OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Reprometiendo arreglar el problemón"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las promesas de Pedro Sánchez en relación al problema de la vivienda en España, una medida -el del tope a los precios del alquiler- que se enmarca en el contexto de las próximas elecciones autonómicas y municipales y sobre la que antes el PSOE estaba en contra.

Carlos Alsina

Madrid | 17.04.2023 08:35

O en el calendario al revés que manejan los partidos políticos, día menos 41 para las urnas de mayo. Les ha cundido el fin de semana a nuestros dirigentes mitineros. Tanto que se dice de los cambios que ha habido en la forma de hacer política, y esto de los mítines sigue siendo como siempre. Llenar un recinto de fieles a la causa, a ser posible sin infiltrados que te lo saboteen; poner detrás del orador a un montón de gente que asienta a todo lo que dice; llevar unas cuantas frases preparadas para calentar al personal y que te aplaudan; y si además de mitinero profesional eres presidente de Gobierno, tener a mano algún anuncio que hacer para que los medios de comunicación tengan carne fresca que llevar a sus clientes.

A quien más le cundió el fin de semana de pico y palo propagandístico fue al presidente Sánchez, a quien habrá que reconocer una dedicación a la causa, y un no parar un momento en casa, propio de quien disfruta de la competición y, a la vez, se sabe en riesgo de salir corneado.

Sánchez pide perdón con la boca pequeña

El presidente, en un mismo fin de semana, pidió perdón por la negligencia más sonada de su acción de gobierno reciente e hizo un inusual y, por ello, extraordinario ejercicio de autocrítica sobre uno de los mayores problemas que sufre el país que él gobierna desde hace casi cinco años.

Primero, lo del perdón. Con la boca pequeña. Por lo del sólo sí es sí. Fue entrevistado el presidente por el director de El Correo -porque en El Correo sí se deja entrevistar-…enhorabuena, compañeros, y le preguntaron, claro, por las casi mil rebajas de penas que ha habido a agresores sexuales fruto de una ley que él sigue proclamando que es buena. Dígalo usted, presidente.

Pidió perdón por la negligencia más sonada de su acción de gobierno reciente e hizo un inusual y, por ello, extraordinario ejercicio de autocrítica

Es una buena ley que ha tenido, ¿cómo es?, efectos indeseados, eso es. Y que va a corregirse esta misma semana aprobando en el Congreso, ya del todo, el remiendo que ha diseñado la ministra de Justicia y que saldrá adelante porque el PP ha querido que salga, que si no, ya me contarás.

Le preguntan los periodistas de El Correo por qué nadie ha asumido la responsabilidad política de este grave patinazo legislativo y el presidente no responde a la pregunta pero sí dice -con tono un poco de confesonario- que si hay que pedir perdón, si hay, él lo pide… pero. Ay, los peros.

Medio año después de que empezaran las revisiones de penas, sin que la ministra de Igualdad haya dejado de serlo, Sánchez da el paso de hacerse perdonar, pero

Nadie quería rebajar penas pero aprobaron una ley que las baja para algunos supestos. Lo que comentábamos la semana pasada aquí con la ministra de Justicia: qué extraño esto de rebajar penas sin darse cuenta, oiga.

Medio año después de que empezaran las revisiones de penas, sin que la ministra de Igualdad haya dejado de serlo y habiendo promocionado al entonces ministro de Justicia como magistrado del Tribunal Constitucional (nada menos), Sánchez da el paso de hacerse perdonar, pero.

Pareciera que es el PP quien necesita al PSOE y no al revés

Anoche dijo Yolanda Díaz esto en La Sexta, ya les aviso de que no estaba hablando de este asunto.Hablaba de Marlaska y la valla de Melilla: en política hay que asumir responsabilidades. Menos en lo del sólo sí es sí, que será corregido esta semana sin el voto de Yolanda Díaz. Y con los votos del PP.

De quien en esta misma entrevista dice que todos los avances en esta legislatura se han hecho a pesar del PP y sin el PP. Dices: ¿y lo del sólo sí es sí? Ah, ahí lo que dice Sánchez es que si es para el bien de la causa feminista, bienvenido sea. Que pareciera, ¿verdad?, que es el PP quien necesita sumarse al remiendo socialista y no al revés, Sánchez quien necesita a Feijóo porque si no su remiendo decae.

Hacerse oposición a sí mismo

También dijo ayer el presidente: ‘Bajo ningún concepto contemplo gobernar con Bildu’. Conociendo sus antecendentes, no le extrañará al presidente que Otegi ya esté eligiendo cartera para la legislatura que viene. Si dan los números. El insomnio que en 2019 le producía gobernar con Podemos ya sabemos en lo que acabó.

El mítin fue donde Sánchez hizo algo que casi nadie le reconoce: la capacidad de hacer oposición no a la oposición sino a sí mismo

Pero después de la entrevista llegó el mítin en Valencia. En compañía de Ximo Puig, que aguó sus críticas al Gobierno de España por el (no) trasvase del Tajo al Segura porque teniendo al responsable del asunto delante el furor combativo se ve que amaina. Y en el mítin fue donde Sánchez hizo algo que casi nadie le reconoce. Que es la capacidad de hacer oposición no a la oposición sino a sí mismo.

Cinco años gobernando para llegar a estas conclusioenes tan amargas

Cinco años lleva gobernando España, la moción de censura fue en mayo del 18. Y cada vez que habla del problemón de la vivienda es como si estuviera afeándole al Gobierno de la nación su ineficacia. Sólo que el gobierno lo preside él.

Un país desigual en el que es casi imposible acceder a una vivienda digna. Es una descripción dolorosa, y dura, para quien gobierna. Pero hubo más. Diga lo de la Unión Europea, presidente.

Eso es, el cuarto por la cola. En esto no podemos presumir de ir en la vanguardia de nada. Y lo de la vivienda pública, presidente, diga también lo de la vivienda pública. Qué abismo, del 3% de aquí al 20% de otros países. En esto tampoco nos hemos armonizado.

Cada vez que habla del problemón de la vivienda es como si estuviera afeándole al gobierno de la nación su ineficacia. Sólo que el gobierno lo preside él

Cinco años gobernando el país para llegar a estas conclusioenes tan amargas. Pero gracias a dios, y al calendario de exámenes, y al frankenstein, ahora llega la ley que por fin resolverá el problemón. Dirá usted: ¿y no podían haberlo arreglado antes? Pues eso dice Belarra, que menos colgarse ahora las medallas y más explicar por qué el PSOE se ha opuesto cuatro años y medio al tope a los alquileres que ahora aplaude, aunque sea referenciándolo a un indicador que habrá de empezar a aplicarse en 2025.

Si es que para entonces está en vigor la ley y está en vigor conforme a lo que anunciaron el viernes Podemos, Esquerra y Bildu. Porque Sánchez proclamó ayer que ya ha aprobado la ley pero ni siquiera ha iniciado su tramitación parlamentaria. Pero es este mismo anunció ya lo hizo en 2021 en un mítin en Extremadura. Se está haciendo un remake el presidente a sí mismo.

Se está haciendo un remake el presidente a sí mismo

Y está por ver -gran debate académico al respecto- si topar los alquileres contiene los precios o los acaba subiendo por la falta de oferta (propietarios que, en vista de los topes y las nuevas obligaciones, prefieran dejar el piso vacío y esperar a que cambien los tiempos).

Acuérdese de lo que dijo aquí Joan Clos, ex alcalde de Barcelona, ex ministro de Zapatero, hoy en una de las asociaciones de propietarios de vivienda en alquiler, cuando le preguntamos si el tope al alquier es progresista. El tiempo, si es que la ley entra en vigor en estos términos, dará y quitará razones.

Por cierto, estuvo con Évole anoche la vicepresidenta segunda marca, Yolanda Díaz, que a donde Évole sí que va, y vino a decir que Pablo Iglesias más que otra cosa, enreda.

En el día menos 41 para las urnas de mayo, el ambiente espacial (o sea, en eso que ahora llaman el espacio, extremo izquierdo) es lo más parecido a Falcon Crest pero sin viñas. Peleándose por una cosecha que aún ni siquiera existe.