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El monólogo de Alsina: "Los fundadores de Podemos han pasado de ser amigos para siempre a enemigos a muerte"

La quiebra de Podemos en Madrid. Iñigo Errejón ya no es el candidato de este partido a las elecciones autonómicas y ya no es diputado por Madrid. Él finge que su plan sigue adelante: presentarse bajo el paraguas de la plataforma de Manuela Carmena.

ondacero.es

Madrid | 22.01.2019 08:15 (Publicado 22.01.2019 08:00)

Décimo día de trabajos en el cerro. Perforando el monte en el empeño de devolver cuando antes a Julen a sus padres.

Anoche terminó de taladrarse el suelo hasta sesenta metros de profundidad. Esta madrugada se ha avanzado en la colocación de los tubos de hierro que servirán de conducto seguro para hacer descender a los mineros. Aún queda trabajo por hacer. Éste ya con herramientas manuales y en una jaula metálica que sirve de montacargas. Una jornada más, los especialistas trabajando sin que haya amanecido ahí todavía.

Explicó el ingeniero López Escobar que los mineros de Hunosa, en su cabeza, han hecho ya más de cincuenta veces la galería.

Anoche, en Antena 3, Santiago Suárez, que fue jefe de la Brigada de Rescate de Hunosa insistía en que la seguridad de quienes van a ir bajando al fondo a taladrar el túnel es prioritaria. Poquito a poco y sin arriesgar más de lo necesario.

Las horas se hacen eternas en Totalán. Y a la vez, los días se pasan demasiado pronto.

La quiebra de Podemos en Madrid. Iñigo Errejón ya no es el candidato de este partido a las elecciones autonómicas y ya no es diputado por Madrid. Él finge que su plan sigue adelante: presentarse bajo el paraguas de la plataforma de Manuela Carmena, pero el plan ha cambiado radicalmente porque hasta el viernes tenía a Podemos detrás y desde el viernes tiene a Podemos enfrente.

De nuevo, la pregunta que hasta mayo no tendrá respuesta: cuánto pesa políticamente Errejón no sólo al margen de Podemos, sino en competencia con Podemos. En sólo dos años ha pasado de ser el portavoz parlamentario de este partido a no ser nada y a estar fuera del Parlamento. Él presentó su renuncia al acta como un gesto de distensión.

Candidatura en la que él desea que esté Podemos (y es natural que lo desee, porque sin Podemos la candidatura se ve mermada de potencia de fuego y de recursos económicos) pero en la que Podemos ya ha dicho que no va a estar.

Éste es el grito de guerra hoy en Podemos (o en lo que va quedando de Podemos): al traidor Errejón, ni agua. Lo que esperan sus ex compañeros de lista es que monte una candidatura nueva con sus fieles, que son los represaliados por Pablo Iglesias. Ahí suena el nombre de Carolina Bescansa, que fue repudiada por el líder supremo cuando se descubrió aquel documento, la hoja de ruta del complot, que describía cómo conquistar primero la lista de las autonómicas para promover después una lista para las generales que no estuviera encabezada por Iglesias. La comunidad de Madrid para Iñigo, la Moncloa para Bescansa. Se destapó la cosa, Errejón dijo que él no sabía nada y Bescansa intentó quitarle hierro. Lo que pasó es que Iñigo salvó la cabeza renegando de aquello (y fue proclamado candidato) mientras que Bescansa fue defenestrada y enviada a galeras.

Los fundadores de Podemos han pasado de ser amigos para siempre (means you’ll always be my friend) a enemigos a muerte (means I will never forget).

Segundo día sin taxis en Madrid, quinto día sin taxis en Barcelona.

En la víspera de que empiece la Feria Internacional de Turismo en Madrid y con cortes de tráfico, vehículos VTC atacados, altercados con la guardia civil y amenaza de bloquear la frontera con Francia en Cataluña.

Algunas de las asociaciones convocantes admiten que han de pedir disculpas a los ciudadanos a los que les están complicando estos días la vida.

Los taxistas, además de taxis, y de regulación, siempre van a necesitar clientes. Y el cliente, para serlo, tiene que tener buena opinión de aquel que le ofrece un servicio. Si el cliente acaba identificando al taxi como ese sector que corta calles, colapsa la ciudad, destroza vehículos de la competencia o le monta escraches a quienes discrepan de su postura, mal asunto para el propio sector. Lo sabe la mayoría de los taxistas y no debería permitir que la protesta, con perdón, se vaya de madre.

A Albert Rivera le gritaron ayer traidor, sinvergüenza, antipatriota y moderno. ‘Moderno’ como insulto.

A la llegada a la estación de Atocha, procedente de Sevilla. Se ve en los vídeos grabados allí como un grupo de taxistas indignados sigue a Rivera desde el vestíbulo de la estación hasta la calle, donde está precisamente la parada de taxis.