Día de Europa. Con todo lo europeístas que nos consideramos los españoles, y a esta fiesta seguimos sin hacerle ni puñetero caso. Si nos dieran el día libre igual le cogíamos más cariño. Pero está visto que las fiestas inventadas, y sin una buena historia detrás, están condenadas a la indiferencia.
Sabremos si hay o no hay acto de contrición por parte de la ministra portavoz
Es martes de Consejo de Ministros. Y a eso del mediodía empezaremos a saber si la cordial portavoz del Gobierno, ministra Isabel Rodríguez por la que aquí tenemos el mayor de los afectos, ha escarmentado o persevera. Es decir, si se da por reprendida y se limita a cumplir escrupulosamente con su misión de informar de los acuerdos que ha tomado el gabinete o ignora la tarjeta amarilla que le sacó la Junta Electoral y sigue utilizando la sala de prensa de la Moncloa como si fuera el Palacio de Congresos de Puertollano. Para dar mítines contra Feijóo.
Eso, preguntando. Que los periodistas me preguntan y qué voy a hacer yo sino responder. Pues responder que no estaría bien abusar del altavoz que supone la sala de prensa de la Moncloa para juzgar, atacar y denigrar a los partidos políticos y sus líderes. O sea, a Feijóo.
Hoy sabremos si hay o no hay acto de contrición. Que tampoco dará el asunto para mucho más porque la Junta Electoral puede sacarle un tarjeta amarilla cada semana pero nunca puede sacarle la roja. No la puede expulsar del púlpito de la Moncloa, con esa ventaja han jugado siempre portavoces, ministros y presidentes en sus comparecencias en esta sala.
Induce a la melancolía denunciar que el gabinete del presidente funcione como un comité de campaña electoral
No tendrá más recorrido el asunto aunque tiene toda la relevancia del mundo. Porque es la prueba de hasta qué punto los gobiernos en España juegan a diluir la frontera que existe entre el poder ejecutivo, que dirige el país, y el comité de persuasión y propagandaal servicio de los intereses del partido.
A estas alturas ya induce a la melancolía denunciar que el gabinete del presidente funcione como un comité de campaña electoral sin pagar siquiera el alquiler de los despachos de la Moncloa que utilizan como si fuera una sucursal de Ferraz.
Hemos tenido a jefes de gabinete que, a la vez, decidían en qué medios ponía su publicidad el partido político al que pertenecían -Moragas, gobernando Rajoy-. Hemos tenido a jefes de gabinete que a la vez que diseñaban la España de 2050 le diseñaban los eslóganes, los vídeos y los actos de campaña a los candidatos socialistas, valga Gabilondo, valga Salvador Illa -jefe de campaña, Iván Redondo, en sus tiempos aún de gloria como gurú con una legión de subordinados al servicio de la causa propagandística-.
Sánchez alimenta la idea de que el Gobierno no es más que una herramienta para ejecutar la estrategia electorera del partido
Y ahora tenemos a un presidente que premeditadamente utiliza los mítines para anunciar los acuerdos del Consejo de Ministros (siguiente, antes por tanto, de que se delibere nada), alimentando esta idea de que el Gobierno no es más que una herramienta para ejecutar la estrategia electorera del partido.
Los ministros de Podemos maldiciendo
Con los ministros socialistas encantados de verse reducidos a la condición de coros y danzas y con los ministros de Podemos maldiciendo. Porque ellos también son utilizados, sin que en un arranque de dignidad tardía sean capaces de coger de una vez la puerta.
Hoy los ministros cumplirán disciplinadamente con el encargo mitinero de aprobar lo de los avales del ICO para jóvenes que quieran endeudarse comprando un piso y sin garantías suficientes para que le banco les dé el crédito. Y se obrará, así, el milagro laico de que el gobierno presente como una decisión deliberada y aprobada por todos los ministros una medida que los ministros de Podemos repudian en público. Que lo digan los Pablos de Podemos, Echenique y Fernández, no Iglesias, adelante.
Hay que reconocerle a Podemos el valor de repudiar una medida tan popular como ésta de avalar a los jóvenes para la primera hipoteca. Y razón no le falta en esa idea de que el aval público es una garantía para el banco que presta el dinero, que sabe que el peor de los casos será el Estado el que se haga cargo de la deuda. Y eso hace que se le pueda conceder el crédito a quien presenta cierto riesgo de no estar en condiciones de devolverlo.
Si Podemos está en contra del aval del ICO, hoy es el día de demostrarlo
Lo que no se le puede reconocer a Podemos es el valor de dar la batalla contra esa medida dentro del Consejo de Ministros. Dice Echenique que es una propuesta del presidente. Pero no es así. Fue presentada como una decisión ya tomada. Fue anunciada como un hecho.
Ay, nuestros jóvenes. Que lo mismo necesitan ayuda para pagarse el interrail que para meterse en un piso. ¿Y este verano, qué, nos hacemos mochileros o propietarios? Sánchez anuncia lo que van a aprobar los ministros sin preguntarles antes al los ministros. Si Podemos está en contra del aval del ICO, hoy es el día de demostrarlo.
Funcionarios exigiéndole al Gobierno que se comporte como la CEOE
Falta Comisiones Obreras. Que lo ratificará hoy. Pero está hecho el acuerdo de patronal y sindicatos para las subidas salariales de este año y los dos próximos. Los treinta folios que hacen suyos empleadores y empleados recogen otros objetivos, no sólo los sueldos: el derecho a desconectar al terminar la jornada laboral (ni mails ni guasaps del jefe); la regulación más minuciosa del teletrabajo, cómo y para qué; el uso de la inteligencia artificial, que tanto temor genera por la cantidad de empleos que puede llevarse por delante. Pero lo fundamental es el 4% de subida este año y el 3% el año que viene y el siguiente.
El Gobierno ha celebrado muchísimo este acuerdo, pero precisamente por hacerlo le ha tomado la palabra uno de los sindicatos principales de la función pública, CSIF. Que reclama que se reabra la negociación salarial de los funcionarios porque ahora resulta que en el sector privado los patronos son más generosos que en el sector público.
La mayor conflictividad laboral la está viviendo el sector público. Y el Gobierno, dando lecciones de pacificación a patronales y sindicatos
Los funcionarios exigiéndole al Gobierno que se comporte como la CEOE. Ministra Montero, hagase usted Garamendi, tanta progresía y tanta historia. Se le rebela un sindicato de funcionarios y se le declaran en huelga inspectores de trabajo, funcionarios de justicia, jueces y fiscales.
La mayor conflictividad laboral resulta que la está viviendo el sector público. Y el Gobierno, dando lecciones de pacificación a patronales y sindicatos.
