OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Este señor del que usted me habla"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el caso de corrupción del 'Tito Berni', el exdiputado socialista al que evitan llamar por su nombre Pedro Sánchez y María Jesús Montero, una maniobra de camuflaje que se copian los partidos.

🔴 Sánchez investiga si hay más diputados del PSOE implicados en el caso del 'Tito Berni'

Carlos Alsina

Madrid | 28.02.2023 08:40

En octubre del año 2014, Mariano Rajoy hizo historia de la política en España. De la política de la distracción y el camuflaje. Cinco años llevaba ya investigándose la Gurtel -luego nos enteraríamos de que Fernández Díaz tenía montada la 'Kitchen' para sabotear la investigación, presuntamente- y le preguntaron a Rajoy en una rueda de prensa por la situación de su partido ante las revelaciones de Luis Bárcenas.

"La persona por la que usted se ha interesao". Se pasó meses el presidente negándose a llamar a Luis Bárcenas por su nombre. Es posible que jamás dijera ‘esa persona de la que usted me habla’, pero tampoco Bogart dijo nunca ‘tócala otra vez, Sam’ y ahí quedó, grabada la frase en mármol.

El 'Tito Berni' se convirtió para el PSOE en "esa persona de la que usted me habla"

Bien, los partidos se copian las maniobras de camuflaje más burdas. El Tito Berni, última incorporación a la nómina de políticos que en España han sido cazados en chanchullos (y en calzoncillos), se convirtió para el PSOE en esa persona de la que usted me habla. En la versión presidencial de Pedro Sánchez y en la versión extendida de su número dos en el partido, María Jesús Montero.

‘Ese señor que se ha visto involucrao en ese caso’. Esto no lo mejora ni Rajoy. ¿Bernardo qué? Uy, yo Bernardos no conozco ninguno. Y por Tito Bernie en mi agenda de contactos tampoco me sale nada.

"Ese señor" lleva toda la vida en el partido

‘Ese señor’, ministra de Hacienda, ha sido hasta hace cuatro días portavoz adjunto del grupo socialista en la comisión de Hacienda y Función Pública, como poco su cara tiene que sonarle, seguro. También ha intervenido en la comisión de Presupuestos cuando se debatieron los Presupuestos de este año, igual ya va cayendo en quién es, ministra.

Lleva toda una vida en el partido, toda una vida, ejercía hasta hace una semana de secretario de organización en Fuerteventura. Era el número cuatro en la lista de las generales en Las Palmas: el PSOE sacó tres y se quedó en reserva hasta que la señora Máñez dejó el escaño para ser consejera de Economía de Canarias y él fue promocionado a las Cortes. ¿Ya va cayendo en quién es ese señor? Bernardo. De los Fuentes de toda la vida. Los Fuentes del PSOE de Fuerteventura. Socialista desde siempre. Aunque Patxi López, su jefe de grupo, descubriera de golpe la semana pasada que el compañero del alma, compañero, socialista no es.

El partido le suspendió de militancia cuando aún no se sabía de qué estaba acusado y luego celebró con trompetería que renunciara a su acta de diputado

El partido le suspendió de militancia cuando aún no se sabía de qué estaba acusado y luego celebró con trompetería que renunciara a su acta de diputado. En rigor, Bernie es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Pero referirse a él como ‘ese señor’, ‘esta persona’ y retirarle la condición de socialista es es la forma más rápida de condenarle.

Con razón los diputados que sí han tenido trato con él, compañero Bernie, temen salir ahora salpicados. A poco que aparezca alguno en una foto, van Pedro, María Jesús Montero y Patxi y les borran el nombre.

A Ayuso le puso el ansia de deshacerse de Sánchez

A Isabel Díaz Ayuso le pudo ayer el ansia de que un caso de corrupción, o lo que sea, se lleve por delante a Pedro Sánchez y le salió esta frase de tres segundos pretendidamente profética.

Un castizo le diría ‘ya quisieras’. Que caiga Sánchez es improbable, sea por el tito Bernie o sea por lo que sea. No hay otro medio para tumbar a un presidente que una moción de censura que prospere, como bien sabe Sánchez que es el único que hasta ahora ha alcanzado el poder por esa vía.

Y la única moción de censura a la vista es la que tiene a Abascal de urdidor, a Tamames de muñeca matrioshka y a Sánchez Dragó de celestino. Y a ver, salvo que don Ramón seduzca con su verbo fluido a Rufián, a Aitor Esteban y a la señora de Bildu, no parece que el presidente Sánchez corra el más mínimo peligro.

El PSOE intenta cargarle a Feijóo el muerto de la moción de censura

Cuando Abascal habló por primera vez de esta moción, hace muchos meses, la interpetación general fue que no iba contra Sánchez sino contra Feijóo. Para retratar a Feijóo como el derechito cobarde que carecía de arrojo para presentarle un órdago a Sánchez. Bien es verdad que eso fue antes de que Olona retratara a Abascal como un títere de la derechona del yunque.

Ahora que Tamames ya ha unido para siempre su nombre a la de la extrema derecha española, dale Ramón, es el PSOE el que intenta, con ninguna sutileza, cargarle a Feijóo el muerto de la moción de censura.

Retratar a Feijóo como el derechito cobarde que carecía de arrojo para presentarle un órdago a Sánchez

Desde que Casado ya no es nadie, le llueven los elogios de Sánchez y sus ministros. Por haberse opuesto a la extrema derecha, por haber combatido la corrupción, qué maravilla, el mismo Casado al que tacharon de mayordomo de Vox y de instigador del transfuguismo en Murcia. Alabado sea San Pablo.

Vox es un chollo para Sánchez

Resulta un poco embarazoso escuchar a ministros con una carrera profesional notable hacer de papagayos repitiendo la consigna ésta que ha fabricado, sin estrujarse mucho la cabeza, la Moncloa: Feijóo se esconde, ¿cómo es?, tira la piedra y esconde la mano. Porque no va al Congreso a hacerle de bastón a Tamames. Borja Sémper fue el primero en decir en público, recién llegado a su puesto de portavoz del PP, que Vox es un chollo para Sánchez. Ayer insistió en la idea.

Y en esto, al menos en esto sí, tienen la misma opinión Sémper, Feijóo y Díaz Ayuso. Por eso se duele la presidenta madrileña de que la moción ocupe minutos en los medios que podría estar ocupando esa persona de la usted me habla. O sea, el Tito.