OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Xi es cuco"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el sector progresista del CGPJ, que planea reunirse para valorar una posible dimisión en bloque, y sobre la visita de Pedro Sánchez a China, tras la invitación del presidente Xi Jinping.

Carlos Alsina

Madrid | 24.03.2023 08:37

Monólogo de Alsina: "Xi es cuco"

Vuelve el serial del CGPJ. El colofón a la semana en que el Congreso vivió una farsa en forma de moción de censura fake es el regreso de un viejo asunto pendiente que afecta directamente al Parlamento. Suya es la competencia, y el deber, de proceder a renovar en plazo el Consejo del Poder Judicial. En plazo es verdad que ya no va a poder ser, porque el plazo se cumplió hace cinco años.

El nuevo capítulo del serial es un remake. Hace ya muchos meses se le ocurrió al gobierno que una forma de obligar al PP a pactar los nombres sería que todos los vocales renunciaran a la vez. Horror vacui, en lugar de veinte vocales, el vacío. La cosa no prosperó porque sólo dos vocales de izquierdas se dieron por aludidos. Concepción Sáez y Álvaro Cuesta, el veteranísimo Álvaro Cuesta que antes de vocal fue diputado del PSOE y miembro de su dirección nacional, nunca hubo disimulo. Lo que pasó fue que Cuesta propuso el harakiri colectivo y los conservadores le dijeron que empezara él por dar ejemplo. En vista de que no le seguían ni los de izquierdas, Cuesta abandonó la idea y, por supuesto, no dimitió. Quien sí acabó dimitiendo fue el presidente, Lesmes. Se dijo: es que si dimite Lesmes la situación ya será insostenible, tendrá que resignarse el PP a pactar con Sánchez. Pues no. Lesmes se fue y desde entonces hay un presidente en precario del Consejo y otro interino en el Supremo, incumpliendo los dos la norma que dice que una misma persona ha de desempeñar ambos puestos. Ahora quien ha dimitido es la vocal Sáez, y aprovechando la circunstancia Cuesta, el del PSOE, va a intentar otra vez el harakiri de grupo. Sólo de los de izquierdas. El lunes. A ver si así el Consejo se queda sin quorum y no hay más remedio que renovarlo. Bueno, más remedio. Visto lo visto ya puede hundirse el mundo que ni Feijoo y Sánchez van a cerrar un acuerdo ni los presidentes del Congreso y el Senado van a mover un dedo para que sus cámaras respectivas cumplan con su obligación de resolver este atasco.

El Gobierno cree haber pasado página con la renuncia inducida de María Gámez

Quien también dimitió en la semana de Tamames fue la directora de la Guardia Civil, palabras mayores. El gobierno cree haber pasado página con la renuncia inducida de María Gámez, a quien han cubierto de elogios por haberse marchado a su casa sin alcanzar a explicar por qué tiene que marcharse quien no está ni investigado ni nada. Tomará posesión la semana que viene Mercedes González, mujer disciplinada ---periodista en otro tiempo--- a la que Sánchez hizo creer que sería candidata a la alcaldía para dejarla después con las ganas. Ayer dijo que la Guardia Civil atraviesa en España por un momento muy complicado. Seguro que tendrá ocasión de explicar por qué en cuanto tome posesión del cargo.

Un momento complicado… ¿se refiere al caso cuarteles, no? Al caso cuarteles y al caso Berni, con mandos de la Benemérita salpicados en los dos.

Díaz Ayuso rompe con Vox

Caminito del 28 de mayo, que hay elecciones, en el parlamento regional madrileño se dio por estrenada ayer la campaña. Con momentos tan chocantes como éste del socialista Lobato presentándose a sus compañeros diputados, a estas alturas.

Ya no hay político en España que no se deje la piel cada día. País de desollados. Fue en esta sesión electoral en la que Díaz Ayuso escenificó, dicen las crónicas, su ruptura con Vox (aprovechando que no soporta a Rocío Monasterio).

La deriva que ha tomado Vox, como si Vox fuera hoy algo distinto de lo que ha sido siempre. La diferencia es que ahora no le aprueba los proyectos al gobierno del PP en el parlamento madrileño. A las nueve estará aquí la señora Díaz Ayuso y podremos hablar de ésta y otra cuestiones. Quede constancia de que en esto de separarse de Vox, por lo menos de momento, coinciden Ayuso y Feijoo, para que luego digan que van cada uno por su lado.

Vox es la antipolítica. Pues que se lo digan a Mañueco, que es quien comparte gobierno con ellos, latido a latido. Y quien, quizá fruto de ese pacto, ha inventado la peineta involuntaria. Le cazaron haciéndole una peineta a una diputada del PSOE y alegó que había sido sin voluntad de hacérsela. No se sabe qué es peor. Si hacer el gesto o no tener el gesto de admitirlo y disculparte recogiendo el dedo.

Se abre la subasta sobre a quién quiere más el chino, si a Rajoy o a Sánchez

Le preguntaron a Feijoo qué le parece que el chino Xi haya invitado a Sánchez a hacerle una visita y respondió que también Rajoy estuvo en Pekín, ya ves tú qué cosa.

Rajoy estuvo, es verdad, en el foro aquel de la Ruta de la Seda, año 17. Pero en la Moncloa dicen que Sánchez va él solo. No a un foro, sino distinguido por el presidente Xi. Se abre la subasta sobre a quién quiere más el chino, si al de antes o al de ahora. Convertido Xi por el gobierno de España en la prueba de la influencia internacional de nuestro presidente: campeón mundial de peso pesado. Proceda con el salmo, ministro Albares

Sobre todo, nuestro líder. Alabado sea Xi. Que es un personaje tan poderoso y tan influyente como poco recomendable desde los estándares democráticos que nos gastamos en la Unión Europea.

Habrá que ir a visitarle como si fuera el faro que ilumina el progreso del mundo

El presidente chino es éste que ocultó el comienzo del coronavirus y embarcó a la OMS en su estrategia de quitarle importancia a los primeros contagios ---qué papelón el de Gebreyesus dejándose agasajar por Xi---; el chino es éste que anda haciendo manitas con Putin y respaldando, con los hechos, su política de agresión a los países vecinos ---ni una palabra de reproche se le ha escuchado---; el chino es éste que se deja coronar por la plana mayor del Partido Comunista, que es el partido único ---todo hombres fotocopiados, véte a hablarle tú de paridad--- mientras niega a sus compatriotas el derecho a decidir entre partidos distintos. Quizá pueda llevarse hasta China el presidente Sánchez esta grabación que le sirvo del debate en el Congreso esta semana. Cuando Tamames le hablaba de autocracia.

Allí donde sólo hay un partido lo que existe es régimen dictatorial. Para autócrata, por tanto, no Sánchez sino el chino. Pero oye, la diplomacia obliga y habrá que ir a visitarle como si fuera el faro que ilumina el progreso del mundo. Pasando por alto estas pequeñas cuestiones y fingiendo que su plan de paz para Ucrania es una propuesta digna de estudio y no una mascarada a beneficio de Putin.

A ver, no te vas a plantar en Pekín feliz porque el presidente chino te ha invitado ---está el gobierno haciendo fiesta mayor con este asunto--- y decirle nada más tomar tierra lo que dijo el ministro Albares cuando China presentó su iniciativa en la ONU, que es que no necesitamos un plan de paz, sino que Rusia retire sus tropas de Ucrania. Estados Unidos ha confirmado la presencia de munición china en suelo ucraniano, disparada por las tropas rusas. Investiga si el régimen de Xi se la ha faclitado a Putin. Oye, si en estas condiciones Sánchez consigue que el chino le reclame a Putin la retirada habrá que hacerle un monumento con ramas de olivo. Pero no parece que esté el amigo Xi dispuesto a llegar tan lejos sólo para reforzar el tirón internacional de nuestro presidente.