Yo creo que fue culpa de ellos. De esta organización juvenil estadounidense que fue muy popular hace sesenta años y que tenía esta canción como himno. Viva la gente. Recorrían el mundo predicando paz y amor. Y de su mano este concepto de la gente fue poco menos que santificado. La gente como expresión de los ciudadanos comunes y corrientes. No hay dirigente político que no se sienta representante de la gente. La gente, el pueblo, la ciudadanía.
Pedro Sánchez de gira por España
La clase media trabajadora, que es el nuevo salmo responsorial que utiliza nuestro Gobierno para referirse a la gente. El gobierno de la gente, qué cosa más hermosa. Mañana va a iniciar Pedro Sánchez una gira por España para empaparse del sentir ciudadano y entrar en contacto con la gente.
No hay dirigente político que no se sienta representante de la gente
Sí, en Madrid, también. Pero en Madrid va a actuar el presidente en la casa de todos, que es el Palacio de la Moncloa. Donde trabaja, por cierto, mucha gente. Trabaja, entre otras cosas, en diseñarle una campaña electoral de quince meses al presidente.
La Moncloa viene siendo la oficina electoral de los presidentes desde los tiempos de Adolfo Suárez. Ya con este presidente de ahora, y en vida de Iván Redondo, los actos de propaganda se diseñaban allí. De hecho, casi todo lo que se diseñaba eran actos de propaganda. De comunicación política, como prefieren decir los gurúes.
La nueva idea del departamento de persuasión y propaganda
Era tradición, por ejemplo, estrenar el curso político convocando a los ejecutivos de las principales empresas del país -bancos, eléctricas, tecnológicas, mediáticas- y encerrándolos en una sala para obligarles a escuchar un discurso entusiasta del presidente que todos ellos, disciplinadamente, aplaudían. Porque el BOE es el BOE.
Ciudadanos corrientes invitados a palacio para que ellos mismos le hagan preguntas al más humilde de nuestros gobernantes
Para el próximo lunes, sin embargo, ha ideado el departamento de persuasión y propaganda una cosa parecida pero sin banqueros ni constructores ni ricos y poderosos que conspiran contra el Gobierno de la gente. Esta vez el público cautivo será la propia gente. Anuncia la oficina electoral de Sánchez, o sea, Presidencia del Gobierno, un acontecimiento nunca visto: ciudadanos corrientes invitados a palacio para que ellos mismos le hagan preguntas al más humilde de nuestros gobernantes.
Dices: esto ya existía, es un programa de televisión, ‘Tengo una pregunta para usted’. Sí, es ‘Tengo una pregunta para usted’ pero eligiendo el Gobierno las preguntas y a quienes las hacen. Pedro, el amigo de la gente…eso, de la clase media trabajadora, colocando doctrina sobre los ciudadanos -público cautivo- elegidos para la gloria. O sea, un mítin.
El empeño del equipo sanchista en humanizar al presidente
Dicen las crónicas que todo esto forma parte del empeño del equipo sanchista en humanizar al presidente. Humanizarle. Aún le vemos tomando de las manos a sus ministros y ministras -tú también, Yolanda- para entonar todos juntos el Viva la Gente.
La bajada del IVA del gas
Está bien traído, dice la ministra de Hacienda. ¿El qué? La bajada del IVA del gas que ayer anunció, contra pronóstico, su jefe el presidente. Está bien traído. Pues menos mal. La cuestión es por qué hasta las ocho de la mañana de ayer el Gobierno entero sostenía lo contrario, que bajar el IVA del gas, como reclamaba Feijóo, era inoportuno porque mermaba recursos al Estado y no ayudaba a reducir el consumo. ¿Cómo era la pregunta que le hacía la ministra de Ciencia al líder del PP?
Es una buena pregunta. Igual si la ministra lo pide, le dan un turno de palabra en el Senado el martes para que se lo pregunte directamente no a Feijóo sino a Sánchez. Está bien traído, como diría Montero. Porque hasta ahora todo lo que ha explicado el Gobierno es que el IVA se puede bajar ahora y no antes porque ahora es cuando llega el invierno y se pone la calefacción. Imagínate que lo bajan en agosto y le da al personal por encender la calefacción antes.
Feijóo reclama la paternidad de la medida
Feijóo reclama la paternidad de la medida, alega que si hubiera dependido de él llevaría en vigor desde marzo ---cuando aún vivía Pablo Casado--- y se reivindica como pactista: anoche hizo números en la Brújula de Rafa Latorre para demostrar que no es verdad que vote siempre en contra de las propuestas del Gobierno. Y en rigor, así es. No es siempre sino casi siempre.
Próximo capítulo, el martes en el Senado. En los quince minutos de cara a cara más publicitados de la historia.
Menos contundente estuvo anoche el líder del PP cuando Rafa le planteó la noticia que se había producido horas antes en este programa. Quizá usted lo escuchó. Isabel Díaz Ayuso respaldando la modificación legal que quiere introducir el Gobierno sobre el aborto: que las menores de edad puedan abortar en contra del criterio de sus padres.
Isabel Díaz Ayuso respaldando la modificación legal que quiere introducir el Gobierno sobre el aborto
Ayuso dijo aquí que ella apoya que los padres tengan que estar informados, y que lo suyo es que la chica que está embarazada lo hable con los padres. La cuestión, como le planteamos ayer, es cómo regular lo que sucede luego.
La posición de Ayuso es nítida, Feijóo no estableció la suya
Tiene que poder abortar, desde luego. La posición de Ayuso es nítida. Y discrepante con la doctrina oficial de su partido. O con la que hasta ahora ha sido la posición de su partido. Porque Feijóo ayer no estableció posición alguna. Se limitó a relatarle a Rafa lo que Rafa ya le había recordado.
El Constitucional sobre lo que tiene que pronunciarse -doce años después- es sobre si una ley de plazos, que no de supuestos, encaja en nuestra Constitución. El PP, por mucho que la recurriera, y pese a haberla combatido duramente, la mantuvo en vigor.
Ayuso ha abierto camino. Falta saber quién más, en el PP, la seguirá
Escuchando anoche a Feijóo es fácil intuir que está cruzando los dedos para que el Tribunal avale la ley de plazos. Y también, que la legislación sobre el aborto no forma parte de las batallas políticas que tiene interés en dar. Ayuso ha abierto camino. Falta saber quién más, en el PP, la seguirá.
