LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Mala señal que de los premios más importantes del cine, sea la bofetada y no las películas lo que predomine"

Marta García Aller reflexiona sobre cómo la gala de los Oscar cada vez pasa más inadvertida para la audiencia, excepto en ocasiones como el año pasado, que fue eclipsada por la bofetada de Will Smith a Chris Rock.

Marta García Aller

Madrid | 10.03.2023 07:43

Cada vez que leo las instrucciones de un microondas, que es algo que no hago a menudo, tranquilo, siempre pienso en quién sería el que metió un gato en el microondas para que desde entonces haga falta incluir una advertencia para avisar a los usuarios de que no introduzcan sus mascotas en un horno por si acaso alguien más no se ha enterado de que es altamente peligroso. Estas cosas normalmente se advierten a raíz de que alguien se le fuera la mano. O el gato.

Pensaba en esto leyendo sobre los preparativos de la gala de los Oscar, que es este fin de semana. Además de hacer un guion que no aburra demasiado, ahora tienen que preocuparse de prevenir que ninguno de los nominados pueda saltar al escenario a darle una bofetada al presentador. Lo del bofetón no es una metáfora. Es riesgo basado en hechos reales, claro.

Todos recordamos la agresión de Will Smith del año pasado cuando escuchó de Chris Rock un chiste sobre el pelo de su mujer que le pareció ofensivo. Es la razón por la que Will Smith tiene vetada la entrada a la gala de los Oscar todavía durante nueve años más.

Dentro de unos años, no sé cuántos, esa bofetada se le habrá olvidado a las nuevas generaciones, pero si la gala sigue existiendo seguirá incluyendo la prevención de bofetones. Para lo que no hace falta esperar tanto es para que se nos olvide quién ganó el Óscar a mejor película el año pasado. Es más, a muchos se nos había olvidado ya el año pasado. Y seguramente este sea el mayor problema que tiene la gala de los Óscar, no la bofetada.

Tanto hacer irrelevante la taquilla para elegir qué película es la premiada que poco a poco es la audiencia ha ido dándole la espalda a la Academia en la que era la gran noche del cine. La Academia da la espalda a la taquilla, la taquilla le da la espalda al cine y la audiencia se la da a la gala, que cada vez pasa más inadvertida, salvo bofetón.

Ah, por si te lo estabas preguntando, la ganadora del año pasado fue CODA.

¿Moraleja?

Mala señal que de los premios más importantes del cine, sea la bofetada y no las películas lo que predomine.