OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Podemos sabotea a Sánchez con Díaz en el burladero"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la "penosa gestión de la contrarreforma" de la ley del 'sólo sí es sí' que mantiene divididos a Unidas Podemos y el PSOE, que se debaten entre la urgencia de remendar la ley frente quienes prefieren que la cosa se demore.

Carlos Alsina

Madrid | 15.02.2023 08:27

Hay un recurso retórico muy viejo, y bastante gastado, que consiste en repetir tres veces la misma palabra para que parezca que estás diciendo algo muy serio. Si yo le digo, por ejemplo, ‘las tres claves de nuestro trabajo son rigor, rigor y rigor’. Guau. Usted le dará una vuelta y dirá: pero si sólo ha dicho una. Ya, ¿pero a que suena a que estoy sentando cátedra?

La contienda entre los socios del Gobierno

Julio Anguita inventó aquello de ‘programa, programa, programa’ y desde entonces siempre hay dirigentes políticos dispuestos a repetir tres veces lo mismo. Anguita lo usaba para resumir qué es lo sustancial de una negociación política: el contenido, los compromisos. Nada que ver con repetir tres veces lo mismo para evitar tomar postura. Adelante, vicepresidenta Díaz.

¿Y esto qué significa? Pues que sigue sin querer manifestar Yolanda Díaz en qué lado de la bronca entre el PSOE y Podemos respecto del 'sólo sí' está ella. Bueno, bronca. Llamarlo bronca se va quedando corto, esto es lo más parecido ya a una contienda. Una pendencia. Una zapatiesta.

Sigue sin querer manifestar Yolanda Díaz en qué lado de la bronca entre el PSOE y Podemos respecto del 'sólo sí' está ella

Porque hay dos lados: uno, la urgencia en remendar ya esta ley; dos, el no tenemos prisa. En el primero están los socialistas, abrumados por las consecuencias indeseables que le han descubierto, gracias a los jueces, a su propia criatura. En el segundo está Podemos, irreductible en su celebración de la ley en todos sus términos y decidido a bajarle los humos, y pararle los pies (y las prisas) a sus cobardones socios de Gobierno que enseguida se pliegan a la presión de las derechas, qué gente tan blanda, Pablo.

La urgencia en remendar ya esta ley frente el "no tenemos prisa"

Hay dos bandos ya todos los días. Ayer, sin ir más lejos. En uno, quienes deseaban que el Congreso votara el remiendo socialista lo antes posible, la próxima semana. En otro, quienes prefieren que la cosa se demore, piano, piano, qué necesidad habrá de hacerlo en febrero pudiendo hacerlo en marzo. O no hacerlo. ¿En cuál es estos dos lados está la vicepresidenta Díaz?

No sabemos. No sabemos si le parece urgente el remiendo o si ni siquiera lo considera necesario. Entre una y otra postura hay un espacio político entero.

Hay dos bandos ya todos los días. El PSOE consiguió ayer que su propuesta se tramite con urgencia gracias a los votos -se revuelve Patxi- del PP y de Vox en la mesa. Y fracasó en el intento de que se debatiera y votara la semana que viene porque ahí con el PP y con Vox no le basta. Requería de Podemos y sus afines y Podemos le ha hecho la peineta. Mientras los afines suplican que no les hagan elegir entre las dos almas (o tres, no sé) del Gobierno.

Los socios prefieren no mojarse

Eso es, Rufián y Errejón, por ejemplo. Al de Esquerra se le adivina en comunión con Podemos y en discrepancia con el PSOE. A Errejón, evitando elegir a quien quiere más. Mientras no haya propuesta única de todo el Gobierno, no nos mojamos. ¿Y por qué no? El PSOE dice que hay que reformar ya la ley y plantea cómo. Podemos dice que no hay por qué tocarle una coma. ¿Y Más País qué posición tiene? ¿Urge o no urge? ¿Se toca o no se toca?

Lo de la urgencia ha quedado claro que para los socios no existe. Pudiendo debatirse y votarse la semana que viene lo han querido dejar para el ocho de marzo. El día de la mujer. Lo que urge es exprimir políticamente el calendario.

Pero fíjese, uno de los argumentos que utilizan los socios, y utiliza Podemos, es consistente: la contrarreforma socialista no va a revertir, ni siquiera a frenar, las rebajas de penas. Aunque se cambie la ley, lo hecho ya está hecho. Luego la urgencia en la reforma no es para que paren los casos, es para que pare el deterioro electoral causado por la evidente negligencia.

En la cabeza de Patxi lo que le quema las manos no es el aluvión de casos rebajados, sino la sangría… de votos

La sangría. Que no parece la expresión más afortunada para referirse a este asunto. Pero que revela, como anoche detectaba Latorre, que en la cabeza de Patxi lo que le quema las manos no es el aluvión de casos rebajados (cerca ya de novecientos) sino la sangría… de votos. El otro contador. No el de rebaja de penas sino el de rebaja de escaños. Por eso dice Podemos que el cálculo electoral es el que mueve a otros (el PSOE) y que ellos ni van con prisa ni ven alarma. Jueza Rosell, delegada del gobierno contra alarmas.

La expresión no tiene remedio es casi una confesión de culpa: no tienen remedio los males, no las leyes estupendas.

La penosa gestión de la contrarreforma

Hoy tiene el presidente Sánchez, en el Congreso, una nueva oportunidad para dar la cara, como él mismo dice, asumir en primera persona no ya el patinazo legislativo sino la penosa gestión de esta contrarreforma y exponer de una vez quién paga políticamente lo que ha ocurrido. Y lo que sigue ocurriendo. Tiene una nueva oportunidad de dejar de hablar de la rebaja de penas como si fuera una plaga de langostas, una maldición o una pantanada que carece de causas y de autores conocidos.

Sánchez tiene una nueva oportunidad para asumir la penosa gestión de esta contrarreforma y exponer de una vez quién paga políticamente lo que ha ocurrido

En realidad, hoy deberían renunciar a sus preguntas los grupos y sustituir el control de la oposición al Gobierno por el control del Gobierno a sí mismo. Que sea Sánchez quien le pregunte a Irene Montero e Irene Montero quien le pregunte a Sánchez. Y que se reprochen el uno al otro eso que tantas veces el Gobierno ha reprochado a los demás: el bloqueo. Mantienen bloqueada la revisión de una negligencia propia. ¿Usted qué opina, vicepresidenta?