Para ello contamos con la directora del Área de Turismo Reyno de Navarra, Isabel Carrillo de Albornoz que nos cuenta la leyenda del Abad Virila, que un día decidió salir a dar un paseo por los bosques aledaños y se quedó dormido, cuando se despertó volvió al Monasterio y se encontró con la sorpresa de que nadie le reconocía. Tras buscar en los archivos descubrieron que el abad Virila había desaparecido en el bosque trescientos años antes.