OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Los viudos de Iván"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre los cambios en el gobierno de Pedro Sánchez y lo que esto supone para la presidencia.

Carlos Alsina

Madrid | 12.07.2021 08:47

El día en que entregan sus cabezas los decapitados por Pedro Sánchez y reciben sus carteras los siete nuevos y desconocidos ministros. A la abrumadora mayoría de los españoles, ninguno de los siete le resulta familiar. Claro que tampoco saben quién es Luis Planas y lleva de ministro tres años.

A Pedro Sánchez hay que reconocerle su capacidad para descolocar al personal. Las remodelaciones de Gobierno siempre se han hecho para dar más peso político al gabinete. Hasta ahora, que se ha hecho para quitárselo. Un gobierno sin más dotación política que su presidente. Con permiso del minigobierno, o gobiernillo de Podemos y de su pretendida jefa, más pretendida que jefa, Yolanda Díaz.

Las remodelaciones de Gobierno siempre se han hecho para dar más peso político al gabinete. Hasta ahora, que se ha hecho para quitárselo

Sin ánimo de agotar el asunto, porque luego llegará la tertulia, les resumo esto de la crisis de Gobierno en ocho trazos.

"¿Qué tiene Pedro?"

Primero, ¿qué tiene Pedro? O sea, el motivo. Qué mal le aqueja. En las encuestas el Partido Popular se ha puesto por delante del PSOE. Las elecciones de Madrid, por más que la doctrina gubernamental fuera que no eran extrapolables, las encajó Sánchez como lo que fueron: un aviso serio. Su respaldo electoral ---es decir, social--- se ha ido desinflando a pesar de sus homilías diarias y su omnipresencia. Y sin atraer ni a los votantes de Ciudadanos, que se van todos al PP, ni a los de Podemos, que mal que bien, aguanta.

Sánchez tiene en alto concepto lo que ha hecho como Presidente pero el pueblo no se lo reconoce

El chuletón de la semana pasada fue algo más que una ocurrencia. Era un estado de ánimo. Pedro Sánchez ya sufre lo que antes que él sufrieron sus antecesores: él tiene en alto concepto lo que ha hecho como Presidente pero el pueblo no se lo reconoce. No se siente querido. Como le dijo un veterano periodista en conversación de sobremesa a Iván Redondo, ‘tu muñeco no gusta. No cae bien’.

"La purga del diez de julio"

Segundo, el muñeco agarró la motosierra. ‘La purga del diez de julio’. Vaya con el magnánimo. Degollamiento de los pesos pesados del área política. Fuera Iván Redondo, fuera Calvo, fuera Ábalos. Y fuera Juan Carlos Campo, el ministro que se tuvo que comer el encargo de justificar los indultos. Cayó Rasputín y estos tres mosqueteros del Presidente. El nuevo favorito del presidente se llama Félix Bolaños y ya venía ejerciendo de negociador para todos. Él es quien se sienta a hablar con los chicos de Oriol Junqueras. Él, quien habló con Arrimadas de la moción de censura en Murcia. Él, quien organizó la exhumación de Franco en el Valle de los Caídos (lo de Franco, qué lejos queda). En ausencia de vicepresidente político, lo más parecido que va a haber es este ministro de Presidencia.

"Los viudos de Iván"

Tercero, los viudos de Iván. La caída de Rasputín, el gran gurú, ha intentado hacerla pasar el afectado como una retirada voluntaria. Ese tarjetón que llegó a la prensa: hay que saber parar. Leyendo a alguno de sus viudos mediáticos no parece que la salida haya sentado bien, ni al ex-valido ni a ellos. Le recuerdan a Pedro Sánchez que llegó a donde está gracias a Iván Redondo y profetizan que lamentará haberse deshecho de Iván. El tal Iván, que dijo Alfonso Guerra. La historia de Iván Redondo en la Moncloa está por escribir. Incluidas sus rapapolvos, poco sutiles, a quienes fuera de la política, en la empresa privada, en los medios de comunicación, no atendían sus indicaciones. E incluido el tráfico de información y el desinhibido trato de favor a unos medios en detrimento de otros y a unos periodistas, los suyos, en perjuicio del resto.

"El repescado de Paradores"

Cuarto, el repescado de Paradores. O sea, Oscar López. Nuevo jefe de gabinete del Presidente que en su vida anterior fue hombre de José Blanco y de Alfredo Pérez Rubalcaba. Y antiguo amigo de Sánchez. Guardó luto, cumplió su penitencia apartado de la primera línea y en la amable retaguardia de la empresa pública –Paradores— y ahora regresa con su agenda intacta: tiene contacto, y buena relación, con todos los líderes territoriales del PSOE. Oscar López es más de actuar con discreción que de cultivar su propia imagen de gran hacedor. No le gusta fanfarronear. Ni presumir de su disposición a tirarse por un barranco.

"El misterio de Fátima; qué ha pasado con Iceta"

Quinto, el misterio de Fátima. O qué ha pasado con Miquel Iceta. Ningún sesudo analista ha sido capaz de dar una interpretación sostenible a la recolocación, y arrinconamiento, del famoso líder del PSC (que, por cierto, lo sigue siendo). Cultura y Deportes nunca fue un ministerio apetecido por los políticos pata negra. E Iceta lo es. Junto con Margarita Robles es de lo poco político que ahí queda. El enigma Iceta. Las quinielas lo situaban en altísimas responsabilidades, nada menos que de vicepresidente político y portavoz de gobierno. A la hora de la verdad, Pedro Sánchez lo ha dejado en Uribes II, o en Guirao, o en Máximo Huerta. Sánchez va a ministro de Cultura por año. ¿Iceta es el ideólogo del plan para Cataluña o es un señor que molesta? Pedro Sánchez ya quiso colocarlo de presidente del Senado, y lo torpedó Esquerra. Luego se lo llevó de ministro sólo para hacerle hueco, de candidato, a Salvador Illa. Ahora lo relega de la cosa catalana y pone en su lugar a la alcaldesa de Puertollano. Como diría Íker, es un misterio.

"La esperanza para la prensa"

Sexto, la esperanza para la prensa. Que cada martes sufría la sucesión de frases subordinadas ---y a menudo poco coordinadas--- de la portavoz del Gobierno más farragosa que hemos tenido en mucho tiempo. La táctica de María Jesús Montero siempre fue el agotamiento. Que el público renunciara a seguirle hasta el final un razonamiento. Ahora llega Isabel Rodríguez, la nueva ministra territorial. Castellano manchega como Page. Con altavoz semanal, a partir de ahora, para ir ganando peso hasta poder eclipsar a Page. Se le agradecerá que practique la frase corta y que no escatime en el uso del punto. Tanto el punto y seguido como el punto aparte.

"El prodigioso caso del partido invisible"

Séptimo, el prodigioso caso del partido invisible. En todos los análisis de la prensa (la afín, sobre todo) se lee que Pedro Sánchez, al hacer estos cambios, se ha reconciliado con el partido. Bueno, se lee que al cargarse a Redondo, reclutar a Oscar López y promocionar alcaldesas ha rehecho su relación con el partido. Ferraz lo celebra, decía ayer algún diario. ¿Quién es Ferraz? ¿Quién, sino Sánchez, es Ferraz? También se lee que éste es un gobierno más PSOE, más de partido. Teniendo en cuenta que se ha cargado a Ábalos, numero tres del partido, a Carmen Calvo, a Isabel Celaá (histórica del PSE), a Juan Carlos Campo, lo único más PSOE es el jefe de gabinete. Al parecer, ese ente intangible llamado el partido estaba hasta los mismísimos de Iván Redondo pero no de Sánchez, que era quien encargaba a Iván que enredara. Al parecer, esta criatura llamada el partido ha debido de plantearle muchísimos conflictos a Sánchez hasta el sábado, que ya se reconcilió con él para siempre. Valga la remodelación para encontrar respuesta a la pregunta: qué es hoy el PSOE.

"El gabinetillo blindado"

• Y octavo, y último, el gabinetillo blindado. Que es el morado. Los cinco ministros sobre los que el Presidente finge no tener jurisdicción. Los de Podemos no son cosa suya. Son de Pablo Iglesias. Sólo si el desaparecido líder descoletado hubiera visto conveniente algún cambio, éste se habría hecho. Yolanda Díaz carece de poder para sacrificar a Garzón o a Ione Belarra. El primero porque es el líder de (lo que queda de) Izquierda Unida, coalición coligada con Podemos en el gobierno de coalición con el PSOE. No es un gobierno de coalición, es un gobierno de coalición con una coalición más Ada Colau. Y la segunda, Ione, porque no es una subordinada de Yolanda, es la secretaria general de Podemos. Díaz ni es de Podemos ni es de Izquierda Unida. Su liderazgo es de papel y por designación de Pablo Iglesias.

Por cierto, si Garzón fuera hoy un joven que residiera en Cuba, ¿con quién estaría? ¿Con los ciudadanos que han salido a la calle a reclamar vacuna y libertad al grito de ‘Patria y vida’ o con el gobierno que censura las protestas, bloquea internet e impide la apertura política?