LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "En vez de regañar a los jóvenes por votar mal toca adaptarse al cambio generacional"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre las elecciones que han tenido lugar este domingo en el País Vasco.

Marta García Aller

Madrid | 22.04.2024 07:44

Anoche fue para muchos un día histórico. Después de muchos años de éxitos, de estar acostumbrados a que nadie pudiera desbancarlos de su reinado, se hizo obvio que el paso del tiempo no perdona un cambio generacional. Me refiero, claro, a que anoche fue el último concierto de Blur. Ah, también hubo elecciones del País Vasco. Y la despedida de esta mítica banda de britpop de los 90 en Coachella recuerda más de lo que parece al cambio de ciclo electoral en Euskadi.

Hace unos días fue polémica la reacción de Damon Alborn, el líder de Blur, cuando la banda se puso a tocar en Coachella uno de sus temazos más conocidos, 'Girls & Boys', y cuando intentó cantarla con la multitud la gente se quedó callada. El líder de la banda estaba perplejo ante la indiferencia del público. La mayoría de los jóvenes en el macrofestival seguramente no había nacido cuando esta canción arrasaba en los 90. La reacción de Alborn, de 56 años, fue regañar al público por su ignorancia musical y por prestar más atención a sus móviles que al escenario.

La idea esa de que los jóvenes son unos malcriados que no tienen memoria y no respetan a sus mayores, después de todo lo que han hecho por ellos, vale para 40 años de Gobiernos del PNV lo mismo que para una estrella de britpop en retirada. A ambos el paso del tiempo les está pasando una factura evidente.

A Blur le pasa como al PNV, ha dejado de conectar con las nuevas generaciones. El mundo ha cambiado y en Euskadi los jóvenes han dejado de votar al PNV también pasados los 30 y los 40. Esto supone un vuelco que hace cuatro años parecía imposible. PNV y Bildu han empatado a 27 escaños, pero dentro de 4 años y de 8 habrá cada vez más gente joven que está dejando de serlo y no de votar lo que vota, a no ser que dejen de regañarlos por ser como son y aprendan a seducirlos.

¿Moraleja?

En vez de regañar a los jóvenes por votar mal, toca adaptarse al cambio generacional.