OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "¿Ha dejado Madrid de ser parte de España?"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo de Más de uno sobre las críticas de Pedro Sánchez a la gestión de la pandemia que está haciendo Ayuso mientras elude sus responsabilidades sobre la situación epidemiológica de Madrid.

ondacero.es

Madrid | 12.04.2021 08:42

Les digo una cosa: si lo mas gordo que ha pasado en España es que Toni Cantó se ha caído de la lista de Ayuso es que hemos tenido un fin de semana tranquilo. Nada importante ha debido de pasar. Nada nuevo, me refiero. Nos siguen pasando las mismas cosas de siempre, a saber:

• Que los contagios de coronavirus están repuntando.

• Que la vacunación sigue al trantán.

• Que la previsión de recuperación económica ha habido que recortarla.

• Que tenemos el doble de paro que la media europea.

• Que la actividad legislativa está congelada hasta que pasen las elecciones madrileñas.

• Que en Cataluña sigue sin formarse gobierno.

• Que los socios parlamentarios del gobierno exigen la autodeterminación.

• Y que llevamos siete meses en estado de alarma, es decir, con el gobierno central teniendo a su disposición, con la bendición del Parlamento, todos los recursos públicos y privados del país para combatir la pandemia. Sin que el presidente de ese gobierno, de apellido Sánchez, se haga, por ello, responsable de nada de lo que suceda con la pandemia.

"Pedro Sánchez habla de Madrid como si fuera Andorra, un estado distinto al nuestro"

Sánchez se sacude las responsabilidades y ya habla de una parte del territorio para el que gobierna como si fuera una isla a la que su poder, y su responsabilidad, no llega. Habla de Madrid como si fuera Andorra, un estado distinto al nuestro en el que el gobierno español no gobierna. Para estar La Moncloa ubicada en el término municipal de Madrid, para estar el presidente censado en la región madrileña y para haber protagonizado en septiembre un hermoso acto de cogobernanza en la Puerta del Sol (sembrado de banderas) es como si nada de lo que sucede en Madrid fuera de su competencia. Defina usted cogobernanza y díganos de qué parte cabe pedirle cuentas.

¡Que Madrid va camino de tener 500 casos de incidencia acumulada!, proclamó ayer Ángel Gabilondo, como si España no hubiera alcanzado en enero los 900 casos sin que al presidente le recriminara nada. ¡Que hay más probabilidades de morir de Covid en Madrid que en el resto de España! ¿Ha consultado el candidato la probabilidad de morir en España comparada con la de Alemania, o la de Grecia? En su favor hay que decir que la semana pasada ya reveló sin esconderse cuál es la táctica que le han dicho que siga. A saber: identificar al PSOE sólo con las vacunas. Los contagios y el virus son cosa del PP.

La táctica de Gabilondo es identificar a PSOE con las vacunas y al PP con los contagios y el virus

La vacunación es Sánchez. Salvo si se retrasan las dosis o se crea confusión con la de AstraZéneca que entonces también es culpa de los gobiernos autonómicos. A los que el presidente garantizó en el pleno del Congreso que nunca utilizaría la gestión de la pandemia para buscar rentabilidades políticas. Nunca era hasta que lleguen unas elecciones.

"Le faltó olfato a Toni Cantó para prepararse su futuro en el PP"

Díaz Ayuso encara lo que queda de campaña fuertemente debilitada, ¿verdad?, por la baja de Toni Cantó. Ha dicho un juzgado que no, que eso de empadronarse a última hora (electoral) para ir en una lista vulnera la norma. Que si no estabas censado cuando se cerró el censo electoral, se siente pero no te presentas. Para poder hacerlo, Cantó tendría que haberse censado en enero. Pero claro, en enero quién iba a sospechar alguien estornudaría en Murcia y habría elecciones madrileñas en mayo y descalabro demoscópico de Ciudadanos. Le faltó previsión y olfato a Toni Cantó para prepararse a tiempo su futuro en el PP. Futuro que es presente, porque ahora en las entrevistas le dicen que Casado y Ayuso son sus jefes y él no lo discute. De modo que en la lista no irá, pero en el PP sí que está. El tirón electoral del único fichaje popular va a quedar inédito. Él permanece a la espera de destino, como les pasa a todos los fichajes de campaña (hace dos años eran tertulianos y toreros, ahora son defraudados de Ciudadanos).

Las encuestas le venían dando a la señora Ayuso hasta sesenta y tres escaños de un Parlamento cuya mayoría absoluta son 69, pero claro, con este hueco que ahora deja Cantó quién sabe si no acabará quedando la última. Desbancando como farolillo rojo a Pablo Iglesias, líder por la cola. Sólo Ciudadanos sale peor parado. Tan peor que ha dejado de aparecer en los sondeos.

"Pedro Sánchez alterna el mítin con la homilía"

El aspirante socialista a gobernar Madrid, Pedro Sánchez, eximió ayer a Ciudadanos de la foto de Colón. Del trío, o el ‘trifachito’ que decían algunos dirigentes socialistas hace dos años, hemos pasado al dúo.

Alterna el presidente el mitin con la homilía. Y entra de cabeza al trapo del eslogan en que ha convertido la señora Ayuso la palabra Libertad, en un claro ejercicio de apropiación indebida. La libertad soy yo y en el resto de España, como no gobierno yo, se ve que no hay. La distorsión es tan notable que cabría pensar que sus competidores la ignorarían, pero no. Sánchez, de cabeza.

La libertad soy yo, y en el resto de España, como no gobierno yo, se ve que no hay

Le entrega la iniciativa de la campaña electoral a Díaz Ayuso. A la que han obligado sus publicistas a grabar un spot electoral en el que todo el tiempo está corriendo. Qué agotador el spot y qué agotadora la experiencia. Rajoy por lo menos caminaba deprisa, pero ella va a la Puerta del Sol corriendo. ¿Quién dijo que Madrid no es una ciudad entregada al peatón? Viendo el spot uno se pregunta para qué necesita esta presidenta coche oficial. Y para qué hace falta el metro.

Hacer memoria, a menudo, es lo contrario a hacer campaña

En fin, pasará la campaña y nadie se acordará ni del spot, ni de los mítines de Sánchez, ni de la sudadera de Iglesias ni de Edmundo Bal. La memoria es selectiva y borra lo que no le interesa. O lo cambia. Mire lo que le pasó al presidente, ayer, en su afán por reivindicarse él solo. Dijo recordar quién votó en contra del ingreso mínimo vital: "Recordaremos que unos aprobábamos el ingreso mínimo vital y otros votaban en contra. Recordaremos que unos votábamos los estados de alarma para proteger la salud pública, mientras otros votaron sistemáticamente en contra".

En contra del ingreso mínimo vital no votó nadie, presidente. El PP votó a favor y Vox se abstuvo. Y en los estados de alarma hubo de todo: a los primeros le votaron que sí, a los siguientes, que no. Hacer memoria, a menudo, es lo contrario a hacer campaña.