Suspendió de nuevo anoche el Madrid su examen parcial en la Champions, el Brujas creó muchísimas dificultades simplemente corriendo más y más rápido.
Y presionándole arriba para que tuviese problemas en sacar el balón, y los tuvo. Courtois, que aparentemente terminó la primera parte sin problemas físicos, aunque con dos goles encajados, el primero casi absurdo, no sale en la segunda parte, al parecer aquejado de una gastroenteritis, o un corte de digestión, o algo que le sentó mal, pero me resulta extraño, porque los futbolistas antes de un partido no comen nada, y lo hacen con tiempo suficiente para hacer la digestión. Una gastroenteritis la habría notado antes.
La cuestión es que Courtois se quedó en el vestuario y salió el francés Areola, y el Madrid tocó a la carga y cargaron una y otra vez contra el Brujas, hasta lograr el empate en los minutos finales, cuando los belgas se quedaron con diez. Pero el Madrid aún está lejos de ser un equipo de garantías para conseguir algo importante.
Ni Hazard es el Hazard del año pasado, al menos todavía, por mucho que lo intente, ni Modric se parece en nada al que le dieron el Balón de Oro, y a Lucas Vázquez lo ha acobardado el Bernabéu y se nota el run run en las gradas cada vez que le llega un balón, y se le nota a él la inseguridad. Solo Casemiro se parece al mejor Casemiro. Ese equipo es camaleónico, y cambia a mejor con facilidad, pero con la misma facilidad vuelve a cambiar a peor.
El Atleti en Moscú fue muy superior al Lokomotiv, y consiguió los tres puntos, que arreglan bastante el empate con la Juve en Madrid, pero el Atleti tiene muy claro a lo que juegan, guste más o menos, y siguen al pie de la letra la partitura que marca Simeone, y ahí no hay errores ni confusiones, porque están prohibidos los despistes.
Por cierto, el VAR de la Champions es el mismo de la Federación, pero anoche en la Champions fue admirable y ejemplar cómo lo utilizaron. La única diferencia es que en el VAR de la Champions no malmete con nadie Rubiales. No puede.