OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Dimitir, según y cómo"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la enseñanza política que deja el Gobierno con el cese de los responsables de la chapuza de los trenes, mientras que por los efectos indeseados de la ley del 'sólo sí es sí' todavía no ha habido ninguna dimisión, cese ni asumpción de responsabilidades.

Carlos Alsina

Madrid | 21.02.2023 08:44 (Publicado 21.02.2023 08:32)

Por los trenes, sí. Por el solo sí es sí, no. Parece un trabalenguas pero es la enseñanza política que nos dejan los primeros cincuenta días del año.

Rodaron cabezas por la chapuza de los trenes

La ministra de Transportes entregó ayer las cabezas de su secretaria de Estado Pardo de Vera y su presidente de Renfe Isaías Taboas. Pesos pesados que han dejado de serlo un mes después de que saliera a la luz la chapuza de los trenes que iban a ser o demasiado grandes o demasiado pequeños (no habiendo cambiado, que se sepa, el tamaño de los túneles).

¡Chapuza, escándalo, que alguien sea decapitado!, exclamaron a dúo los presidentes de Asturias y Cantabria. La ministra de Transportes, que dice haber reaccionado desde el primer momento… intentó sofocar la revuelta de sus dos compadres cantábricos haciendo pasar por culpables y ajusticiados a dos cargos intermedios que, según se supo luego, estaban uno al borde de la jubilación y el otro, del traslado. No coló.

Sólo hay algo más dañino para la expectativa electoral de un presidente autonómico que la indignación de sus gobernados, que es el choteo

Los dos compadres apretaron porque sólo hay algo más dañino para la expectativa electoral de un presidente autonómico que la indignación de sus gobernados, que es el choteo. Y la historia de los trenes mal medidos, con paisanos fotografiándose con la cinta métrica en los túneles, es de las que dinamitan la campaña electoral del más pintado.

Fíjate Barbón, que es del mismo partido que Sánchez, estaba el hombre convencido de que podría inaugurar algún vagón moderno antes de las elecciones y se encuentra con que hasta 2026, agua. Nunca le podrá agradecer suficientemente la Moncloa el tono bajo, casi subterráneo, o de túnel, que han tenido sus pocas manifestaciones sobre el ministerio de Transportes.

Revilla y Barbón regresan a su tierra vencedores

Pero al final rodaron cabezas. De las importantes. No tan importantes como la de la ministra, que ésta permanece, pero sí lo bastante como para que Revilla y Barbón puedan regresar hoy a su tierra vencedores y clavar hoy mismo de una pica las dos cabezas, una en Suárez de la Riva y la otra, en Peña Herbosa. He aquí los responsables de la chapuza, pagan con su dimisión los efectos (indeseados) de la negligencia.

La enseñanza política del 'sólo sí es sí'

Por los trenes sí ha habido dimisiones. Por el sólo sí es sí, no. Parece un trabalenguas pero es la enseñanza política que nos deja lo que llevamos de año.

En un caso no le cabe duda al Gobierno de que una gestión negligente, y de consecuencias desgraciadas, ha de pagarse políticamente con dimisiones. En el otro caso -y ya han pasado cuatro meses- nadie ha asumido la negligencia, nadie ha ofrecido su cabeza, a nadie se le ha cortado.

Con el 'sólo sí' persiste el Gobierno en echar balones fuera y hablar del aluvión de rebajas de penas como si fuera una inundación, una gota fría, un volcán que ha entrado en erupción sin que nadie pueda atribuirse lo ocurrido a la mano del hombre. O de la mujer.

Con el 'sólo sí es sí' nadie ha asumido la negligencia, nadie ha ofrecido su cabeza, a nadie se le ha cortado

La propuesta de remiendo del PSOE no ha recabado, hasta ahora, el apoyo ni del partido con el que cogobierna el país, Podemos, ni de los socios habituales, que en esto son más socios de los morados que de Sánchez: los Esquerra y los Bildu. Tres semanas después de que el equipo del presidente se pusiera a la tarea de reparar la ley fallida y apartar este cáliz del camino que conduce al 28 de mayo -o al Gólgota, ya no se sabe-, la ley sigue como estaba y la relación entre los socios está aún peor que antes.

Luis Planas blinda sus competencias

Un ministro del gobierno se esforzó en convencer ayer a la prensa de que Gobierno, como padre, sólo hay uno. Adelante, Luis Planas.

Pudo haber dicho el ministro doy la opinión del Gobierno de España porque en esto de los alimentos lo que diga Podemos no tiene la menor relevancia.

El ministro anunció urbi et orbi la buenanueva de que los precios de los alimentos ya no subirán más, alabado sea

La semana pasada fueron dos ministras del mismo Gobierno al que pertecene Planas las que exigieron recetas diferentes a las suyas para frenar el encarecimiento de los alimentos. A saber: Ione Belarra, que está con los descuentos a los clientes en los súper, como se hizo en las gasolineras; y Yolanda Díaz, que está en que que sean los hipermercados los que renuncien a una parte de sus beneficios topando la cesta de la compra. (Yolanda Díaz, como usted sabe, es la líder de la plataforma topar).

Bien, ayer compareció el ministro de los Alimentos para blindar sus competencias de las injerencias de sus amables compañeras y templar gaitas con los empresarios. O como dice el diccionario, desenojar, que es hacer desaparecer el enojo.

El ministro anunció urbi et orbi la buenanueva de que los precios de los alimentos ya no subirán más, alabado sea. Ha tocado techo en el 15%, que es como si el techo estuviera en el último piso de un rascacielos. Pero bueno, sostiene el ministro que ya no subirán más. Y que ahora hay que conseguir que según vaya bajando el coste de producirlos y distribuirlos vaya bajando también lo que pagamos los consumidores, no sólo en el supermercado en el que hace la compra Nadia Calviño.

Dumping político salvaje

El ministro pide, pero no impone, y vigila pero no pone bajo sospecha. Y se gana, con su aptitud para desenojar a los empresarios a los que Podemos enoja, el título de pacificador mayor del reino.

Bien es verdad que a costa de que Podemos le ponga en su diana -qué ministro socialista no ha estado ya en la diana de Podemos- por abrazarse con capitalistas despiadados. Especuladores. Saqueadores.

Pablo Fernández, portavoz de la oposición morada al Gobierno del que los morados forman parte. Esto sí es acaparación. Y competencia desleal con los demás grupos de la oposición. Pretender Gobierno y látigo del gobierno al mismo tiempo. Dumping político salvaje.