Preguntó la esposa al marido: 'Si nuestro avión sale a las tres de la madrugada del domingo, y ese día es cuando cambia la hora, ¿a qué hora tenemos que estar en el aeropuerto, a la hora de ahora o a la hora de luego?' El hombre puso cara de no entender bien la pregunta.
E insistió ella: 'Nuestro avión sale a las tres de la mañana, ¿pero eso son las tres o son las cuatro? Porque si a las tres serán las dos, a las cuatro de antes serán las tres de ahora, ¿cuándo despegamos?' Sonrió entonces el marido, con una ligera suficiencia, y le dijo a su esposa: 'Cariño, que es el Falcon, despegará a la hora que yo diga'. Y añadió, por lo bajo: 'Qué cambio de hora ni cambio de hora'.
Es una historia apócrifa, difundida por haters del presidente, anti sanchistas irredentos y corresponsales españoles en Washington, que todos vienen a ser una misma cosa. Escuchemos la voz del hombre que, poniendo por delante la franqueza con la que siempre nos habla, ha querido compartir con los españoles que él, personalísimamente él, ya no le ve sentido a andar cambiando la hora. Pedro Sánchez Pérez-Castejón, en modo relojero.
Para que luego digan sus críticos, siempre a la que salta, que al presidente no le adorna la humildad. Con el primer argumento que expone, él ya no le ve sentido, habría bastado para poner el Estado entero en pie de guerra contra el cambio de hora. Qué razón más poderosa cabe que el que Sánchez le vea o no sentido a mantener una situación heredada, vale lo mismo para el cambio horario que para el Sáhara Occidental, la obligación de presentar Presupuestos o la ley de amnistía (tres cuestiones, por cierto, en las que el Gobierno ignoró alegremente lo que dicen las encuestas porque para qué). Pero añadió, generosamente, el presidente este otro argumento llamado 'la ciencia'. La ciencia invocada como el comodín que hace inviable ya cualquier debate. Si lo dice la ciencia, quién va a poder discutírselo. No somos Bob Kennedy, el ministro trumpista.
Si lo dice la ciencia, quién va a poder discutírselo. No somos Bob Kennedy, el ministro trumpista
Ocurre que, desde que Rajoy citó como fuente de autoridad a su primo el físico, de los gobernantes se espera un poco más de precisión cuando invocan argumentos científicos. Y ocurre que, como dijo ayer el presidente, este debate sobre bondades y contraindicaciones del cambio horario no es nuevo.
Tiene, por lo menos, veinte o treinta años. Y tan no es nuevo que este mismo presidente reunió hace seis años a un grupo de expertos para que le aconsejaran sobre el tema. Se llamó, con cero imaginación para poner nombres, 'Comisión de personas expertas para el estudio de la reforma de la hora oficial'.
Había allí científicos de disciplinas diversas que aportaron su conocimiento sobre eficiencia energética e impacto en la salud. ¿Y cuál creen que fue la recomendación de los expertos? Dejar el cambio de hora como está. Leo la nota de prensa del Palacio de la Moncloa, que en el año 19 era tan sanchista como el de ahora: 'La opinión de los expertos no es unánime ni concluyente. Una parte preferiría mantener el cambio como está, otra optaría por dejar fijo el horario de invierno y una tercera, por dejar fijo el de verano. En conclusión, los expertos argumentan que, al cabo de ochenta años de costumbre, la población española se ha adecuado y no hay suficientes razones para modificarlo'. Vaya con la ciencia.
Han pasado cinco años, es cierto. Algunos estamos deseando que la hora se quede fija porque le hacemos un lío garrafal a los oyentes cada vez que tenemos que explicarlo. Y la principal diferencia entre entonces y ahora es que el presidente de entonces veía oportuno reunir a un comité científico que le asesorara mientras que el presidente de ahora no necesita de comité alguno para establecer qué es lo que dice la ciencia. En la España de elegir bando esta semana toca: ¿tú con quién vas, con los carcas del cambio de hora o los progresistas de dejarla quieta?
En la España de elegir bando esta semana toca: ¿tú con quién vas, con los carcas del cambio de hora o los progresistas de dejarla quieta?
La hora llega también para los de los sobres
La hora llega para todos. También para los mudos de corazón que llevan meses fingiendo que la cosa no va con ellos. ¿Qué cosa? La de los sobres y los billetes, claro. El trasiego de efectivo para liquidar gastos de representación en el PSOE. El juez y la fiscalía siguen haciéndose preguntas. Y como no pueden inventarse las respuestas, citan en el Supremo a quienes puedan dárselas.
O sea, al ex gerente. Ex gerente del PSOE con nombre de árbitro, Mariano Moreno Pavón. El que llevaba las cuentas y supervisaba los gastos en aquellos tiempos en que Ábalos y Koldo lo eran todo en Ferraz. El juez Puente lo convoca en calidad de testigo. No está acusado de nada, ni investigado.
Se trata solo de que arroje luz sobre algunos aspectos que a su señoría le siguen resultando confusos. Fundamentalmente, uno: por qué Koldo y su señora hablan entre ellos del dinero que recogen en Ferraz y mencionan pagos de los que el PSOE nunca ha informado. Según el PSOE, supongo, porque no se produjeron.
Pero dado que algunos de los sobres que comenta la pareja sí se corresponden con pagos en efectivo del partido -los famosos gastos de representación-, la duda es por qué mencionan otros que, oficialmente, no existen. De paso, podrán preguntar el juez y la fiscalía si es cierto, como alguna vez se publicó, que el gerente advirtió de que al jefazo Ábalos se le estaba yendo la mano con los gastos que pasaba. No son solo los pequeños descuadres a los que el coro socialista quitó hierro porque apenas eran quinientos euros de más en un sobre.
De eso se trata, en efecto, de que se aclare. Que aclare lo que sabe el ex gerente, que no ha abierto el pico sobre Ábalos en cuatro años y que fue relevado como gerente en 2021 para ser recolocado en la presidencia de la empresa pública Enusa tras un par de meses como director del servicio de atención al cliente. (De atención al cliente del PSOE, no de Enusa, que ahí desembarcó ya como primer ejecutivo).
En función de las explicaciones que dé, y de lo que explique la empleada Celia Rodríguez -'no me gusta tener tanto dinero en el cajón'-, el juez decidirá si corresponde iniciar una investigación sobre los ingresos y gastos del PSOE. Porque, aunque el coro de ministros y afines no quieran enterarse, la UCO no ha investigado los ingresos del PSOE ni la financiación del PSOE. Ha investigado los ingresos de Ábalos y la financiación irregular de Ábalos mientras fue ministro secretario de organización del PSOE.
También alcanza el reloj a la Gürtel
Debe de ser que los jueces, en general, y la Audiencia Nacional en particular no son tan de derechas, y tan del PP, como sostiene el coro gubernativo porque dieciséis años después -dieciséis años de investigación judicial, procesamientos y varios juicios y sentencias- empezó ayer la vista oral por la última de las piezas de este puzle apestoso, epítome de la corrupción del PP, que ha sido la Gürtel. Una constelación de jetas y aprovechados con mano en la contratación pública liderados por Rafael Correa y con el secretario de organización del PP de Galicia (de entonces), Pablo Crespo, en sus filas.
A este último juicio de la Gurtel llega la mayoría de los procesados habiendo confesado sus delitos (una lista larga) y habiendo pactado con la fiscalía. Es decir, que condena acabará habiendo porque los hechos no se niegan. A estas alturas de la Gurtel podría parecer que ya lo habíamos escuchado todo. Pero para la historia de la desvergüenza en España queda esta declaración de Correa sobre sus obligaciones fiscales.
Un contribuyente ejemplar, ahí donde lo ven. El jeta que jamás pagó un euro de impuestos se codeaba con altos cargos de la política y asistía a la boda, en El Escorial, de la hija del presidente. Y aún tuvo el cuajo de pasarse años presentándose como víctima.
El jeta que jamás pagó un euro de impuestos se codeaba con altos cargos de la política y asistía a la boda, en El Escorial, de la hija del presidente
María Jesús Montero también llega tarde
Cambie o no cambie la hora, lo que es un hecho es que María Jesús Montero llega tarde. ¿Cómo lleva la ministra de Hacienda la presentación del Presupuesto que debió haber presentado hace veintiún días? En unos días espera llevarle los primeros números a los gobiernos autonómicos a ver cómo respiran. En unos días. Ha tenido todo el año para hacerlo. Pero bueno, también espera que se abra camino un nuevo proyecto de cuentas públicas. ¿No habíamos quedado que proyecto va a haber, sí o sí? ¿A qué vienen ahora las dudas? Por cierto, lo de la financiación singular, que también es de su negociado, ¿cómo lo lleva, vicepresidenta?
Pues ya estaría. Trabajar y trabajar y trabajar. Mucho. No hay gobierno que se cuelgue más medallas que el nuestro. Trabaja tanto que lo tiene todo pendiente. Incluidas las cuotas de los autónomos para el año que viene, que ahora resulta que siguen en fase de debate y consenso una vez que a la ministra de la Seguridad Social le ha tocado recular en su primera propuesta. Todo en orden.

