La primera de la mañana

Marta García Aller: "El PP anuncia, otra vez, su viaje al centro"

Marta García Aller analiza la nueva estrategia anunciada por el líder del Partido Popular, Núñez Feijóo, "un proyecto que ya no distingue al de derechas ni de izquierdas" pero que continúa atado a Vox.

Marta García Aller

Madrid |

El PP anuncia, otra vez, su viaje al centro. Sí, otra vez. Esta vez el encargado de anunciarlo ha sido Alberto Núñez Feijóo. Un viaje al centro que antes que él ya prometió Casado, y antes de él Rajoy, y antes Aznar y así hasta Fraga. Antes de que el Partido Popular se llamara así, Fraga ya prometía llevarlo a la centralidad. Y siguen sin terminar el viaje. Como decía Alfonso Guerra, de dónde vendrán, que tardan tanto en llegar.

Feijóo le dijo ayer a Susanna Griso que está "presentando un proyecto que ya no distingue al de derechas ni de izquierdas". El PP quiere renovarse este fin de semana en su congreso. Pero renovadora, renovadora, la idea de Feijóo, la verdad, no parece. Dicho así, ni de derechas ni de izquierdas, el proyecto suena muy 2016, al Ciudadanos de Albert Rivera, ese ex futuro presidente del Gobierno que venía a renovar el centro y ahora da charlas de coaching por ahí.

Decirse ni de derechas ni de izquierdas es arriesgado. Seguramente el PP quiera seducir a esa mayoría de españoles que no quieren que los etiqueten políticamente, porque aunque los partidos se hayan polarizado, las encuestas dicen que la mayoría de españoles siguen siendo moderados. Y con el PSOE en caída en las encuestas, por el desgaste del Gobierno y los escándalos de corrupción, una parte de ese centro anda huérfana.

El centro puede entenderse, además, no como ideología sino como descarte. Esos ciudadanos ajenos a la política que se conforman con el mal menor entre las opciones que perciben como moderadas. El centro se mueve más por eliminación que por ilusión. Y es tan heterogéneo que une al pasota y al pragmático.

Pero el descarte siempre es un lugar arriesgado. El centro puede percibirse como moderado y útil o errático y oportunista. Y es difícil hacerlo creíble. Sobre todo si te defines de centro de boquilla, pero luego sigues sin tener inconveniente en pactar con Vox, que muy centrista, la verdad, no parece.

¿Moraleja?

¿Cómo va a ser un viaje al centro, sin descartar a Vox dentro?