OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Debatiendo su propia ley"

Carlos Alsina reflexiona en 'Más de uno' sobre las discrepancias entre "los cónyuges del Gobierno a palos de coalición" sobre la enmienda a la Ley de memoria democrática y sus efectos para investigar judicialmente los delitos del Franquismo.

Carlos Alsina

Madrid | 19.11.2021 08:54

Está que no para el Gobierno. Gobernando, y gobernando y sin parar de gobernar.

Lo mismo te coloca, en compadreo con el PP, nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (que hoy elegirán presidente a González Trevijano), que intenta ganarse a la CEOE para las nuevas modalidades de contratación después de haberle impuesto la subida de cotizaciones sociales, que levanta el cerco a las eléctricas después de haberlas satanizado.

Incluso los proyectos de ley que están en tramitación parlamentaria los interpretan de manera distinta cada uno de los cónyuges del Gobierno a palos de coalición

Gobernando, gobernando y sin parar de evidenciar que incluso los proyectos de ley que están en tramitación parlamentaria los interpretan de manera distinta cada uno de los cónyuges del Gobierno a palos de coalición. La última del enredo diario al que nos somete el Gobierno es esta tormenta (en un vaso de agua) que generó el número dos de Ione Belarra al sostener que la futura ley de memoria democrática dejará claro que sí se pueden investigar judicialmente delitos ocurridos durante el franquismo. El final de la impunidad, dijo.

Con la enmienda que, según el secretario de Estado Santiago, se introduce en la norma se plasmaría esa interpretación. Durante toda la tarde del miércoles medios poco sospechosos de ser contrarios al Gobierno alentaron la idea de que así se abría camino a la investigación de los crímenes del franquismo.

Bolaños aclara que la enmienda de la Ley de Memoria no cambia nada

El ministro Bolaños, ayer en este programa, puso el acento, en embargo, en el hecho de que no cambia nada. Es decir, que esta nueva ley no modifica ni la legislación penal, ni la ley de amnistía, ni el Derecho Internacional que los tribunales españoles están obigados a tener presente. Por eso le preguntamos qué necesidad hay de introducir, entonces, esta enmienda.

¿Qué está pasando aquí, entre el PSOE y Podemos? ¿Cómo de distintas son las interpretaciones que están dando? Mire, para Podemos, y para su secretario de Estado Santiago, líder de lo que queda del PCE, el problema no es que la amnistía impida investigar el franquismo, sino que la mayoría de los jueces españoles son tan de derechas que no quieren que se reabra nada de aquella época: la vieja tesis del fraquismo latente en la judicatura española. Y por eso tiene que llegar esta nueva ley a desmentir que ese camino esté cegado.

Podemos mantiene la vieja tesis de que la mayoría de los jueces son tan de derechas que no quieren que se reabra nada de aquella época

Al PSOE lo que le ha incomodado es la venta que Podemos ha hecho de este asunto como si fuera ingeniería legal para forzar a los jueces a aceptar investigaciones. Expresamente le preguntamos ayer aquí al ministro Bolaños si hoy en España se puede hacer esa investigación.

No ha habido investigaciones porque no se pueden considerar crímenes de lesa humanidad a los ocurridos antes de que, en 2002, nuestra legislación los incorporara. Ésta es la discrepancia última entre las dos versiones que se han dado.

Si el Gobierno pretendía, con la enmienda en cuestión (y con la interpretación de la misma que hizo Podemos) ganarse el apoyo de Esquerra Republicana, maniobra fallida. Rufián sostiene que sin reformar la ley de amnistía para dejar fuera expresamente los crímenes franquistas no hay nada que hacer. Y eso siembra ahora la duda sobre si el Gobierno reclutará síes suficientes en el Congreso como para sacar adelante su nueva ley de memoria democrática. Está por apoyársela, seguramente, el PNV y Más País. Pero con eso no basta. Ciudadanos pone como condición para empezar a hablar que la enmienda sea retirada.

De manera que, a día de hoy, la ley de memoria democrática no pasa de ser un proyecto. Que al paso que vamos, si prospera será a base de abstenciones y con un grado de apoyo lo bastante corto como para resulte fallido el empeño de que reflejara, en un asunto delicado, el consenso de la sociedad española.

Investigaciones judiciales que gustan poco a Podemos

Hay investigaciones judiciales en marcha que a Podemos le gustan poco. Versan sobre el uso que se dio (dónde acabó) el dineral que el Gobierno venezolano le pagó a una Fundación llamada CEPS, a la que pertenecían algunos de los (luego) fundadores de Podemos. Vieja historia que resurge a raíz de las declaraciones, y los papeles, del pollo Carvajal, general de confianza del gobierno chavista hasta que dejó de serlo.

Esto de la CEPS era una herramienta para contratar con Gobiernos latinoamericanos servicios de consultoría. Ay, la consultoría, que cosa tan elástica y tan difícil de verificar. Si a Monedero le pagan, por ejemplo, cuatrocientos mil euros por su labor de consultoría sobre una posible moneda común, cómo saber si el dinero se correspondió con un trabajo de consultor real o era una forma de justificar que dispusiera de dinero para financiar en España, qué te digo yo, La Tuerka.

Ya dijo Monedero en su día que esto de la consultoría, si se sabe hacer, está muy bien pagado. Claro que también dijo que mostraría las pruebas de que hizo un trabajo sesudo para ganarse aquel dinero y luego nunca las presentó alegando que el cliente le exigía confidencialidad. Ay, la consultoría. Vale para justificar un roto y un descosido.

Ya dijo Monedero en su día que esto de la consultoría, si se sabe hacer, está muy bien pagado. Ay, la consultoría. Vale para justificar un roto y un descosido

Hay una investigación sobre la CEPS (si sirvió como vehículo para allegar dinero); hay una investigación sobre la empresa venezolana VIU por lo mismo, si sirvió para justificar pagos por presuntos trabajos de publicidad y sociología a personas vinculadas a Podemos. Y una investigación sobre Neurona y los servicios electorales que le fueron pagados.

Son investigaciones que aún no se sabe a dónde llegarán. Es posible que lleguen a ningún sitio, es decir, que acrediten que el dinero se correspondió siempre con servicios profesionales probados y que el partido no utilizó un euro de todo aquello.

Hasta que no terminen, todo lo que hay son indicios. O lo que un juez entiende que son indicios, hilos, de los que hay que tirar a ver qué sale.