LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "La estrategia del Gobierno ya no escargar contra los jueces, eso en Bruselas no gusta"

Marta García Aller reflexiona sobre el cambio de estrategia en la Moncloa, donde ya no se habla de complot institucional contra el Gobierno, sino que se pide serenidad en el cumplimiento de las leyes y respeto a la Constitución.

Marta García Aller

Madrid | 21.12.2022 07:43

Moncloa ha cambiado de estrategia. Ni rastro del complot aquel del que hablaba el presidente la semana pasada ni de ataques directos a los jueces. Ayer compareció el presidente Sánchez en una declaración institucional, sin aceptar preguntas, en la que tampoco anunció nada concreto pero dejó claro que los conceptos claves que el Gobierno quiere transmitir ahora son dos: serenidad en el cumplimiento de la ley y firmeza en el respeto a la Constitución. Solo faltaba.

Es tan obvio que el Gobierno debe velar por la constitución que en vez de tranquilizadora resulta inquietante tanta insistencia. A qué punto habremos llegado en la crisis institucional para que el presidente del Gobierno sienta la necesidad de salir en comparecencia extraordinaria a explicar que la democracia requiere respetar la ley. ¿Acaso alguien lo dudaba? Pues debe de ser que sí.

También la Comisión Europea salió ayer a insistir en ello. Desde Bruselas piden a todas las partes que cumplan las reglas y los plazos. Y eso incluye a los que tienen paralizada la renovación de los cargos judiciales y también a quienes creen que pueden saltarse los cauces legales para desbloquearla sin consultas previas. La Comisión lleva tiempo denunciando que las injerencias de los partidos, incapaces de cumplir un simple trámite como es el acuerdo de renovación, no hacen sino empeorar la percepción de la separación de poderes que tienen los ciudadanos. Otra obviedad.

Serenidad es una palabra que se repitió mucho ayer también en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Pero solo en la ronda de preguntas. Salieron cuatro ministras hablando más de una hora sin hacer ni una referencia al pulso entre los jueces del Tribunal Constitucional y el Gobierno tras frenarle la reforma legal. Hablaron de patentes de empresas, de control de incendios, de la ley de la cadena alimentaria… Ni rastro del complot. Fue en el turno de preguntas cuando quedó claro que la estrategia del Gobierno ya nova a ser cargar contra los jueces, que eso en Bruselas no gusta, sino contra el PP. Es decir, volvemos a la casilla de salida. Y con los órganos judiciales todavía pendientes de renovación.

¿Moraleja?

Es mejor que el Gobierno se olvide del complot y pida serenidad, porque desobedecer a los tribunales sería una barbaridad.