LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "No nos engañemos con las cifras macro, la pobreza laboral no es un simulacro"

Marta García Aller reflexiona sobre el informe de 'Save the Children' que examina la situación de pobreza que viven las familias españolas con empleo.

Marta García Aller

Madrid |

España tiene un problema. Bueno, tiene muchos, pero hay uno del que convendría que hablásemos más. Porque no salen las cuentas. ¡Al menos al 17% no le salen! El 17% de las familias con hijos en España vive en situación de pobreza. Pobreza laboral. Es decir, aunque tengan empleo, sus ingresos no cubren sus necesidades básicas. ¡17%!

Así que sí, celebremos que la economía española crece y que la cifra de parados en España está en su cota más baja desde hace 17 años. Aunque algo no estaremos haciendo bien si seguimos siendo el país con mayor tasa de paro de la Unión Europea. La tasa de paro baja, sí, pero más lentamente que otros países como Grecia que han logrado esquivar el fondo de la tabla. Y España es también, sigue siendo, líder europeo en desempleo juvenil. Uno de cada cuatro jóvenes menores de 25 años está en paro.

Y de lo que hablamos menos todavía es del empobrecimiento creciente de los que sí tienen trabajo. En España, tener un empleo ya no garantiza lo básico para vivir. Casi el 12% de las personas con empleo en España vive en situación de pobreza. Y si tienen hijos su riesgo es aún mayor. Y en las casas donde solo trabaja un miembro de la pareja, la tasa de pobreza se duplica. Y si es un hogar monoparental, más riesgo de pobreza todavía. Las que más difícil lo tienen son mujeres y, sobre todo, mujeres extranjeras con hijos. Ellas son las trabajadoras más pobres.

Lo acaba de publicar ‘Save the Children’ en un informe sobre la preocupante situación de la pobreza laboral en España. Destacan también que el salario mínimo ha ayudado a reducir la pobreza entre quienes trabajan a jornada completa y durante casi todo el año. Pero hay demasiada gente con trabajos temporales y contratos de corta duración. Ahí el riesgo de pobreza aumenta. Si a esto le sumamos que crece la dificultad de acceso a la vivienda, la situación cada vez es más preocupante.

¿Moraleja?

No nos engañemos con las cifras macro, la pobreza laboral no es un simulacro