Pedro Sánchez le ha dado tanto la vuelta a lo de Perro Sanxe en esta campaña que ha acabado pareciendo un gato. Tiene siete vidas y no le descartemos alguna más. Sánchez ha vuelto a caer de pie con un resultado que no se esperaban ni en Ferraz ni mucho menos en Génova. Y al final, aunque el PSOE queda por detrás del PP en escaños, PP con Vox no suma y hay posibilidades de que a la izquierda sí le dé para quedarse en Moncloa. Necesitaría arrebañar el apoyo de todo el independentismo, incluida una abstención de Junts. Así que al final la llave de la gobernabilidad no la tiene Abascal, sino Puigdemont.
El PP ha ganado las elecciones, pero incumple su promesa de derogar el sanchismo. Feijóo aspiraba a emular la fórmula de Juanma Moreno, pero se le ha quedado cara de Javier Arenas. Quién le iba a decir a Feijóo que la noche electoral envidiaría a Mañueco.
Para lograr lo que logró Juanma Moreno en Andalucía, Feijóo habría necesitado que resultara verosímil que votar PP era frenar a Vox, pero tras los pactos exprés con los de Abascal en campaña eso no había quien se lo creyera.
Y ahora puede salir Abascal a echarle la culpa a Feijóo de que la derecha no sume, pero no cuela. PP sube 47 escaños y es Vox el que se ha desplomado casi 20 y, además, ha movilizado a la izquierda. Si Vox no se hubiera esmerado en mostrar su lado más radical en los cargos del poder que arañó en las municipales, a lo mejor el PP no lo habría tenido tan difícil para blanquear sus pactos.
Y sabiendo que España es uno de los países en el que los políticos tienen peor valoración y la política es considerada uno de los principales problemas del país, es muy probable que lo que ayer se votaba no fuera qué Gobierno quería la gente, sino cuál no. Muchos españoles votaron contra Sánchez y sus socios, pero menos de los esperados. Y otros muchos votaron contra la posibilidad de un gobierno del PP con Vox que las encuestas daban como el más probable. El resultado, de momento, se parece mucho a un bloqueo.
¿Moraleja?
Ha fracasado el antisanchismo, otro gobierno de Sánchez que depende del independentismo.