OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "El lema para la manifestación del viernes es "tumbemos el régimen". Qué amor por la tolerancia"

Agotando las dos últimas semanas de este año en el que tantas cosas que nadie había previsto sucedieron.

Carlos Alsina | @carlos__alsina

Madrid | 17.12.2018 07:49

Esto se va acabando. El sábado, la lotería de Navidad. En ocho días ya es Navidad. Cuando menos se lo espere, estaremos dando la bienvenida al 19. Y con Franco sin desenterrar. Quién le iba a decir al difunto que aún se comería este año el turrón en su agujero de cinc del Valle de los Caídos. Hoy el Supremo decide si ha lugar a parar la exhumación, como reclama la familia del muerto, o puede seguir adelante. Dices: ¿pero qué exhumación, si se dijo que iba a ser en julio, luego en agosto, más tarde en septiembre y se nos ha acabado noviembre sin que se haya podido evacuar la momia? El compromiso del gobierno sigue vigente (éste sí) y, frustrado el empeño de convencer a los herederos, ahora hay que convencer a los jueces de que el procedimiento está en orden.

Ya debe de estar Rufián calentando los dedos por si al Supremo se le ocurre darle la razón a la familia Franco. Tampoco es que Rufián necesite que le den un motivo. Para él estos jueces, aunque tengan cincuenta o sesenta años, llevan en el Supremo desde que Franco ganó la guerra. Los mismos siempre. Y ultraderechistas todos. Si sólo fuera Rufián no pasaría de ser una rufianada. Pero espérese a ver qué dice Torra, que es el presidente de la Generalitat catalana y ve franquistas y ultraderechistas por todas partes. 'En ocasiones, veo ultras', dice el segundo presidente más extremista que ha tenido Cataluña. Porque el primero fue Puigdemont, su mentor, su creador, su señor, su jefecito.

El lema de esta pareja, Torra y Puigdemont, es 'apreteu apreteu'. Aquello que les dijo a los CDR en octubre, cuando éstos habían cortado carreteras, saboteado el AVE y empapelado con pasquines edificios oficiales. Apreteu, que hacéis bien en apretar. Pues ahí tiene Torra a su criatura. Enardecida, excitada, entusiasmada con la idea de poder montar una buena en Barcelona. Los CDR y los otros grupúsculos que han surgido al calor de la impunidad y sobre los que dicen ahora los líderes de la revuelta que nada tienen que ver con ellos. Qué tendrá que ver la República de las Sonrisas con esta otra República de las Capuchas.

Torra verá lo que hace esta semana.

El presidente Sánchez se inventó una reunión del gobierno en Barcelona como gesto de acercamiento a la sociedad catalana. Habrá que entender 'a la parte de la sociedad catalana que no tiene el menor interés en tener cerca al gobierno de España'. Hay otra sociedad que lo ha venido lamentando desde hace años es que el gobierno de España la tenga abandonada). Al Sánchez de la empatía desinflamante se le ocurrió la idea y ya ve cómo se la han tomado los destinatarios del amable gesto: lo llaman provocación, le repudian, le animan a quedarse en Madrid. El siniestro Madrid, la capital del reino represor y demás mandangas.

Lo más cordial y desinflamante que ha dicho el gobierno catalán es que Sánchez tiene derecho a reunir su gabinete en Barcelona. Qué amable. Y lo siguiente que han hecho las organizaciones que alientan el procés es anunciar todo tipo de exhibiciones de malestar. Ofendiditos están los de Omnium y la ANC, ofendiditos los medios independentistas, ofendiditos los opinadores de la cuerda de Torra y Puigdemont.

Òmnium Cultural, entidad histórica que hace tiempo que ni es cultural ni es òmnium, se ha inventado una patochada que llama consejo de ministros popular. El nombre es lo de menos. Se trata de juntar gente enfrente mismo de la Lonja para que vayan los medios y entrevisten allí a gente indignada. Ofendidita.

La ANC, esta organización crecida a los pechos de Esquerra y Artur Mas en 2012, se propone colapsar la ciudad llenándola de vehículos parados. Enhorabuena a los ciudadanos de Barcelona porque tienen una organización que los quiere liberar poniéndoles un cepo en las calles. Debe de ser que los líderes de la ANC no tienen puesto de trabajo al que acudir. Ni el viernes ni ningún otro día del año.

La manifestación (siempre hay una manifestación) la han dejado para la tarde del viernes como gesto de buena voluntad. Y el lema elegido es "tumbemos el régimen". Qué desinflamante todo. Qué amor por la tolerancia. Qué forma tan exacta de evidenciar lo que, en el discurso inflamado, y extremo, del independentismo excluyente significa 'diálogo'.

No exijas a los demás lo que no te exiges a ti mismo. Valentía, dice. Él, que no ha tomado una decisión valiente desde que fue ungido por el de Waterloo para tenerle el sillón caliente. Un político de tercera que está siempre en la declamación, la agitación y la distorsión que en la gobernación que el Parlamento catalán, al que tiene todo el día en la boca, le ha encomendado.

Esta semana verá Torra lo que hace.

Encuestas de entretiempo. Entre las elecciones andaluzas que lo han cambiado casi todo y las elecciones generales que están por llegar.

Sigma Dos para Antena 3 le daba ayer un 24 % del voto al PSOE.

El Confidencial hoy le da un 26 %.

La segunda plaza, según Sigma Dos, es para el PP. 21 %.

Para El Confidencial, el segundo es Ciudadanos. 21 %.

Según Sigma Dos, Ciudadanos tiene el 18 % del voto.

Según El Confidencial, es el PP el que tiene un 20 % y es tercero.

Podemos sigue flojo en los dos sondeos, entre el 15 y el 17 % del voto.

Y Vox entra fuerte en los dos: 8 % en uno, 9 % en el otro.

Con este resultado, y su traducción, aproximada, en escaños, Sánchez saldría de las elecciones apuntándose la victoria que hasta ahora nunca ha tenido, con más diputados que los que tiene ahora pero sin alcanzar ni un tercio de la cámara. Es decir, que tendría la iniciativa para intentar formar gobierno obligado a elegir socios. O los mismos que le auparon al poder en junio, el frankenstein de Podemos más los independentistas y el PNV, o un cambio de pareja para intentarlo esta vez con Ciudadanos, pero necesitando que algunos diputados de otros grupos como poco se abstengan. La suma por la derecha, Ciudadanos, PP y Vox, no alcanzaría la mayoría absoluta.

Ambas encuestas tienen más prestigio, y más tino, que el CIS pero no dejan de ser sondeos de una España en estado de campaña electoral perpetua.