OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Baño de realidad"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el "baño de realidad" que ayer dio el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, avisando de que no hay forma de salir de la crisis económicaindemnes.

Carlos Alsina

Madrid | 30.03.2022 08:38

Esperando al estacazo de esta mañana. Que, si nadie lo remedia, será el IPC de marzo. El dato provisional de la inflación de este mes, que a juzgar por el tono que empleó ayer el gobernador del Banco de España, va añadir gravedad a la muy grave situación que ya tenemos. Inflación sobre inflación.

La más temible estimación es que lleguemos a un 10% de inflación antes del verano

En febrero, se lo recuerdo, la inflación fue del 7,6%, dos puntos por encima de la media europea. La más temible estimación que venían manejando algunos analistas ---lo contó aquí hace ya días Ignacio Rodríguez Burgos--- era de un 10% de inflación antes del verano. Esta mañana sabremos cómo de cerca se queda marzo.

Más inflación es menor poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones. Y más inflación es más obstáculo para la recuperación económica

No hay una sola consecuencia positiva de un encarecimiento de la energía, la fabricación y la distribución de productos como el que se está produciendo.

Más inflación es menor poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones. Y más inflación es más obstáculo para la recuperación económica. El subidón de nuestra economía que tenía que traer consigo el manguerazo de los fondos de recuperación que aprobó Europa por la pandemia está cada vez más en el aire.

Con una media de inflación como la actual, la actualización de las pensiones para 2023 puede resultar inasumible

El crecimiento renquea desde finales del año pasado y la guerra en Ucrania no ha hecho más que dificultarlo. Con una media de inflación como la que llevamos en el primer trimestre, la actualización de las pensiones para 2023, obligada por ley y conforme al IPC, puede resultar inasumible. No hay Presupuesto que soporte una partida de pensiones un 7% más alta que la actual.

El Gobierno está en la táctica Simeone del "partido a partido"

El Gobierno, que está en la táctica Simeone del "partido a partido", ataca de momento el malestar general con su descuento para la gasolina y la promesa de que en abril ya notaremos seis euros menos de media en la factura eléctrica.

Ayer aprobó el Consejo de Ministros el plan de descuentos. Con el argumento de que es la única vía que permite efectos inmediatos en las economías familiares. Desde el viernes, gasolineras obligadas a rebajar veinte céntimos y especificarlo en el tíquet.

Hay quien alerta de un posible efecto boomerang

Hay quien aplaude la actuación gubernamental -la mayoría del Congreso probablemente lo hará esta mañana- y hay quien alerta de un posible efecto bumerán. En este programa ayer escuchamos a Juan Ignacio Crespo opinar que en lugar de paliar los efectos de la inflación, repartir ayudas a toda la población para que pueda afrontar los precios disparados va a contribuir a que aún se disparen más.

El gobernador del Banco de España esbozó una especie de baño de realidad. Un asumamos que no hay forma de salir de esta crisis todos indemnes

Sin llegar a refutar las medidas del Gobierno, pero alertando también de sus riesgos, el gobernador del Banco de España esbozó ayer una especie de baño de realidad. Un asumamos que no hay forma de salir de esta crisis todos indemnes.

Sería exagerado hablar de choque del Banco de España con el Gobierno, pero una cierta disonancia sí que ha habido. Coincide, eso sí, el gobernador con el Gobierno (y discrepa del PP) en que bajarle los impuestos a todo el mundo tampoco es solución. Receta ayudas selectivas a quienes carecen de margen, de colchón, para pagarse lo básico y realismo crudo (apretarse el cinturón y apretarse los dientes para todos los demás).

El objetivo ha de ser atajar la inflación y doblegarla, no poner más dinero en el bolsillo de los consumidores para que puedan asumirla y que siga subiendo

El objetivo ha de ser atajar la inflación y doblegarla, no poner más dinero en el bolsillo de los consumidores para que puedan asumirla y que siga subiendo.

Naturalmente es más fácil decir algo así desde la cátedra, o la torre, o un periódico que desde el Gobierno a cuya puerta está llamando todo el país para que habilite ayudas, subvenciones, bonos, descuentos que le alivie del mordisco que le está pegando la inflación a su capacidad de compra.

El acuerdo de paz no está cerca, ni siquiera se ha conseguido un alto el fuego

El trigésimo quinto día de guerra en Ucrania comienza como los treinta y cuatro anteriores: con las fuerzas rusas tratando de doblegar la resistencia de las ciudades ucranianas. Y entre disparos, explosiones y bombas.

Putin no ha ordenado parar. Todo lo que dijo ayer es esto de que va a reducir las operaciones militares, que en el idioma putiniano véte tú a saber en qué se traduce: un par de bombas menos para que parezca que el acuerdo de paz ya está cerca.Lo cierto es que no lo está. Ni siquiera se ha conseguido pactar un alto el fuego.

De la reunión de ayer en Estambul sale esta palabra talismán a la que el mundo entero se agarra, acercamiento, pero de Putin no se fía ya nadie. Sospechan los gobiernos OTAN que intenta ganar tiempo para revisar su estrategia fallida de la invasión relámpago.

Un error de los servicios de inteligencia que hayan sobrevalorado la capacidad militar de Rusia y minusvalorado la de Ucrania

Hay un cálculo de la OTAN que eleva a quince mil las bajas rusas en lo que va de guerra. Tantas como en Afganistán, dicen los analistas. Y hay una declaración de esta madrugada del general Tod Wolters. ¿Este quién es? El comandante estadounidense en la OTAN. Que admite que puede haber habido un error de los servicios de inteligencia que hayan sobrevalorado la capacidad militar de Rusia y minusvalorado la de Ucrania.

Traducido: que la idea que todos teníamos de que Rusia era una apisonadora que aplastaría las modestas fuerzas armadas ucranianas en un suspiro quizá fuera una idea muy equivocada.

Esperar y ver. De las guerras, como de casi todo, conviene no sacar conclusiones precipitadas.