Tanto festival de la canción, tanto festival de la canción, y quien nos dejó ayer sin actuación fue la artista voluntariosa que pone voz cada semana a los estribillos que le escriben sus jefes. O sea, Esther Peña, intérprete elegida por la organización (de ese festival que es el PSOE) para animar a los psoe-fans cada lunes dejándose la piel sobre el escenario con una convicción y una fuerza que ni Melody. Estas rancheras que le escriben los letristas de la casa y en las que Sánchez siempre enamora mientras Feijoo siempre muerde el polvo.
O sea, Esther Peña, intérprete elegida por la organización (de ese festival que es el PSOE) para animar a los psoe-fans cada lunes dejándose la piel sobre el escenario con una convicción y una fuerza que ni Melody
Por alguna razón, el PSOE mantuvo cerrada ayer su sala de conciertos y nos privó de una actuación (yo creo que) muy esperada. Título de la canción: Qué será, será (de Santos). Cuánto de lo que estos días se viene publicando sobre el secretario de organización del PSOE recogerá el informe de la UCO que está esperando el juez Puente. Y qué hará éste si hay conversaciones en las que Cerdán habla con Koldo, en términos sospechosos, de adjudicaciones de obra pública en el País Vasco y Navarra.
Por alguna razón, el PSOE mantuvo cerrada ayer su sala de conciertos y nos privó de una actuación (yo creo que) muy esperada. Título de la canción: Qué será, será (de Santos)
Y qué hará Sánchez si el secretario de organización que relevó al secretario de organización hoy imputado (y presuntamente corrupto) acabara imputado él también (y presuntamente corrompido). Que uno te salga rana es un problema, pero que te salgan dos. Empatas con Esperanza.
Que uno te salga rana es un problema, pero que te salgan dos. Empatas con Esperanza
Ni el PSOE ni el gobierno dedicaron ni medio acorde tampoco a explicar a los ciudadanos cómo ha sido el chantaje al presidente. Esta historia tan relevante que desveló El País el domingo según la cual uno de los implicados en la trama Koldo advirtió al gobierno (o al PSOE, no se sabe a quién exactamente) de que filtraría grabaciones tan comprometedoras que podrían hacer caer a un gobierno. Ya les conté ayer los términos del chantaje, según las fuentes gubernativas consultadas por El País: o Correos readmitía a un empleado despedido y Marlaska enterraba un expediente disciplinario a un policía o saldrían a la luz las grabaciones. Los términos del chantaje son ciertamente desequilibrados: o me readmitís a un trabajador de Correos, o cae el gobierno. Tú eliges, Pedro.
Los términos del chantaje son ciertamente desequilibrados: o me readmitís a un trabajador de Correos, o cae el gobierno. Tú eliges, Pedro
Pedro, gran director de la orquesta del PSOE —ovacionado allá donde va siempre que vaya o a un acto de público cautivo o al Círculo de Economía de Barcelona, donde los ultrarricos—, pudo haber denunciado ayer públicamente el chantaje del que, según su equipo, ha sido objeto; pudo haberse personado en un juzgado a denunciar ese pedazo de delito que es chantajear al gobierno; pudo incluso haber confirmado si, como contaba El Mundo, está al tanto de los guasaps de su añorado amigo José Luis desde hace siete meses porque se interesó por conocer qué material maneja la UCO.
Pedro, gran director de la orquesta del PSOE —ovacionado allá donde va siempre que vaya o a un acto de público cautivo o al Círculo de Economía de Barcelona, donde los ultrarricos—, pudo haber denunciado ayer públicamente el chantaje
Pero hubo de apartar todas estas minucias de su cabeza el presidente porque pesaba, sobre todo, en su ánimo el revés que encajó la noche del sábado. Dices: será la noche del domingo, el revés de encajar el descalabro del Partido Socialista portugués, otrora faro de las izquierdas españolas. No, de esto tampoco dijo nada nuestro disgustado presidente. El revés fue lo del sábado. No que ganara Austria, que oye, el chico era contratenor e hizo una exhibición vocal que ni Iceta en la fiesta de la rosa. No, el disgusto fue que la televisión israelí quedara segunda y Televisión Española, antepenúltima. Eso, duele.
No, el disgusto fue que la televisión israelí quedara segunda y Televisión Española, antepenúltima. Eso, duele
Hay que entender al eurofan disgustado que es el presidente. Desolado, como tantos otros eurofans, al comprobar no sólo que Israel sigue participando sino que obtiene más votos que nadie entre los espectadores de Televisión Española. Cómo reprocharle al jefe del gobierno de España que le dé un ultimátum a la Unión Europea (de Radiotelevisión) —para los iniciados, UER— para que expulse de una vez a la televisión israelí.
Hay que entender al eurofan disgustado que es el presidente. Desolado, como tantos otros eurofans
Eurovisión, ríndete. A ver, esto lo dices antes del concurso y te ahorras esta apariencia como de mal perder, ¿no? Pero, claro, lo dices ahora que TVE ha quedado antepenúltima y que el voto de sus espectadores en España ha dado la máxima puntuación a Israel y a ver, pelín oportunista sí parece. Que Sánchez no soporta perder es conocido y que Televisión Española la vive como si fuera suya —no suya como de todos los españoles, sino suya, suya, como el fiscal general del Estado— está también sobradamente acreditado. Y que ponerse estupendo contra Eurovisión a cuenta de Gaza es arriesgar poco, eso también es un hecho.
Que Sánchez no soporta perder es conocido y que Televisión Española la vive como si fuera suya está también sobradamente acreditado. Y que ponerse estupendo contra Eurovisión a cuenta de Gaza es arriesgar poco, eso también es un hecho
Bueno, un riesgo sí que tiene. El riesgo de que te recuerden que a Rusia se la dejó fuera, es verdad, pero sin que Televisión Española diera entonces la batalla (fueron otras televisiones las que lo pidieron). O el riesgo de que te recuerden que Israel sigue formando parte del Foro Unión por el Mediterráneo que apadrina el gobierno español (y esto ya va de países y gobiernos, no de televisiones). O que Israel participó en Fitur este pasado enero —Tierra de creación, se llamaba el stand— sin que conste que al presidente le incomodara.
El riesgo de que te recuerden que a Rusia se la dejó fuera, es verdad. O el riesgo de que te recuerden que Israel sigue formando parte del Foro Unión por el Mediterráneo que apadrina el gobierno español
O que participa en el Mundial de fútbol, y en los Juegos Olímpicos. ¡Y hasta en la ONU! O que, como ha señalado Sumar —y bien señalado está—, llamaremos genocida al estado de Israel pero mantenemos relaciones diplomáticas en plenitud y mantenemos las relaciones comerciales. Sobre armas, también, por cierto; no consta que Sumar haya conseguido que el gobierno rescinda todos los contratos de abastecimiento y colaboración que tiene con la industria militar y con el Estado de Israel. Los quince millones de balas marlasquianas fueron la excepción que confirma la regla.
¡Y hasta en la ONU! O que, como ha señalado Sumar —y bien señalado está—, llamaremos genocida al estado de Israel pero mantenemos relaciones diplomáticas en plenitud y mantenemos las relaciones comerciales
Y el riesgo mayor, en fin, es que Israel vuelva a participar el año que viene en Eurovisión sin que se le toque una coma del sistema éste del televoto sobre el que R-T-V-E ha sembrado la sospecha del pucherazo. O sea, que el todopoderoso presidente de un gobierno español le dé un ultimátum a la UER y ésta pase olímpicamente y él quede como un líder europeo bien poco influyente. Siempre podrá, llegado ese caso, Televisión Española abstenerse de participar en Eurovisión el año que viene. En coherencia con la posición que ha tomado, lo suyo sería que si participa Israel, España renunciara a participar. Dices: hombre, que Eurovisión da audiencia y genera muchos ingresos.
En coherencia con la posición que ha tomado, lo suyo sería que si participa Israel, España renunciara a participar. Dices: hombre, que Eurovisión da audiencia y genera muchos ingresos
Ya, pero los principios están por encima de eso. O sacan a Israel, o Televisión Española se sale. Eso sí sería un ultimátum. Y a ver a quién iban a votar los demás países entonces. Bueno, queda un riesgo más. Y es que Junts per Cataluña, cuyos lazos con el Estado de Israel son tan firmes y tan notables, exija que su apadrinado, que es Sánchez, se retracte. En cuyo caso ya sabemos quién cambiaría de opinión.