OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Vox se crece y el PP se incomoda"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la disparidad de argumentos y contradicciones entre los barones regionales del PP, quienes difieren en sus respectivos pactos con Vox. Lo que en la Comunidad Valenciana es urgencia para compartir gobierno con Vox, en Murcia es negativa a meter a los de Abascal en el gobierno.

Carlos Alsina

Madrid | 15.06.2023 08:45

Lo de la geometría variablefue un invento de Zapatero para gobernar en minoría y sin compartir su gobierno con nadie. Le llamó así, geometría variable, a pactar lo mismo con Convergencia, que con el PNV, que con Esquerra Republicana, para sacar adelante sus proyectos en el Parlamento.

Ahora en Casa Feijóo han exhumado el concepto, pero para referirse a otra cosa: hacer en cada comunidad autónoma lo que tengan a tiro para amarrar los gobiernos autonómicos. Le llaman geometría variable a pactar con Revilla en Cantabria y con Vox en todas las demás.

Diparidad y contradicción entre los barones del PP

En realidad, lo variable en el PP está siendo el comportamiento de sus barones regionales. Y la disparidad de argumentarios de los que echan mano para justificar cada uno lo suyo. Disparidad y contradicción. Lo que en la Comunidad Valenciana es urgencia para atar una investidura abriéndose de par en par a compartir gobierno con Vox a las primeras de cambio, en la Región de Murcia es negativa del PP a meter a los de Abascal en el gobierno. Lo que para Mazón es un mandato claro de los votantes, que se case con Vox, para López Miras es un mandato igual de claro, que permanezca soltero.

Para ser un partido que presume de decir lo mismo en toda España, en esto de Vox el PP tiene todos los discursos posibles

Para ser un partido que presume de decir lo mismo en toda España, en esto de Vox tiene todos los discursos posibles. Y en la sede nacional, más que aclarar cuál es la postura lo que hacen es aumentar la confusión.

Feijóo responsabiliza al PSOE por no dejar que gobierne la lista más votada

Feijóo se fue ayer de buena mañana donde Federico a explicar lo bien que le parece que Mazón haya cerrado ya el gobierno de coalición con Vox en la Comunidad Valenciana. Como es tradición, Feijóo responsabiliza al PSOEpor no querer que gobierne en todas partes el más votado. E introduce este otro elemento que él presentó como el definitivo. Que es que si no hay investidura habría que repetir las elecciones (mira, lo mismo que dijo Sánchez para justificar su casamiento con Podemos en 2019). Y que la investidura urge porque el plazo exige que sea antes del 23 de julio.

Si no hay investidura habría que repetir las elecciones (mira, lo mismo que dijo Sánchez para justificar su casamiento con Podemos en 2019)

Pues va a ser que no. El plazo para investir presidente en la Comunidad Valenciana es de dos meses a contar desde el primer intento fallido. Desde el primer intento. Y el Parlamento no se constituye hasta el día 26. Luego dos meses para intentar investir presidente y luego ya, elecciones repetidas pero con su campaña electoral y todo. O sea, que habrían sido como pronto a finales de septiembre.

López Miras aprierta a Vox advirtiéndole del coste electoral

Argumento, o argumentario fallido. Pero es que, además, ocurre que en la Región de Murcia los plazos son exactamente los mismos. Y, sin embargo, en Murcia no ha utilizado el PP el argumento del calendario para encamarse en la primera cita con los de Abascal. Bien al contrario, lo que les está diciendo López Miras es que ellos verán, si quieren ir de nuevo a las urnas por haber impedido que gobierne el PP votando con las izquierdas. De gobierno en común, nanai. Con el mosqueo consiguiente de Vox.

En Murcia lo que está haciendo López Miras es lo que se suponía que iban a hacer todos los barones del PP: demorar el desenlace, ponerse estupendos y apretar a Vox advirtiéndole del coste electoral que para él tendría repetir elecciones.

En Murcia no ha utilizado el PP el argumento del calendario para encamarse en la primera cita con los de Abascal

La otra razón que da Feijóo para abrazar el pacto valenciano con Vox es el ya conocido: si el PSOE puede pactar con quien quiera, por qué no va a poder hacer lo mismo el PP.

Esto de que el PP no puede pactar con nadie es una leyenda urbana. Claro que ha podido pactar con quien ha querido, otra cosa es que tenga que asumir que se le critique por tener determinados socios. Como ocurre con los demás partidos dependiendo siempre, claro, de quién opine.

Feijóo tiene que asumir que se le critique por tener determinados socios

Naturalmente que ha pactado. El PP gobernó en 2019 en Madrid, habiendo perdido las elecciones, porque pactó con Ciudadanos y con Vox. El PP gobernó en 2018 Andalucía porque, habiendo perdido las elecciones, pactó con Ciudadanos y con Vox. El PP gobernó Castilla y León, habiendo perdido las elecciones, porque pactó con Ciudadanos.

¿Ahora ya no tiene Ciudadanos y sólo le queda Vox? Bueno, porque ha absorbido, en la práctica, a Ciudadanos. Y si pacta, pacta. Pero tal como Feijóo ha hecho de los pactos que firma Sánchez argumento principal contra el PSOE, habrá de aceptar que el PSOE haga de los pactos que firma Feijóo argumento principal contra el PP. Tú lo usas, yo lo uso, nosotros lo usamos.

El lunes, Pedro Sánchez pasará por 'Más de uno'

El lunes, a las nueve de la mañana, cuatro años después, entrevistaremos en este programa a Pedro Sánchez. Bienvenido sea. Bienvenido sea un trato equitativo hacia las radios de este país y sus audiencias plurales.

Ayer estuvo Nadia Calviño. Que habló de sí misma y del presidente como un tándem. El tándem son Sánchez y ella. La política económica han sido Sánchez y ella. Nada de Podemos. Nada de Yolanda Díaz.

Cómo ha cambiado el cuento. Hace unos meses el presidente daba todo el protagonismo posible a la vicepresidenta segunda, la trataba casi casi como copresidenta, había que reforzar su liderazgo para que Sumar obtuviera un buen resultado y sus escaños permitieran reeditar el gobierno de coalición y ahora la estrategia es convertir a Yolanda en un espectro. La vicepresidenta que nunca existió.

Ahora la estrategia es convertir a Yolanda en un espectro. La vicepresidenta que nunca existió

El PSOE ha lanzado esto de "Nosotros tenemos a Nadia y el PP tiene a Nadie" como estribillo electoral. Y Yolanda Díaz lo impugna.

Porque Yolanda se reivindica como artífice de algunas de las leyes y reformas que ahora el PSOE abandera como avances fundamentales. Como artífice, ella. Porque a quien ningunea Yolanda y trata como si jamás hubiera existido es a Podemos y a las dos ministras que aún comparten con ella el Consejo de Ministros.

Irene se ha convertido en esa ministra de la que usted me habla

Ione Belarra y, naturalmente, Irene Montero. La cabeza visible de las políticas de igualdad de este gobierno ha sido borrada de la memoria reciente tanto por el PSOE como por Yolanda. Con lo orgullosos que estaban ambos de la ley del sólo sí es sí, la ley trans y la nueva ley del aborto, y lo reacios que son ahora no ya a decir algo positivo de la ministra, sino siquiera a pronunciar su nombre. Irene se ha convertido en esa ministra de la que usted me habla.