LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Trump se lava las manos y abandona a los ucranianos"

Marta García Aller reflexiona sobre la llamada de Donald Trump a Vladimir Putin para hablar sobre la guerra en Ucrania.

Marta García Aller

Madrid |

Trump y Putin han hablado por teléfono durante dos horas. Y, según ha explicado Yuri Ushakov, un asesor del Kremlin, la conversación, por lo visto, ha sido tan amistosa, que ninguno de los dos quería colgar primero. Lo cuenta el Financial Times. E imaginar al presidente de Estados Unidos y al de Rusia diciéndose ‘cuelga tú’, ‘no, tú’, da una idea de los tiempos dislocados que vivimos.

Más que un avance en las negociaciones para la paz en Ucrania, la conversación entre Putin y Trump parecía una amistosa reunión de negocios. Los europeos en general y los ucranianos en particular tienen motivos para sentirse abandonados.

Trump se ha retractado de su exigencia de que Rusia declare un alto el fuego. Ahora dice que Rusia y Ucrania deben negociar la paz a solas. Ni rastro de presiones a Putin. Ni alto el fuego, ni fecha de reunión, ni concesión alguna por parte de Moscú.
Tras la llamada, ni rastro de la posibilidad de nuevas sanciones de las que hablaba Trump hace días si Putin no mostraba signos de querer detener la guerra. Ahora Trump quiere desentenderse del proceso de paz que un día prometió que le llevaría 24 horas (y ahora parece entusiasmado con cederle la intermediación al Vaticano, a León XIV, cuyos instrumentos para presionar al invasor no son de este mundo).

Trump y Putin, durante la llamada, se hablaron todo el rato por su nombre de pila. Que si Vladimir por aquí, Donald por allá. Después de dos horas charlando, Donald está muy satisfecho con los lucrativos negocios que Vladimir le ha prometido. Las oportunidades de crear empleo y riqueza en Rusia son “massive”, masivas, ha dicho Trump, convencido de ser un negociador súper audaz. Los halagos de su amigo Vladimir le han hecho sentir importante. Pero la retirada de Washington de la mesa de negociación solo beneficia a Moscú.

Si Estados Unidos se retira, sin la ayuda militar, humanitaria y de inteligencia, Ucrania quedará a merced de su invasor. Si esto era una reunión de negocios, Ucrania está vendida.

¿Moraleja?

Trump se lava las manos y abandona a los ucranianos