Quizá un tanto confiada, como te confías con alguien a quien vienes de ganar en su campo, y los ingleses esgrimían músculo en sus entradas y nos pillaron desguarnecidos en tres contraataques, alguno de ellos por ir de sobrados en los pases del centro del campo. Y así cayeron los tres goles en la primera parte.
La segunda fue diferente. Porque aunque a Busquets se le nota mucho su mal momento, Luis Enrique decidió sacar a Ceballos por Saúl y Paco Alcácer por Aspas. Y como Alcácer ahora está bendecido, fue salir y hacer el primer gol de España con un cabezazo espectacular. Y unos minutos después, la jugada del partido, una sobrada también del portero inglés que intentó regatear en el área y Rodrigo le roba el balón limpiamente y el portero le intenta agarrar y sujetar con torpeza para que no tire y logra despejar el balón después de hacerle penalti, que lo era, y también expulsión.
Pero ni el árbitro ni el linier de fondo quisieron verlo. Y como la UEFA tampoco ha querido ver el VAR en esta temporada, pues Inglaterra siguió con ese portero y ese marcador porque no se señaló penalti. Después, en los últimos segundos del descuento, llegó el gol de Sergio Ramos, que no nos sirve de nada.
Escuché anoche y leo esta mañana, a muchos de los que cuestionaban el VAR, escandalizarse con ese penalti y esa expulsión no sancionada. Pues miren ustedes, el VAR evita esas injusticias y estos cabreos. Porque evidentemente ahí estuvo el partido. Los ingleses con 10 no creo que hubiesen aguantado ese marcador. Pero con 11 lo aguantaron, y le complican mucho ahora a España la clasificación que tendrá que ganar en Croacia el próximo jueves 15 de Noviembre, para poder estar en esas semifinales de junio.