. Líder de la oposición es un cargo inexistente que reclama para sí Pedro Sánchez. Ayuno de protagonismo mientras el duelo entre Rajoy y Rivera siembra ya serias dudas de que vaya a agotarse la legislatura.