En el Bernabéu se rozó la tragedia. Cada vez que la pelota se acercaba a Lewandowski se escuchaba la música de Tiburón. El partido se fue a la prórroga y el Madrid la afrontó con un jugador más porque el chileno Vidal sólo usa la cabeza para sujetar la cresta. Cristiano completó su hat-trick en el tiempo extra, Asensio puso la guinda y el Real Madrid jugará su séptima semifinal seguida, que se dice pronto.
Cómo han cambiado los tiempos. Lo que fue una tortura para los madridistas resultó casi un paseo para el Atlético. Saúl marcó a los 25 minutos y no hay mejor equipo en el mundo para administrar las ventajas y resistir los asedios. Es increíble lo del Atleti. Desde que ganó la Europa League en 2010, el club ha experimentado un crecimiento constante que le ha instalado entre los más grandes de Europa. Ya no hay rastro del pupas ni motivos para preguntar por qué somos del Atleti; lo raro, yo creo, es hacerse de otros equipos.
Y lo de hoy tampoco habrá quien se lo pierda. El Barça busca su segunda remontada histórica en mes y medio. Su ventaja es que ya conoce la fórmula del milagro. La duda es si la Juventus será tan blandita como lo fue el París Saint-Germain. Lo averiguaremos esta noche. Preparen las tilas porque se nos volverá a salir el corazón por la boca.