Ya que estamos en Barcelona déjame que te recuerde que hoy empieza el Mobile World Congress, una de las ferias tecnológicas más importantes del mundo. Es un recordatorio también de que hace tres años el Mobile no se celebró. Y menuda se armó cuando los organizadores decidieron cancelar el evento por no sé qué virus chino.
Era febrero de 2020, a pocas semanas de que nos confinaran, las autoridades nacionales y catalanas todavía insistían en que no había riesgo alguno en juntar a 100.000 participantes de 200 países. Proponían como toda medida de precaución que la gente no se tocara al saludarse. Sin embargo, las grandes empresas desertaron de venir a Barcelona por temor a poner en riesgo a sus empleados y no hubo más remedio que cancelar
Antes de la cancelación del Mobile, el ministro Salvador Illa aseguraba que no había ninguna razón de salud pública para adoptar medidas. Se acusaba de alarmismo a las empresas y a los medios. Y de cosas peores. Desde la Generalitat denunciaban “una epidemia mediática y de miedo” contra el Mobile por oscuros intereses económicos. Y todo porque las empresas pusieron más celo en defender a sus empleados que las autoridades a sus ciudadanos.
Ahora sabemos que la decisión de cancelar aquella edición del MWC de 2020 fue una buena decisión, que no era alarmismo sino oportuna cautela. Pero hay muchas cosas que tres años después del comienzo de la pandemia seguimos sin saber.
No sabemos exactamente qué medidas fueron acertadas y cuáles erróneas porque nunca se ha llevado a cabo la auditoría aquella que el Gobierno prometió. Y así es muy difícil aprender de los errores.
Tampoco sabemos el origen del coronavirus. Hoy cuenta el Wall Street Journal que, según un informe clasificado de la Inteligencia estadounidense, el coronavirus surgió de una fuga de un laboratorio chino. Otras agencias de inteligencia mantienen que fue resultado de transmisión natural. No sé si alguna vez sabremos el origen a ciencia cierta, pero los aciertos y errores de las medidas que se tomaron sí podríamos saberlas.
Y este año, por fin, vuelve el Mobile sin test obligatorios ni mascarillas porque el coronavirus, tres años después de aquello, parece bajo control. Y ya vamos por el 6G.
¿Moraleja?
Ahora que llega el tercer aniversario, auditar lo que falló en pandemia sigue siendo necesario.
