EL MONÓLOGO DE ALSINA

El monólogo de Alsina: "¿De qué buscas trabajo? Ya, de lo que salga"

Les voy a decir una cosa.

Lo de hoy es la certificación formal de que todo es como parecía que era. Lo de hoy es el dato que objetiva hasta dónde alcanza ya la tierra quemada.

ondacero.es

Madrid | 25.04.2013 20:32

Lo de hoy es el acta que confirma que el número de personas queriendo trabajar pero sin puesto para hacerlo se eleva a 6.202.700. No es sólo que hayamos sobrepasado esa nueva barrera psicológica de los seis millones -como antes sobrepasamos los cinco, y los cuatro, y los tres-, es que la hemos sobrepasado con mucho, en más de doscientas mil personas.

Lo de hoy es como ir al médico sabiendo la grave enfermedad que hace tiempo arrastras, sabiendo que en los tres últimos meses ha empeorado, y esperando saber únicamente en cuánto, como de peor estás hoy en comparación con el primero de enero de este año. El diagnóstico es que estamos mucho peor. Como temíamos, o como ya sabíamos. Seis millones doscientos mil. 27,16 % de tasa de paro. 52 % de los jóvenes sin horizonte laboral. 3.500 puestos de trabajo destruidos cada día del último trimestre. El fracaso nacional se sigue ahondando.

Es posible que a quien menos le impresione este dato de hoy, a quien menos noticia le parezca esta lista que sigue creciendo, es a ti, que formas parte de ella. Cuando sale la EPA, cada tres meses, los dirigentes políticos y los medios de comunicación le dedicamos al asunto mucho tiempo, muchas frases, minutos y espacio para debatir sobre culpas y remedios, responsabilidades y soluciones. Lleva siendo así desde hace cinco años. Pero tú, que formas parte de esa lista, no te has quedado en el paro hoy.

Tal vez perdiste el empleo a primeros de año, o a primeros de otro año. Para ti la EPA, tu pertenencia a la EPA, es parte de tu realidad cotidiana, es tu noticia de cada día. Es cada día cuando, después de llevar a los niños al cole, entras en el infojobs -a ver si hay algo nuevo-,  revisas el correo --por si hubieras recibido respuesta a alguna de las solicitudes que enviaste--, envías mensajes nuevos a tus conocidos por si se enteran de algo, te das una vuelta por el barrio en busca de algún cartel que diga “se busca empleado”, terminas el curso de formación que iniciaste para aumentar tu cualificación (y también para que la casa no se te cayera encima de tanto habitarlo).

Llenas tu tiempo para no sentirte vacío. Y te haces a convivir con esa frase que marca  el momento en que un parado asume lo difícil que se reengancharse al mercado laboral, la frase “ya, de lo que salga”. ¿De qué buscas trabajo? Ya, de lo que salga. Al principio tu objetivo, claro, era encontrar trabajo en lo tuyo, en tu oficio, tu profesión, aquello en lo que tienes experiencia (tal vez toda la vida), en lo que eres bueno. Luego fue pasando el tiempo y ampliaste el ámbito de búsqueda. Dejaste de seleccionar un sector concreto en el buscador del portal de empleo: “busco trabajo en cualquier categoría y en cualquier lugar”. De lo que sea, de lo que salga.

Intuyo que a ti te va a dar un poco igual todo lo que hoy digamos sobre la EPA, sobre la política laboral o sobre las previsiones económicas. Ya te haces idea de cómo ha sido lo de hoy: el gobierno diciendo que, si no fuera por él, aún habría más parados y la oposición diciendo que es por él por lo que hay tantos. El viejo juego dialéctico. El PSOE, cuando gobernaba, nos repetía aquello de que estábamos en la peor crisis económica de los últimos ochenta años, aquélla era la causa de que todo fuera tan mal, no la política de Zapatero o la reforma laboral que llevó a los líderes sindicales a convocar una huelga general. Ahora que está en la oposición, el PSOE ya no habla de la coyuntura global ni de los últimos ochenta años, ahora sólo señala una causa de que todo empeore: la reforma laboral de Rajoy, que también llevó a los líderes sindicales a convocar otra huelga. Sí, del PP se puede decir lo mismo o algo aún peor.

En la oposición, la EPA le parecía a los populares el reflejo más fiel, más descarnado, de lo mal que nos iban las cosas; pero ahora se empeñan en recordarnos que, después de todo, es una encuesta. Si había cada vez más paro no era porque en 2009 se hundiera económicamente Europa -y España con ella y más que ella-, sino porque estaba ZP en el gobierno. Ahora que es Rajoy quien gobierna, la razón que el paro empeore está en las circunstancias globales y en la herencia (la herencia recibida que, a este paso, durará más que la propia legislatura), y si no ha empeorado todo aún más es...¡por la reforma laboral que hizo el gobierno!

La EPA que antes era palabra de Dios ahora no pasa de ser un indicador basado en una encuesta, fíjate el empeño que pone ahora el gobierno en recordarnos que el paro registrado es inferior al que dice la EPA, dónde va a parar, y que la tasa de paro -¡27,16 %!- es producto de que decrece la población activa: como se van los inmigrantes, como se van los españoles que emigran, aquí nos quedamos menos y, a igual número de parados, la proporción sobre el total aumenta. Tampoco en esto es original el gobierno de ahora, ya lo decía en su etapa de ministro Valeriano Gómez.

Es probable que todo esto te interese poco porque lo has oído ya mil veces -el disco rayado- y porque en nada cambia tu día a día. Hace tiempo que sabes que lo peor es abandonarse, desfondarse, rendirse a esa infección destructiva que se llama “el desaliento”. Tú estás harto de escuchar eso de “no pierdas la esperanza, hombre, ya verás cómo encuentras algo, esto no puede durar siempre”. Es fácil decirlo, ¿eh? Cada vez más difícil creérselo. A estas alturas ya sabes la carga que representa cada nuevo día sin empleo, ese segundo nombre que acompaña a tantísimos parados, “de larga duración”, un saco de piedras a la espalda, salir cada día a la calle arrastrando un yunque, y sin perder el paso no vayan a criticarte, encima, por arrastrar los pies.

De ti sí cabe decir que estás en pie. Para ti no es un lema, no es un grito de guerra, es la obligación que te impones y que cumples religiosamente cada mañana.  De pie sales a patearte el barrio con el Segunda mano. En pie peleas cada día, desde hace ¿cuántos?, por aquello en lo que crees, que es trabajar honradamente -ya en lo que salga- para vivir también honradamente. En pie estás tú todos los días. No para exigirle a nadie, a voces, o provocando incidentes, que renuncie, sino para no renunciar tú al derecho que tienes a seguir creyendo que el día que empieza será ese día en el que encontrarás lo que estás buscando.