OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Con A de amnistía y de Azaña"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el argumentario del Gobierno a favor de la amnistía que ya empezó a explicar el expresidente Zapatero durante su entrevista en este programa y en la que hizo referencia a Manuel Azaña en 1936.

🔴 Los motivos de Zapatero por los cuales es "positivo" amnistiar a Puigdemont

🔊 Zapatero: "Cuando se está en el Gobierno, si hay que cambiar de opinión se cambia"

Carlos Alsina

Madrid | 17.10.2023 08:47

Ni nos disuade ni nos asusta. Israel ya tiene respuesta de Hamás a la inminente (o no tan inminente, ya no sé) entrada militar en Gaza. Ni nos disuade ni nos asusta, ha dicho Jaled Meshal, uno de los pesos pesados de la organización terrorista. Otro de los cabecillas presume de tener doscientos rehenes capturados en los asaltos de hace dos sábados -suficientes, dice, para obtener la libertad de todos los presos palestinos- y como primer aviso de lo que pueden ir haciendo con ellos difundió anoche un primer vídeo.

Terrorismo de libro

Una joven israelí secuestrada y herida en un brazo. Primero se ve cómo le curan la herida que ellos mismos le han causado, qué humanitarios, y luego le graban un mensaje.

Maya Sham, veintiún años, tiene doble nacionalidad israelí y francesa. Graba un vídeo secuestrada y amenazada. La agresión que sufrió, y las heridas que le causaron, no son mencionadas. Los cuidados, sí. Terrorismo de libro.

Diez días después de las matanzas, y del comienzo de los bombardeos en Gaza, no parece que se le pueda atribuir a la comunidad internacional -¿qué será eso?- influencia alguna sobre el gobierno de Israel. Ni el de Egipto. La anunciada apertura de la frontera sur para la entrada de alimentos, medicinas y agua, aún no se ha producido. La salida de extranjeros, tampoco.

Andan a tortas el gobierno de Sánchez y la embajada israelí

A los habitantes de Gaza, y a los israelíes movilizados, les importará bien poco que en España anden a tortas el gobierno de Sánchez y la embajada israelí. Pero es otro de los elementos novedosos de la tarde de ayer. La bronca entre los gobiernos de dos naciones amigas. No parece que vayamos a poder desempeñar un papel muy fructífero como presidencia de turno de la Unión cuando, sin haber empezado aún la toma de Gaza, la embajada de Israel en España ya nos ha puesto la proa.

Hubo intercambio de comunicados en la tarde de ayer. Primero, el de la embajadora israelí, achacando a miembros del gobierno haberse alineado con el terrorismo poniendo el peligro a los judíos que viven aquí y exigiendo a Sánchez que condene a esos miembros de su gabinete. Segundo, el del ministerio de Exteriores imputando a la embajada verter falsedades e insinuaciones inaceptables. Qué buen clima entre los dos gobiernos. Por extensión, entre los dos estados.

Ni Ione Belarra ni Irene Montero han aplaudido el asesinato de israelíes. Lo que sí han hecho es condenar duramente la reacción israelí bombardeando Gaza, que es otra cosa

En esta pugna bien poco diplomática tiene razón nuestro gobierno. La embajada de Israel olvida concretar en su comunicado a qué declaraciones se refiere y de qué miembros (o miembras) del gobierno. Debe de estar pensando en Irene Montero o Ione Belarra, alineadas con la causa palestina y muy beligerantes contra Israel, hasta el punto de imputarle genocidio.

Quien lo desee puede criticar a esas ministras por no haber condenado con mayor firmeza, o más convicción, la carnicería que perpetró Hamás hace dos sábados; o por percibir en ellas doble rasero. Pero de ahí a achacarles que estén alineadas con el terrorismo va un trecho que ni la embajadora ni nadie tiene derecho a recorrer. Ni Ione Belarra ni Irene Montero han aplaudido el asesinato de israelíes. Lo que sí han hecho es condenar duramente la reacción israelí bombardeando Gaza, que es otra cosa.

Haber sido víctima, como Israel, del ataque terrorista de Hamás no da bula para poder tachar de terrorista a cualquiera

Es comprensible que al gobierno de Israel le parezca inaceptable que se le acuse de estar ejecutando un genocidio, pero debería repudiar esa imputación, con nombres y apellidos, no imputar ella una filia terrorista a quien condena su actuación en Gaza. Menos aún atribuir a miembros (o miembras) del gobierno poner en riesgo a las comunidades judías en España para empezar a culparlas, anticipadamente, en caso de que algún suceso violento se produjera aquí. Haber sido víctima, como Israel, del ataque terrorista de Hamás no da bula para poder tachar de terrorista a cualquiera.

El equipo A, con A de amnistía, se pone bajo la advocación de Azaña

En el camino hacia la investidura, previo paso por el peaje de Waterloo,el equipo A -con A de amnistía- se pone bajo la advocación de Azaña.

Tiene escrito Sergio del Molino que Azaña viene a ser una suerte de santo laico, el más transversal de los popes que ha habido en la historia del último siglo en España. Transversal hoy, no cuando gobernaba.

La comparecencia del presidente Zapatero ayer, en este programa, deja pistas muy sólidas de por dónde va el balón. No sólo por los argumentos que ya barajan en Moncloa para explicar al país lo corriente y bondadoso de amnistiar insurrecciones contra el orden constitucional -ahí empiezan a tirar de Azaña-, sino para poder añadir luego que la ruptura, el desencuentro, lo provocó la sentencia del Constitucional sobre el estatut en 2010 y que la solución, el reencuentro, es reconstruir aquel texto para que vuelva a quedar entero, tal como lo votaron los catalanes.

Si ellos amnistiaron a Companys, bien amnistiado está Puigdemont, cómo dudarlo

Respecto de lo primero, la evocación del 36, es llamativo que se invoque a Azaña como si nada de lo que hizo pudiera haber sido equivocado (ni él tenía, probablemente, tan alto concepto de sí mismo, y mira que de concepto de sí mismo iba don Manuel sobrado). La infalibilidad del gobierno del Frente Popular. Si ellos amnistiaron a Companys, bien amnistiado está Puigdemont, cómo dudarlo.

Amnistiar es de patriotas. Una prueba de amor a España

Queda claro, ¿verdad? Amnistiar es de patriotas. Una prueba de amor a España. Evocar el 36 siempre es arriesgado. Más aún evocar el 36 para hablar de pacificación.

Pero es cierto: el gobierno recién elegido del Frente Popular, sin esperar siquiera a la constitución de las Cortes, llevó al Congreso el decreto con la amnistía de los delitos cometidos en el 34. No sólo Companys, porque no era una amnistía hecha a la medida de Companys, ni siquiera de los políticos catalanes. Se amnistiaron todos los delitos políticos. Pero ya que estamos con las evocaciones, mire cómo se justificó aquella medida. Preámbulo del decreto: 'Siendo inequívoco el resultado de las elecciones respecto a la concesión de una amnistía, y habiéndose pronunciado a favor de ella la mayoría del cuerpo electoral, el gobierno somete este decreto a la aprobación de las Cortes'.

Evocar el 36 siempre es arriesgado. Más aún evocar el 36 para hablar de pacificación

Ayer recordamos aquí que, a diferencia de en lo que ahora anda Sánchez, que es en borrar todo lo que hasta el 23 de julio tenía dicho, Azaña concurre a las elecciones con una coalición llamada Frente Popular el primer punto de cuyo programa electoral, ¡el primero!, es la amnistía. Y porque gana las elecciones ese programa es por lo que considera probado que el país la desea. Y procede. Nada que ver con esto de ahora.

A más a más, que diría Companys, el decreto se aprueba por unanimidad en la Diputación Permanente. La derecha republicana y los monárquicos la secundan. Es, en efecto, una medida que goza del respaldo de diputados de todos los colores. Nada que ver con esto de ahora: sólo sumando al proyecto de amnistía al PP y a Vox podría mantenerse en pie, aun con dificultad, la evocación de aquella otra amnistía.

Un viejo proyecto del PSOE: restaurar el estatut de 2006

La segunda pista que dejó aquí el presidente de Zapatero es un viejo proyecto del PSOE. Restaurar el estatut de 2006. Encontrar la manera de hacer constitucionales los artículos -catorce, sólo catorce- que tumbó el Constitucional. Dirá usted: si eran inconstitucionales en 2010, ¿cómo van a dejar de serlo en 2023? Ah, no menosprecie usted la ingeniería legislativa de este gobierno, pruebas suficientes ha dado de su talento creativo para volver lo blanco, negro y lo negro, blanco.

No menosprecie usted la ingeniería legislativa de este gobierno, pruebas suficientes ha dado de su talento creativo para volver lo blanco, negro y lo negro, blanco

En 2010, lo recordamos ayer, cuando el Constitucional anunció su sentencia la valoración del gobierno fue de enorme satisfacción.

"Zapatero recibe contento y tranquilo el fallo del TC"

Tituló El País, aunque el presidente Zapatero lo haya olvidado: ‘Zapatero recibe contento y tranquilo el fallo’. Tituló igual ElDiario.es, prueba de que no era una interpretación, era lo que había hecho saber la Moncloa. Durante días, el presidente trató de que prevaleciera esa interpretación favorable de la sentencia: nunca el autogobierno había llegado tan lejos, luego valórese eso y no que unos pocos artículos hayan sido anulados. Ah, pero chocó la estrategia (inteligente estrategia) de Zapatero con el PSC. Con el president Montilla, que el mismo día de la sentencia ya estaba pactando con Artur Mas la respuesta común: llamar a los ciudadanos a manifestarse en la calle contra el Constitucional.

Hoy lo habría llamado el gobierno, supongo, agitar la callellamando a la rebelión. Daba igual que fueran catorce o cuarenta los artículos anulados, había que convertir aquello en un agravio al pueblo de Cataluña. Así se hizo. Y Zapatero intentó reconducir aquello ofreciéndole a Montilla estudiar la vía de restablecer aquellos artículos, con poco éxito. Porque cuando el PSC se echa al monte, se echa.

Reescribir la historia de la mano del independentismo y socialismo catalán

La historia según la cual fue la sentencia la que truncó la solución del conflicto ha sido alimentada luego por el independentismo y por el socialismo catalán hasta conseguir que la hiciera suya el resto del socialismo. Incluido el propio Zapatero que al principio consideraba la sentencia justo al revés, como una muy buena noticia. Y ahí seguimos.

Restablecer el estatut tal como fue aprobado por los catalanes es uno de los estribillos que más suena entre quienes están en la pomada. Pasan por alto, o quieren pasar, que Esquerra pidió el voto nulo en aquel referéndum indignada como estaba porque Zapatero la había ignorado para negociarlo todo, mano a mano, con su colega Artur Mas.

La historia según la cual fue la sentencia la que truncó la solución del conflicto ha sido alimentada luego por el independentismo y por el socialismo catalán hasta conseguir que la hiciera suya el resto del socialismo

Y pasan por alto, o quieren pasar, que este hito de la historia de Cataluña llamado estatut de 2006 sólo debió de verlo tan trascendental el 49% de los catalanes. Porque lo otra mitad lo ignoró y pasó olímpicamente de las urnas. Movilizó menos el histórico estatut, proyecto principalísimo de Maragall, que el supuesto agravio a Cataluña al modificar el estatut, bandera a la que fió su propia supervivencia política José Montilla.

En el supuesto agravio engordó de nuevo Convergencia i Unió, el Artur Mas colega de Zapatero que acabó haciéndose independentistaporque, como diría un adolescente, le rentaba, obvio. En detrimento del PSC, y del Montilla manifestante, costalero del nacionalismo reducido a la condición de pagafantas. El debate político merece más memoria histórica y menos fakes.