OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Presunción de inocencia para todos"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre cómo la juez Biedma ha procesado a David Sánchez Pérez-Castejón por tráfico de influencias y a Miguel Ángel Gallardo por prevaricación.

⚖️La jueza abre juicio oral al hermano de Pedro Sánchez por tráfico de influencias y prevaricación

👉Gallardo reconoce que "probablemente" tendrá "más derechos" tras su aforamiento

Carlos Alsina

Madrid |

Admitamos que hay personas que cuando escuchan al hermano creen estar escuchándole a él. O quieren estar escuchándole a él. Y como suenan muy parecidos, casi casi se acarician mientras le ven sentado ante una jueza y respondiendo, mal que bien, a su interrogatorio implacable. O sea, que ni Sánchez es su hermano ni su hermano es Sánchez.

En enero de este año declaró como investigado David Sánchez Pérez-Castejón (Sánchez el músico) ante la jueza Biedma. Salvo sorpresa, su voz volverá a ser escuchada en una sala de Justicia pero ya no como investigado sino como procesado, es decir (y ahora sí) sentado en el banquillo de los presuntos delincuentes. No es Sánchez, es su hermano, y nadie ha dicho aún que sea culpable de nada. No está juzgado. El músico sigue siendo inocente mientras el tribunal que lo juzgue no diga lo contrario. Pero cuatro meses después de su declaración, el rumbo que ha seguido este caso es el contrario al que deseaba David Sánchez, y su abogado, y la fiscalía, y el gobierno de España. Porque el gobierno, aunque no forma parte de la causa, sí forma parte de la historia porque fue él, el gobierno, quien eligió no sólo comentar la marcha de la instrucción judicial sino lanzarse a hacer pronósticos sobre lo poco que ésta duraría porque no había nada en lo que sustentarla.

Cuatro meses después de su declaración, el rumbo que ha seguido este caso es el contrario al que deseaba David Sánchez, y su abogado, y la fiscalía, y el gobierno de España

Es verdad que cuando un gobierno hace pronósticos sobre una causa judicial puede interpretarse que más que pronósticos son recados, indicaciones o presiones a la jueza que la instruye. Puede interpretarse así porque, en efecto, eso es lo que es. Eso es lo que ha sido. Eso es lo que sigue siendo. El ánimo de influir sobre la jueza en favor del hermano de presidente investigado. Ya se ha visto que el pressing, si ha tenido algún efecto, ha sido justo el contrario al que se buscaba. Doctores tiene la iglesia.

El ánimo de influir sobre la jueza en favor del hermano de presidente investigado. Ya se ha visto que el pressing, si ha tenido algún efecto, ha sido justo el contrario al que se buscaba. Doctores tiene la iglesia

Procesado por tráfico de influencias David Sánchez y procesado por prevaricación Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz. El contratado y el contratante. Además de otros cargos de la Diputación (y del PSOE) y además de Carrero, el amigo que pasó de trabajar en la Moncloa de Sánchez a trabajar en la Oficina de Artes Escénicas del otro Sánchez.

Gallardo, el cargo institucional más alto, ha sacrificado su coherencia lanzándose estos días a un corre que te pillo con la jueza para evitar que pudiera procesarle. ¿Cómo? Convirtiéndose de repente, y con la complicidad de cinco camaradas suyos de partido, en el inesperado diputado que debuta en el Parlamento regional dos años después de las elecciones y a costa de que renuncien al escaño los cinco que iban por delante de él en la lista. Oye, donde hay patrón no mandan jornaleros. Y si en Madrid se ha decidido que hay que aforar a Gallardo para que, de rebote, se beneficie el hermano, la maniobra se ejecuta y punto. Ya se irá compensando, y recolocando, a los damnificados. Para qué está, si no, un partido de gobierno. Ahí está Carrero para dar fe.

Si en Madrid se ha decidido que hay que aforar a Gallardo para que se beneficie el hermano, la maniobra se ejecuta y punto. Ya se irá compensando, y recolocando, a los damnificados. Para qué está, si no, un partido de gobierno.

La defensa de Gallardo alega que la jueza dejó de tener capacidad para procesarle el miércoles a las 13 horas 17 minutos, en el momento en que recibió su credencial como diputado. Última bala de la defensa para abortar el procesamiento. Está por ver que prospere y está por ver que si no le procesa la jueza lo haga el Tribunal Superior en los mismos términos, pero por el camino se ha dejado el líder socialista buena parte de su liderazgo. Llevaba meses pidiendo que la investigación terminara y ahora que la juez la termina, le parece que se ha precipitado.

La defensa de Gallardo alega que la jueza dejó de tener capacidad para procesarle el miércoles a las 13 horas 17 minutos, en el momento en que recibió su credencial como diputado. Última bala de la defensa para abortar el procesamiento

En otros tiempos, al Partido Socialista le habría resultado insoportable tener a un presidente de Diputación, y secretario regional, procesado por prevaricación y tráfico de influencias. Porque hubo un tiempo, no muy lejano, en que los partidos políticos —y Pedro Sánchez en persona— presumían de higiene democrática apartando de su cargo a aquel que fuera procesado. Por eso, entre otras cosas, han puesto tanto empeño los partidos de nuestro país en personarse en las causas judiciales y conseguir imputaciones y procesamientos: era la forma de cobrarse cabezas de adversarios, daba un poco igual que al final del juicio hubiera condena o absolución porque el objetivo ya estaba conseguido.

Hubo un tiempo, no muy lejano, en que los partidos políticos —y Pedro Sánchez en persona— presumían de higiene democrática apartando de su cargo a aquel que fuera procesado

El PSOE se apresuró a aclarar ayer que Gallardo, procesado y todo, permanecerá en su sillón provincial, en su recién estrenado sillón parlamentario y en el sillón orgánico de la secretaría regional del partido. El argumento, de saldo, es que es víctima de la persecución de una asociación ultraderechista, que es un comodín bastante elástico que permite justificar cualquier cosa.

El argumento, de saldo, es que es víctima de la persecución de una asociación ultraderechista, que es un comodín bastante elástico que permite justificar cualquier cosa

David Sánchez Pérez-Castejón sigue siendo hoy tan inocente como ayer y disfruta de las mismas garantías judiciales que tenía ayer. Es en el juicio donde se sustancian las pruebas (o no) y donde se establece si el procesado es culpable (o todo lo contrario). La jueza ha procesado en coincidencia con el criterio de la acusación popular (Manos Limpias) y en contra del criterio de la fiscalía, que refuta sus conclusiones porque sólo ve conjeturas. Y podría ocurrir que el tribunal comparta el criterio de la fiscalía y acabe exonerando a los acusados.

La jueza ha procesado en coincidencia con el criterio de la acusación popular (Manos Limpias) y en contra del criterio de la fiscalía, que refuta sus conclusiones porque sólo ve conjeturas

No sería la primera vez que algo así sucediera por mucha tinta que previamente haya hecho correr un caso. Ahí tienes lo de Fabra, de ayer mismo. Un jurado ha absuelto al ex presidente de la diputación de Castellón del delito de cohecho en los patrocinios del aeropuerto. Absuelto en contra del criterio de la fiscalía y del juez que lo procesó. A veces, pasa.

Absuelto en contra del criterio de la fiscalía y del juez que lo procesó. A veces, pasa

El hermano del presidente podría salir absuelto del juicio. Naturalmente que podría. Pero habrá de asumir el presidente que si él sigue llamando corruptos a Díaz Ayuso y su hermano porque éste fue investigado por las mascarillas (aunque el caso fuera archivado sin llegar a juicio) haya quien se sienta legitimado, aplicando su misma doctrina —la doctrina Sánchez— a llamarles corruptos a él y a su hermano incluso aunque éste saliera del juicio exonerado. Esto es aquello de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. O no reclames para ti la presunción de inocencia que no le reconoces a tu adversario.

Esto es aquello de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. O no reclames para ti la presunción de inocencia que no le reconoces a tu adversario
Monólogo de Alsina: "Presunción de inocencia para todos"