OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "¿En serio quiere el PP anular el juicio de la Gürtel?"

Les digo una cosa. Que ustedes ya saben. El Partido Popular es el partido que gobierna España. Es el partido cuyos dirigentes admiten que ha sido la corrupción la causa de muchos de sus votantes le hayan dado la espalda. Tres millones de votos, según la estimación que hizo Feijoo. La corrupción, el mangoneo, la falta de reacción interna a la basura que sabían que tenían en casa, el silencio, la tibieza. Ésa es la lección que, según dicen, han aprendido en estos años de escándalos, detenciones y visitas a los juzgados. Que hay que actuar.

Madrid | 06.10.2016 08:04

¿De verdad quiere el PP que se anule el juicio de la Gürtel? ¿En serio? ¿Hace suya el PP la postura que expresó ayer su abogado en la sala de justicia, se adhiere a las peticiones de nulidad que han planteado, salvo Correa, todos los otros integrantes de la cabalgata corrupta (presuntamente corrupta).

El Partido Popular no es un procesado más. Como todo procesado —en su caso por haberse beneficiado de los delitos que cometían otros (partícipe a título lucrativo)— tiene derecho a intentar salir exonerado (de eso se trata la labor de las defensas). Pero a diferencia de los demás acusados, el PP, procesado y todo, sigue siendo el partido político que gobierna el país. Es el partido que dice haber aprendido la lección. El que presume de estar colaborando, sólo faltaba, con las investigaciones judiciales. El que proclama ya tomó medidas contra los gurtelianos, repudió a Bárcenas, mandó a paseo al Bigotes y el Albondiguilla. El que incorporó a su argumentario la idea de que procesos judiciales como éste demuestran que el sistema funciona y que la impunidad no existe.

Es el mismo PP que se incomoda cuando se le recuerda la defensa que hizo en 2009 de su tesorero, la virulencia con que arremetió contra el juez Garzón, al que acusaban —lo recordarán Cospedal o Trillo, porque ambos llevaban la voz cantante— de abrir una causa general por razones políticas, del que recordaban a todas horas que había sido secretario de Estado con Felipe.

Se supone que este PP que está en el banquillo es el de aquella otra época en la que fingía no saber lo que tenía dentro. El que buscaba la argucia, el truco, para que los procedimientos judiciales naufragaran. Pero el PP de ahora sostiene que ya no está en eso. Que nada más lejos de su ánimo que intentar eludir la responsabilidad. Pero entonces aparece su abogado y vuelve a poner el foco en Peñas, el que grabó conversaciones, y en Garzón, el primer instructor, para pedir que se anule todo el proceso.

Ésta es la paradoja, poco afortunada para el partido que nos gobierna: Correa no ha pedido que se anule el juicio de la Gurtel. El PP, sí.