Por si acaso no se divertía, prescindió Pablo de su fórmula habitual para presentar al invitado. Se apareció el presidente con aspecto informal, camisa vaquera, sin chaqueta y, por supuesto, sin corbata. Sonriente. Incluso muy sonriente. Encantado, el presidente, de visitar el programa de entretenimiento más visto de este país, imbatible temporada tras temporada, El Hormiguero.
El programa más visto y el programa más machaconamente satanizado por el equipo de Irene Montero -antes que fuera satanizada ella misma por Sánchez y por Yolanda Díaz-. Encantado el presidente de visitar el programa al que él mismo describió como carente de voces progresistas que defiendan soluciones progresistas a los problemas del país. Este hombre ya ve reaccionarias hasta a las hormigas.
No hubo manera de que el presidente reconociera que era a este programa al que dirigía sus ataques. Lo de siempre: señalar sin rematar para poder presumir de que él no señala.
No hubo manera de que el presidente reconociera que era a este programa al que dirigía sus ataques
De pronto ha descubierto el presidente que el gran problema al que se enfrenta es que los medios de comunicación están descompensados. En su contra, claro. No se apure que no es el primero que lo hace. Es más: ya lo hicieron todos los presidentes que le precedieron. Él mismo evocó ayer una frase de Felipe González que en su día hizo fortuna.
Malvada derecha mediática que conspira contra el gobierno
Noventa por ciento, oiga. Así, a ojo el porcentaje. A lo Tezanos. Malvada derecha mediática que conspira contra el gobierno dirigida por los poderes económicos. Felipe, por cierto, dijo aquello de la opinión pública y la opinión publicada, fue muy celebrado por la prensa afín y perdió las elecciones.
Está bien invocar a Felipe dado que también fue el primero que señaló, año 2016, a Pedro Sánchez como persona no fiable
Pero está bien invocar a Felipe dado que también fue el primero que señaló, año 2016, a Pedro Sánchez como persona no fiable. Cuando dijo aquello de ‘me engañó, me dijo que se abstendría en la investidura de Rajoy’. La memoria, a veces, la carga el diablo.
Qué es mentir y qué es cambiar de opinión, según el presidente
A raíz de la entrevista en este programa la semana pasada está teorizando mucho el presidente sobre qué es mentir y qué es cambiar de opinión.
Es curioso que esto lo diga él, que siempre acusó a Rajoy de mentirnos a los españoles por prometer bajada del IRPF y al llegar, subirlo. Y que hoy acusa a Feijóo de mentir por estar prometiendo lo mismo para hacer, el día que llegue, también lo mismo. Sánchez acumula el récord nacionalde gobernante que dijo que haría una cosa e hizo otra. Ha cambiado de posición en casi todos los asuntos conocidos.
Sánchez acumula el récord nacional de gobernante que dijo que haría una cosa e hizo otra
¿Qué es mentir? ¿Y tú me lo preguntas?
Mentir es decir que se elimina la sedición del Código Penal porque tenemos que armonizarnos con Europa y porque el delito se había quedado antiguo -anoche lo repitió el presidente, a sabiendas de que nunca fue esa la razón verdadera para derogarlo-. Mentir es decir que a Puigdemont no nos lo entregan los jueces belgas porque en Bélgica no hay delito de sedición -ningún juez belga ha dado nunca ese argumento-.
Mentir es decir que se elimina la sedición del Código Penal porque tenemos que armonizarnos con Europa
Mentir es afirmar que vaciar el Código Penal fue un compromiso de investidura. No lo fue. Mentir es decir que a Feijóo lo han puesto al frente del PP los poderes económicos. O que a Pablo Casado lo tumbaron en su partido porque descubrió la corrupción de Díaz Ayuso. Lo tumbaron, sí, pero por contratar detectives para espiarla.
Mentir es decir que el presidente del Tribunal Constitucional participó en un complot para amordazar la democracia. Y mentir es decir que en los programas nocturnos de entretenimiento no hay voces con una visión progresista de la vida.
Ésta otra frase también es de Felipe González: ‘Rectificar es de sabios, pero rectificar todos los días es de necios’.
El debate más esperado de los últimos tiempos
En Antena 3 compareció anoche el presidente, en Antena 3 comparece esta noche el aspirante (Feijóo), y en Atresmedia será donde ambos se midan, cara a cara, en el debate más esperado de los últimos tiempos. Sánchez aceptó el ofrecimiento días atrás y Feijóo terminó de hacerlo ayer, en una carta dirigida a este grupo en la que confirma su presencia y propone que sea antes del 15 de julio.
Habrá un cara a cara entre Sánchez y Feijóo en Atresmedia
Hay que terminar de peinarlo, pero la noticia es ésa: habrá un debate, el debate, y será aquí, en este grupo. Que fue el primero en invitar a los dos candidatos a sentarse frente a frente. Fue en este programa, seguro que usted lo recuerda (el PP no lo ha olvidado) donde Núñez Feijóo, a la séptima u octava pregunta, se animó a comprometerse a que debate habría, al menos uno.
Así fue como el líder del PP dio su palabra de que habría un cara a cara y ayer, por escrito, cumplió esa palabra.
Guardiola contra Guardiola
Ya sé que vivimos días en que esto de cumplir los compromisos que uno asume está muy devaluado, entre lo del presidente diciendo que él no incumple, sólo cambia de opinión, y el María Guardiola, en Extremadura, siendo zarandeada por su propio partido por haber antepuesto su palabra de no meter a Vox en su gobierno a la conveniencia electoral de su partido. Tacita a tacita va recorriendo Guardiola el penoso camino que va de reivindicarse como una mujer de principios a comérselos con patatas para acabar teniendo consejeros de Vox.
Aún no ha llegado a esa meta final, pero todos sus últimos pasos conducen a ese desenlace. Basta comparar sus palabras de hace una semana con sus palabras de ayer. Guardiola contra Guardiola.
Tacita a tacita va recorriendo Guardiola el penoso camino que va de reivindicarse como una mujer de principios a comérselos con patatas para acabar teniendo consejeros de Vox
No hay más preguntas, señoría. Del no puedo dejar entrar a dejar la puerta ya entreabierta. Por su interés, recordamos estos quince segundos de entrevista a María Guardiola hace siete días en este programa.
Prometer una cosa y hacer justo la contraria
Antes de que Guardiola consume su investidura, previo pago del precio que le está poniendo Vox, es posible que se celebre la sesión de investidura de Guillermo Fernández Vara. Investidura fallida porque carece de apoyo parlamentario para sacarla adelante.
Es natural que Fernández Vara reproche a Guardiola que pase de la línea roja a la alfombra roja. O que el PSOE le recrimine que haya abandonado pronto sus principios. Pero ocurre que es el líder del PSOE quien ha acuñado la doctrina según la cual uno no incumple sus promesas, ni miente, uno cambia de opinión al anteponer los intereses del país al criterio propio.
Cuando vas por ahí justificando tus propios vaivenes como una prueba de solvencia política difícilmente vas a poder recriminarle a nadie que haga exactamente lo mismo que tú: prometer una cosa y hacer justo la contraria.
