En principio, es Míchel quien está en el ojo del huracán. Madridista histórico y confeso, se encuentra en la misma situación que Valdano hace 25 años, cuando entrenaba al Tenerife. Tal y como sucedió entonces, la situación le pone bajo sospecha, máxime cuando hace unos días le hice suponer esta posibilidad y cuando nombré a Valdano me dijo -No es igual. Yo soy mucho más madridista que él. No logré entender ni el porqué de esa contestación ni el fondo de lo que quiso decir, pero llevaba alguna carga intencionada, conociendo a Michel.
Esa situacion bajo sospecha, se le hace ahora incómoda a Michel que ha decidido taparse de los medios esta semana. Si el Madrid gana se le acusará de no haber ofrecido suficiente resistencia; si favorece el título del Barcelona serán los madridistas quienes se sientan traicionados. Para los jugadores del Málaga tampoco será sencillo y estoy seguro de que la afición malagueña también tendrá mucho que decir al respecto. Esta noche los escucharemos a todos.La semana va a ser aún mas apasionante que las anteriores. Mañana mismo, después de la visita del Madrid a Vigo, conoceremos cuál será su necesidad para ser Campeón el domingo en Málaga, ganar o empatar. Antes de ese final de Liga que promete ser agónico, la sección de baloncesto, desde el viernes, peleará por la Copa de Europa en Estambul.
Anoche estuve conversando con Sergio Llull para conocer sus sensaciones. Es una delicia escucharle. Lo noté tan prudente como relajado. Por extraño que parezca, hay deportistas que se relajan cuando el resto del mundo pierde los nervios. Es fácil distinguirlos, porque suelen ser los mejores.