"Era jueves. Recuerdo a la gente corriendo en todas direcciones al saber que el ISIS había tomado Samarra. Y recuerdo el miedo en el rostro de cada persona con la que me crucé. Entendí que el miedo es una bestia voraz que va creciendo y creciendo dentro de uno hasta devorarlo.
Sabíamos que aquella noche era decisiva. Un antes y un después, se dice.
El miedo.
Puedo describiros cómo es. Un monstruo de ojos que parecen piedras de punta afilada, como si fueran a despeñarse desde una colina sobre mi cabeza. Me sentí en el fondo de un valle, vigilado por esos ojos. Y recuerdo haberme preguntado en qué orden debería intentar salvar a mi familia: ¿primero los niños, primero los ancianos, mis padres, la mujer embarazada?
Todos estos meses he intentado aquietar al monstruo.
Conseguí calmarlo. No del todo. Pero al menos dejo de atacarme a mí. Desde dentro de mí.
Lo que siento ahora, en esta otra noche decisiva, es que estoy en medio de un túnel oscuro. Pero escucho que algo está cambiando. Mis vecinos duermen. Tal vez están soñando con ver a los militantes del ISIS huyendo como perros.
La actividad militar en las afueras va en aumento. Sentimos la guerra, sí, pero la vida en la ciudad no se ha detenido. Abren los mercados, hay alimentos de precios cada vez más altos. Funciona Facebook.
Hay controles del ISIS en el acceso a cada barrio. Los yihadistas siguen confiscando casas en el oeste y ocupando las que han abandonado familias en fuga. Huir a Turquía cuesta tres mil dólares. Hay una nueva rute de escape gestionada por sirios de origen kurdo.
No hay nada como un instante de paz y sosiego. A pesar del miedo y la inseguridad, hay momentos de intimidad y recogimiento.
Lo que nos preguntamos los habitantes de Mosul es qué uniformados entrarán en la ciudad. Cuándo los tendremos aquí. Qué pasará luego."
Tiempo transcurrido desde la invasión de Estado Islámico: 869 días. En horas: 20.856. En minutos: un millón 251.360. 'Un millón de minutos de terror'.
Del autor de este texto no se conoce el nombre. Firma como un historiador residente en Mosul. Su blog apareció en la red coincidiendo con la caída de Mosul en manos yihadistas en 2014 y desde entonces ha ido publicando una suerte de diario de la vida bajo Daesh. Los expertos sostienen que el testimonio es real. Que está dentro. Que describe situaciones, escenas, que sólo alguien que vive allí puede narrar con tanta precisión. Con tanta emoción.
Tal vez, dentro de un tiempo, pueda corroborarse y ponerle cara al autor del diario de Mosul.
Vivir en guerra. Un millón de civiles esforzándose en seguir con su vida mientras la ciudad cambia de manos. Ha empezado ejército iraquí a reconquistar, barrio a barrio, la segunda ciudad del país.
Sostiene el ejército iraquí que la margen izquierda de Mosul estará bajo su plano control en breve. Que los yihadistas van retrocediendo. Presentando resistencia, sí. Minas antipersonas, francotiradores, artillería, coches bomba. Pero perdiendo.
Naciones Unidas informa de que se ha logrado abortar el plan de Daesh para trasladar a varios miles de personas desde una localidad cercana hasta Mosul para usarlos como escudos humanos.
Sigue habiendo asesinatos en grupo, ejecuciones en la jerga del verdugo. Si la batalla la gana el ejército de Iraq vendrán después las noticias que ya conocemos: de fosas comunes encontradas, de muertos por cientos, o por miles; por cristianos, por musulmanes no lo bastante devotos, por ignorar los rezos básicos del islam, por distribuir música, por no reconocer la santidad del califato y su califa ensangrentado.
El rastro que para siempre deja un millón de minutos de terror.
Miércoles, 2 de noviembre. España aguarda a conocer quiénes serán los nuevos ministros de su nuevo gobierno. Que tiene como presidente al mismo.
Estamos en el día menos dos para la constitución del nuevo gobierno en España y menos uno para que terminen las quinielas y el presidente ponga el huevo.
¿Y si fuera verdad que el propio Rajoy no tiene aún claro qué quiere hacer con su gobierno? ¿Y si el sabio manejo de los plazos esconde, en realidad, la indecisión sobre aspectos relevantes, como hacer o no vicepresidente a De Guindos, como dónde colocar a Cospedal, como qué palos puede tocar y qué incorporaciones hacer sin que nazca el nuevo ejecutivo enfermo de rencillas viejas.
El plazo que él mismo se dio se va acabando y a lo largo del día de hoy recibirán la llamada aquellos que aún no la hayan recibido. La jornada festiva no aportó más indicio que el mutismo absoluto de todos los ministros y sus jefes de gabinete. En vigilia. El Confidencial dice hoy que ganan puntos Báñez, Montoro y Cospedal. Y si los gana Montoro es que los pierde Luis de Guindos.
En 'El País', edición de miércoles, han encontrado por fin hueco (pequeño) para informar a sus lectores de la entrevista del domingo, a Sánchez, en LaSexta. Aprovecha el periódico de Prisa que El Mundo contó ayer la visita de Sánchez al presidente de Telefónica, Pallete, para hacer dos cosas: mencionar brevemente las cosas que Sánchez dijo y dedicarle un editorial a título póstumo.
Ajuste de cuentas de las parejas rotas. 'El País' dice que nunca presionó, sólo le trasmitió personalmente lo mismo que decía en sus editoriales: que un gobierno con Podemos y los independentistas no contaría con su apoyo. Es Sánchez, dice 'El País', quien visitó al presidente de Telefónica para pedirle que presionara a su favor sobre la linea editorial del diario. El señor Sánchez, concluye 'El País', carece de cultura democrática. "Si desde la oposición se permitía estas licencias, no queremos imaginar lo que habría sido de haber llegado al gobierno".
En torno a Sánchez se respira la paz de los cementerios. Tres días después de su esperada primera entrevista tras dejar el escaño, a Pedro Sánchez lo ha ninguneado la plana mayor socialista. La de ahora y la de antes, la suya.
Prematuro anticipar el final de una guerra que la dirección actual, de inspiración susanista, pretende que sea larga. Para acabar con el aspirante por agotamiento.
El tiempo dirá si la entrevista del domingo fue el principio de la reconquista o fue, como parece hoy, un error de cálculo que le ha dejado al redentor huérfano de apóstoles. Sobre esta piedra he levantado una ruina.