Atención a esta nueva palabra: Dexit. Esperemos que se nos olvide pronto. Sería buena señal, sería que la idea del Dexit no termina de funcionar. ¿Qué es el Dexit? El Dexit sería el Brexit alemán. De Deutschland, Dexit. Es la propuesta que hace la líder de la extrema derecha alemana, Alice Weide. Dice que si es elegida celebrará un referéndum sobre si Alemania debe seguir formando parte de la Unión Europea.
Un Dexit suena muy loco, también en Alemania. Pero la idea misma de que la extrema derecha ganase poder en Alemania también sonaba loca y ahora que puede ganar en varias regiones ya no lo es tanto. El partido extremista ya está por delante en las encuestas de los tres partidos de la coalición de Scholz: socialdemócratas, verdes y liberales. Cuanto peor va la economía alemana, mejor le va a la extrema derecha. Aunque su líder calcula que no llegará al poder antes de 2029.
La líder de la AfD es muy fan del Brexit y muy poco de la inmigración. También han inventado otra palabra para esto: ‘remigración’. La palabra es nueva, la idea no. Es un eufemismo para expulsión. La expulsión a los migrantes que cometan delitos y mandarlos a su país. O, mejor dicho, expulsarlos no se sabe muy bien dónde, porque incluiría también a nacidos en Alemania que no conocen más país que ese. Esto de relacionar inmigración y delincuencia también nos suena por aquí.
Remigración. Si no se la hubiera pedido ya la extrema derecha, a lo mejor al ministro Marlaska le hubiera venido bien la palabra. Remigración suena mucho mejor que expulsiones y que ‘retornos asistidos concertados’, como decía él. Ni asistidos ni concertados ni legales. El Supremo dice que el Gobierno se saltó la ley, que la devolución de medio centenar de menores de Ceuta a Marruecos fue ilegal, que se vulneraron sus derechos y los pusieron en peligro. La expulsión colectiva de extranjeros es ilegal. Y de niños, más grave todavía.
¿Moraleja?
A ver el Gobierno con qué autoridad moral, dice ahora que expulsar inmigrantes está mal.