Lunes de Pascua. Apurando la vacación, hoy, en La Rioja —enhorabuena a los agraciados, no se trabaja—, en Navarra —enhorabuena, también—, en el País Vasco —descansa del Domingo de Resurrección la nueva pareja artística del PNV, Esteban y Pradales, agotadores sus mítines de ayer—, en Cataluña, en la Comunidad Valenciana y en un sinfín de municipios de Baleares. La lista de españoles agraciados termina ahí. El resto, a retomar la actividad laboral y con jornada bastante menos reducida de lo que desearía Yolanda.
Se nos fue la Semana Santa del año 2025. El tiempo vuela. Y estando de vacaciones, más, ¿no le parece a usted, amigo sufridor de este madrugón del reenganche?
La celebración de Otegui
El tiempo vuela, ya lo creo que sí.
Ha pasado ya un año desde que el PNV suspiró aliviado porque salvó por la mínima la primera plaza en las elecciones vascas. Treinta mil votos de alivio. Emparado a escaños con Arnaldo Otegi, vividor incombustible de la política —desde que tiene uso de razón— y uno de los pocos dirigentes políticos de nuestro país que, habiendo sido condenados por delitos muy graves permanecen atornillados a la poltrona para regocijo de sus fieles, sus publicistas y sus blanqueadores. Ayer celebró el Domingo de Resurrección este Otegi rindiendo homenaje a los miembros de ETAfusilados hace cincuenta años por el régimen de Franco. Porque, como saben en la Moncloa, hace cincuenta años el régimen seguía en plenitud de facultades dictatoriales y fusiladoras. De libertades, aún nada. Dices: bueno, esta vez Otegi celebra a miembros de aquella ETA antifascista que combatía a Franco.
Como saben en la Moncloa, hace cincuenta años el régimen seguía en plenitud de facultades dictatoriales y fusiladoras. De libertades, aún nada
A ver, Otegi no ha dejado de celebrar a uno solo de los etarras que en los treinta y seis siguientes se dedicaron a matar y secuestrar gente, da igual cuando leas esto. Fracasaron en su empeño de tumbar la Democracia española pero no fue porque no lo intentaran con todos los medios criminales de que dispusieron. Resignado a la evidencia de que la Democracia aguantó la embestida, Otegi vive ahora de dar lecciones democráticas al resto de los mortales. Volvió a dedicar su sermón dominical, ayer, a ello.
La nueva pareja de hecho que hoy dirige el PNV y el gobierno vasco, apellidos perfectamente vascos como son Esteban y Pradales —tan vascos como Eceizabarrena, Ibarguren o Sémper— echó el domingo entonando los salmos que cada Domingo de Pascua repite la feligresía nacionalista. A saber, la patria; la nación; el autogobierno; las transferencias; el sentido de Estado; y la extraordinaria utilidad que tiene el grupo peneuvista en el Congreso, capaz de llevar siempre a su redil lo mismo a un Rajoy que a un Sánchez.
La extraordinaria utilidad que tiene el grupo peneuvista en el Congreso, capaz de llevar siempre a su redil lo mismo a un Rajoy que a un Sánchez
Ya se sabe que para la dirigencia del PNV —tan parecida ésta de ahora a la anterior— la autodeterminación es un derecho pero cuyo ejercicio puede aplazarse indefinidamente, porque Euskadi es una nación que aspira a convertirse en Estado pero no ahora, ni mañana, ni pasado mañana, ni nunca en realidad (pero que no se entere nadie). La aspiración final es tan final que ni es aspiración ni es nada. Ni Pradales ni Aitor Esteban otorgan la más mínima posibilidad a llegar a ver una República Vasca Independiente. Ellos, con tener una comunidad autónoma con presencia cada vez menor de la administración central les basta. Otegi tampoco lo verá, pero de seguir dándole carrete a la ficción de la Euskalherría de las siete provincias es de lo que vive. No les vas a pedir a estas alturas, y a su edad, que se busque otro sustento.
Ni Pradales ni Aitor Esteban otorgan la más mínima posibilidad a llegar a ver una República Vasca Independiente. Ellos, con tener una comunidad autónoma con presencia cada vez menor de la administración central les basta
La causa judicial de Begoña Gómez
El tiempo vuela, es verdad.
Esta semana se cumple un año de la mañana en que un presidente de gobierno respondió en el Hemiciclo a una pregunta de Rufián y se marchó contrariado a la Moncloa.
Las noticias que había conocido el presidente eran, en realidad, una sola noticia: la apertura de diligencias judiciales para investigar la actividad de su esposa con empresas privadas que cuatro años antes habían sido objeto de relevantes decisiones gubernativas. O sea, el rescate de Air Europa, que es por donde empezó la causa judicial de Begoña Gómez.
El presidente que confiaba en la Justicia —quién lo diría, viendo la sucesión de declaraciones que en los meses siguientes hizo sobre diversas causas judiciales— se retiró a sus aposentos y difundió desde allí, en el Twitter, la famosa Carta de Pedro a los Españoles. Aquel artefacto insólito en el que sostuvo el presidente, con sintaxis manifiestamente mejorable (prueba de que era de su puño y letra), que no tenía claro que le mereciera la pena seguir gobernándonos siendo, como era, un hombre enamorado que vivía con impotencia el fango que sobre Begoña esparcía la coalición de intereses ultraderechistas que no aceptaba el veredicto de las urnas.
El presidente que confiaba en la Justicia —quién lo diría, viendo la sucesión de declaraciones que en los meses siguientes hizo sobre diversas causas judiciales—
Tuvo la gentileza el presidente de incluir, al final de sus cuatro folios, el cálculo que él mismo se había hecho de cuánto tiempo le llevaría aclarar sus dudas. Exactamente cinco días. Gracias a la precisión en el cálculo pudieron saber los españoles que a la vuelta de cinco días volverían a saber del presidente y de si le merecía la pena, o no, gobernarles. Y así fue como, durante cinco días, analistas, opinadores, políticos de todo signo, ministros, vicepresidentas y jefes de gabinete pudieron exhibir sin rubor la absoluta ignorancia en que vivían respecto de las verdaderas intenciones del líder. Con mención especial para la dirección del Partido Socialista, y su número dos, María Jesús Montero, y para el núcleo duro del gobierno, y su número dos, María Jesús Montero, a los que el presidente mantuvo en la oscuridad cruel durante cinco días demostrando el aprecio real que le tenía a sus inquietudes y sus opiniones. Hubo quien camufló su desamparo con una sobreactuación mitinera en la calle Ferraz de la que aún no ha logrado reponerse.
Y así fue como, durante cinco días, analistas, opinadores, políticos de todo signo, ministros, vicepresidentas y jefes de gabinete pudieron exhibir sin rubor la absoluta ignorancia en que vivían respecto de las verdaderas intenciones del líder
Un año después no queda duda de hasta qué punto asumió el presidente que le merecía la pena permanecer en el poder pese al daño colateral padecido en casa. La matraca de la máquina del fango duró lo que duró, los papagayos contra la fachosfera acabaron colocándose en su lugar natural —la propaganda oficial—, la causa judicial siguió adelante reconvertida de investigación sobre Air Europa en investigación sobre el master de la Complutense y reconvenido el juez Peinado por la Audiencia Provincial (reconvenido y avalado) y el gobierno de España siguió siendo el mismo que ya era, con el mismo presidente, la misma vicepresidenta pluriempleada y el mismo ministro de Justicia.
El gobierno de España siguió siendo el mismo que ya era, con el mismo presidente, la misma vicepresidenta pluriempleada y el mismo ministro de Justicia
La ofensiva sin precedentes, por tierra, mar y aire, escribió el presidente —dejándose llevar por el tópico— que buscaba derribar al gobierno utilizando los más deleznables recursos no debía de ser tan abrumadora ni tan aplastante como pretendió el escribiente (perdón, el presidente) porque un año después sigue la causa judicial, sigue Begoña Gómez imputada, se ha sumado la imputación de Sánchez Pérez-Castejón el músico, siguen los diarios publicando aquello que les parece noticia aunque a Presidencia le incomode (unos más que otros, también es cierto), siguen los tribunales tomando decisiones (que a veces gustan en Presidencia y a veces, menos) y el gobierno de España no ha caído.
No debía de ser tan abrumadora ni tan aplastante como pretendió el escribiente (perdón, el presidente) porque un año después sigue la causa judicial, sigue Begoña Gómez imputada
No tiene mayoría parlamentaria que le secunde, cierto. No presenta Presupuestos porque carece de mayoría parlamentaria, cierto. No termina de presentar proyectos de ley que fueron muy publicitados en su momento por la misma razón, cierto también. Sobrevive hipotecando a Puigdemont y ha dado respiro al pobre Umberto Eco con la martingala del fango y la fachosfera porque la treta daba de sí lo que daba.
Pero el gobierno sigue siendo el mismo. Y aquel presidente al que algunos quisieron ver tan tremendamente afectado hace ahora un año por unas diligencias judiciales ha dedicado el año siguiente a incidir en su forma de entender y ejercer el poder. Personalísima y personalista. Conmigo o contra mí. En mi bando o en el contrario. En mi lado correcto de la historia, que cambia de un día para otro en función de mis necesidades tácticas, o en el lado incorrecto que es el de todos los otros. Con o sin el concurso del Parlamento.
Conmigo o contra mí. En mi bando o en el contrario. En mi lado correcto de la historia, que cambia de un día para otro en función de mis necesidades tácticas, o en el lado incorrecto que es el de todos los otros
